Ricardo Gareca es una mezcla de sensaciones. En palabras, se dice optimista respecto del futuro de la Roja. En tono y en gestualidad, no se le observa tanto. Se le nota golpeado. “Lo veo como lo ven todos ustedes. Siempre todas las derrotas duelen. Hay un análisis mucho más profundo de parte nuestra y también una realidad: las fechas pasan y nos obligan a esforzarnos más para sumar d a tres. Es el primer objetivo, la clasificación. Se comprime más todo. Me gustó mucho la actitud del equipo. Era algo necesario Quedamos conformes con todos. Por cómo se brindaron. Por la multitud que vino, que empujó en todo momento. El equipo dentro del campo de juego, si bien no pudimos dar una alegría, tuvo una actitud importante, aunque no alcanza. Mi mirada tiene que ver con que creo que tenemos que seguir trazando este camino. Chile lo necesita. Necesita de este camino y de resultados, por supuesto. Eso lo acepto. Por supuesto”, establece.
El Tigre procura levantar el ánimo. Se los transmitió a sus dirigidos. “El dolor cuando son estas fechas es ahora. Durará lo que tenga que durar, pero rápidamente hay que cambiar el estado de ánimo para preparar el partido ante Colombia. Lo primero que les dije es que estén tranquilos, que dejaron todo. Estamos en condiciones de mejorar más aún. Más allá del dolor, tenemos que reaccionar rápido. Hay algunos muchachos con algún dolor y otros que recuperamos”, explica, proyectando el duelo del martes. Otra vez, decisivo.
La búsqueda, el deseo y la incertidumbre
El entrenador defendió los cambios. “Ellos entraron, lógicamente, en un partido difícil, pero me quedó la sensación de que entraron bien, como había que entrar. El rival, la experiencia que ellos van a ir cosechando con esta clase de encuentros, es necesaria. El roce les va a permitir crecer, desarrollarse mucho mejor. Lo único que puedo decir es que me gustó la actitud con que se jugó. Es destacable, más allá de la derrota. Y también la iniciativa de ir a buscar el resultado. Quizás nos superaron en alguna situación de gol. Ellos tuvieron el control, pero en situaciones de gol, me gustó, en general”, sostuvo.
Incluso comparó las sensaciones de esta jornada con las que experimentó en la caída ante Bolivia. “A veces es difícil decir ‘me gustó’ en una derrota. Me lo escucharon con Bolivia, pero es otra cosa. Tuvimos muchas situaciones que no pudimos concretar, pero a uno le deja mejores sensaciones este que el anterior. En ambos es malo, porque necesitamos sumar, pero también es necesario que ellos vivan este tipo de situaciones. Nos va a permitir crecer como equipo”, explicó.
En lo que es claro es en su expectativa. “Yo sigo pensando en este (Mundial). Reconozco que los tiempos se acortan, pero todavía tengo fe. De parte nuestra, me encantaría continuar un proceso, pero no está a mi alcance. Creo que lo necesita. Más allá de eso, tengo expectativas. Creo en los muchachos. Tengo esperanza en el jugador chileno. Podemos tener actuaciones mejores que esta, ir creciendo como equipo. Todavía hay mucho rodaje. Después, Chile necesita un proceso. Si nosotros somos los indicados o no, a nosotros nos toca esto. Nos toca vivir este momento. Creemos que es necesario que vayan viendo otras alternativas, que puede ser importante”, sostuvo.
“Las ganas las tengo, de poder seguir insistiendo en todo esto, pero no podía dar una respuesta dada la demanda y exigencia de resultados. En el fútbol es difícil cuando no tienes resultados. Soy un hombre de fútbol y lo acepto. Soy capaz de aguantar, pero hay cosas que no puedo resolver yo. Yo puedo decir que estoy fuerte, que me gusta el desafío, pero hay cosas que tendrá que analizar los dirigentes la comitiva. Hoy solo puedo agradecer a la gente el apoyo. Tendremos que devolverlo de alguna forma”, añade, asumiendo que su permanencia depende, principalmente, de los resultados.
