Este viernes por la noche, el penúltimo y el último de las Eliminatorias Sudamericanas se enfrentan en un duelo picante y determinante. Los enfrentamientos entre Perú y Chile siempre tienen un ingrediente extra, que va más allá de lo netamente deportivo. La rivalidad que marca el Clásico del Pacífico es permanente y reflota cada vez que se aproxima un enfrentamiento entre la Bicolor y la Roja. En la coyuntura actual, es más clave el duelo porque los dos necesitan los puntos. De lo contrario, empiezan a despedirse de cualquier chance de clasificación, a lo menos para el repechaje.

Finalmente será el Estadio Monumental de Lima, la casa de Universitario de Deportes, el escenario del partido, que tendrá a un protagonista claro y nítido: Ricardo Gareca. Será el regreso del entrenador a un lugar que se convirtió en su segundo hogar, en el cual construyó un proceso tan extenso como exitoso. Tanto así que sus índices de popularidad eran mayores que cualquier personaje de la nación, justo en momentos en los cuales las crisis políticas eran el pan de cada día. Haciendo comparaciones odiosas, Gareca es para Perú lo que Marcelo Bielsa significó para la selección chilena, con las diferencias y matices propios de cada proceso.

En su rueda de prensa del miércoles, el Tigre le bajó los decibeles al debate que considera a este partido como “una guerra”. “Sí es una final, nos vamos a jugar una final. Son refranes futbolísticos más que nada y lo tomamos así, nos jugamos un partido fundamental. Sabemos lo que nos estamos jugando. Hay que sacar resultados, estamos en una situación muy complicada, Perú también”, declaró el DT, ante los medios.

Para hacer aún más especial la jornada que se vivirá en Lima, este viernes 15 de noviembre se cumplen siete años de la clasificación peruana al Mundial de Rusia 2018. Un 2-0 sobre Nueva Zelanda, en el repechaje intercontinental, le dio el boleto a la escuadra del Rimac a una Copa del Mundo después de 36 años. El proceso de Gareca tocaba el cielo, devolviendo a la elite a un combinado que estuvo acostumbrado a tener equipos de buen pie, pero que entró en un torbellino de frustraciones hasta que llegó un técnico argentino y le dio competitividad, pese a no contar con una megaestrella. El mérito fue construir una base estable, tanto en plantilla como en estructura táctica (su clásico 4-2-3-1).

Precisamente, ese buen pasar por el país vecino fue lo que alimentó el deseo de contar con el Tigre en la Roja, transversal desde los especialistas hasta los hinchas. Hasta la fecha, las expectativas no se han cumplido. El 26,7% de rendimiento en 10 partidos (cero victorias en juegos oficiales) es un reflejo de aquello. Exdirigidos de Gareca en Perú se refirieron a este reencuentro, dejando en claro que desean derrotarle, más allá del nexo que se forjó.

“Le tengo un gran cariño, a él y al comando técnico, pero eso se deja fuera de la cancha”, declaró Gianluca Lapadula, jugador italo-peruano que llegó a la Bicolor precisamente de la mano del Tigre. “Sabemos que es un partido muy importante para todos, entonces los sentimientos se dejan fuera del campo”, añadió el atacante del Cagliari, en rueda de prensa.

Gareca, durante las Eliminatorias a Rusia 2018. Foto: Photosport.

Durante la semana también habló el zaguero Aldo Corzo, otro de los habituales de Perú con Gareca. “Todo bien con el Tigre, pero ahora queremos ganarle”, manifestó. “Está bien lo que hizo por nosotros, es bonito recordarlo, pero ahora mi objetivo es ganarle”, añadió. El futbolista de Universitario confesó que sintió “pena y nostalgia” el fin de la era del argentino en el banco incaico: “Fue una persona que nos ayudó mucho y nos dio las herramientas necesarias para llegar a la Copa del Mundo. A su vez, él también estaba agradecido con nosotros, había un gran respeto mutuo”.

Los resultados fueron el principal aval de Gareca en su destacada estadía en tierras incaicas. Por un lado fue su trabajo en las Clasificatorias, llevando a Perú a Rusia 2018 y al repechaje de Qatar 2022 (cayó en los penales ante Australia). Por otra parte, tuvo un particular éxito en la Copa América: subcampeón en Brasil 2019, tercero en Chile 2015 y cuarto en Brasil 2021. En total, el Tigre dirigió a la selección peruana en 96 partidos con un registro de 39 triunfos, 23 empates y 34 derrotas, arrojando un 48,6% de rendimiento. Fue el técnico que más tiempo ha permanecido al mando del seleccionado: desde 2015 hasta 2022.

En la Copa América de Estados Unidos, Gareca ya enfrentó a Perú, partido que terminó en un deslucido empate a cero, que terminó afectando las pretensiones nacionales de avanzar en el torneo. Pero ahora es distinto. Es la primera vez, desde que se fue del cuadro incaico, en la que el estratega transandino los enfrentará en aquel país. Y en la banca de un rival clásico. Claramente, no pasará desapercibido que el Tigre enfrente a la Bicolor con el buzo de la Roja. ¿Cómo será recibido? ¿Agradecimiento y alabanzas, pifias y recriminaciones, o indiferencia?