Diferencia de niveles
El técnico alude a la diferencia de niveles entre los jugadores que estuvieron en la cancha, en uno y otro equipo. “Siempre he confiado en los jugadores de la liga local. El rodaje les va a permitir crecer. Simplemente son roces internacionales que se dan y que les toca ahora. No hay un momento. La situación amerita que sea ya, no hay tiempo. Es confiar en el jugador chileno, por sobre todas las cosas”, dice.
Sin embargo, vuelve a advertir señales favorable. “Colo Colo hizo una gran participación. Se ganó en Brasil, en Argentina. Hubo actuaciones, por lo menos para nosotros, excelente. La participación de Colo Colo fue en primerísimo nivel. ¿Cómo se sale? Insistiendo con determinados procesos, teniendo una dirección, una meta. El jugador chileno tiene un potencial muy grande”, insiste, aferrándose a la esperanza.
“Creo que generamos una expectativa desmedida con la llegada nuestra y con los tres primero partidos que jugamos. Eso provocó una decepción en el periodismo y en la gente. Después nos tocó tener un bajón y nos está golpeando las Eliminatorias. Esa decepción hace sentirse defraudados. Si lo mostramos en algún momento, estamos en condiciones de volver a mostrarlo. Cómo se sale. No bajando los brazos. No es el momento para aflojar. Hay que hacerle frente a este momento. Lo que me interesa es formar un grupo compacto, que soporte estas críticas, que funcione a nivel de equipo. Que haya una cohesión entre nosotros. Después de soportar golpes, uno empieza a encontrar los resultados. Es la manera. Nosotros no tenemos que aflojar. Debemos estar fuertes”, esboza como explicación a la sensación generalizada.
Finalmente, no baja los brazos. “Yo tengo fe. Necesitamos una buena racha, hilvanar triunfos. No estamos ligando nada. Todavía queda margen. Yo siento que todavía queda margen. Por eso no pienso… solo pienso en una meta inmediata, partido tras partido. Y, después aunque no me gusta justificar, nos ha costado repetir formaciones, dar una continuidad a algo, porque hubo cambios muy recurrentes, no por una iniciativa del cuerpo técnico. Las modificaciones se han producido por suspensiones, lesiones. No porque esté en lo nuestro cambiar, rotar. Las circunstancias hicieron que no pudiéramos sostener algo permanente. Han surgido figuras nuevas, valores nuevos, muchachos en quien confiar, en ampliar el abanico. No poder sostener un equipo nos ha llevado a ver otros jugadores y ha ampliado el espectro de convocatoria. También es algo bueno. Nos permite ver jugadores, que agarren experiencia. Eso tiene un valor”, sentencia.
Es su momento más agresivo. “En ningún momento usted me escuchó decir que yo me bajo. Estamos en condiciones de hilvanar rachas. Necesita ir encontrando figuras, valores. No le puedo asegurar que sea yo, pero yo no me bajo de ninguna manera. No cambio el discurso. De ninguna manera me bajo de la posibilidad de un Mundial. Perder me aleja, soy consciente. Pero mientras los números me dan, sigo teniendo fe y confianza”, vuelve a decir.
Su confianza está puesta en los jugadores que dirige. “Primero hay que ver cómo se recuperan los muchachos. Creo que anímicamente el juagdor chileno es muy fuerte. No se cree menos que nadie. Está para un nuevo desafío. No es derrotista, al contrario. Es un golpe duro. Hoy no podemos festejar nada más allá de la actitud y de la multitud que nos acompañó y nos apoyó. La gente no es de apoyar por apoyar. Reconoce a quienes dejaron todo en el campo de juego. Eso lo palpé yo, lo palparon ustedes. Es un buen síntoma. Es importante que entrenemos en vínculo con la gente. Para eso es importante sacar un buen resultado en Barranquilla. Yo creo que lo podemos lograr, independiente del nivel de Colombia en estos momentos”, concluye.