Ricardo Gareca muestra su lado más auténtico. En la conferencia de prensa previa al partido con Brasil, por momentos, el técnico alza la voz, se apasiona y buscar construir argumentos sólidos. Aclara, también, que no está enojado, que entiende la preocupación ambiental respecto del devenir de la Roja, pero enfatiza que en la intimidad de Juan Pinto Durán aún reina el optimismo.
“El pesimismo no está insertado en la Selección, está insertado en el entorno de la Selección. Nosotros siempre somos optimismos, queremos revertir la situación. Muchas veces el entorno no es el ideal, porque hay opiniones, críticas. Nosotros queremos dar vuelta todo eso y es muy difícil desde el pesimismo. Si hay algo que caracteriza los resultados, la bipolaridad del fútbol. El entorno del fútbol. Solo existe la posibilidad de ganar. Eso lo vuelve pasional. Si se pierde está todo mal. Hay una bipolaridad que no somos nosotros. Nosotros nos mantenemos equilibrados. Uno tiene que estar bien, porque no se puede confiar en nada. Los componentes del entorno están al margen de los planteles. Lo que reina es el optimismo. Somos un cuerpo técnico que confía, que tiene fe, independientemente de los resultados que puedan suceder”, establece, casi como declaración de principios.
La hora de asumir
Gareca defiende su decisión de definir una formación con debutantes, como Fabián Hormazábal y Marcelo Morales. “Es el escenario que se presenta. Quien puede dudar de lo que han logrado tantos jugadores de experiencia. Es el escenario que se va a presentar. Nunca me gustó meterme con la gente. Y los muchachos que van a jugar representan al país. La edad, la experiencia, esas cosas no las puede decir. Y te habla un técnico con experiencia, al que le tocó poner a jugadores sin experiencia, que jugaban en el medio local y que cumplió objetivos. Como ustedes saben todo, llegó a estar en 2017 en el puesto 10 del mundo. No te está contestando cualquiera. Tengo la experiencia para decir que cualquier jugador capacitado no necesita experiencia”, dice, respecto del respaldo con el que toma la determinación.
“Para rendir como en su club ante los mejores. La experiencia en algún momento la tiene que empezar a hacer. El camino arranca. Ustedes tuvieron la mejor etapa de su historia, dicho por ustedes mismos. ¿Qué edad tenían los jugadores de experiencia que tiene hoy? Uno tiene que confiar. No hay nada que asegure. Un chico de 20, 21 o 31 tiene que responder”, establece.
La adversidad
El Tigre admite la posibilidad de que su trabajo esté en entredicho. Dice que tiene abiertos los oídos para las críticas. Sin embargo, les pone un límite. “No he escuchado, no me han llegado otras críticas de otros muchachos. Mencioné lo de Vidal no para entrar en una polémica. En el fútbol no me molesta nada, porque me dedico a esto, trabajo en esto. He transitado toda la vida en el fútbol. Por ahí puedo elevar el tono de voz, me pongo más enfático, pero no es molestia. Lo tomo como parte de mi trabajo. Si hay una materia de la que todos hablan es de fútbol. Me molesta la situación deportiva en que estamos. Quiero revertirlo”, expone
“No me molestan las opiniones. Si hay alguien capacitado son los que estamos en el fútbol. No son técnicos. Lo respeto. Hay que ser director técnico, pero sí uno puede opinar, pero yo no puedo debatir con ustedes, porque no saben lo que es estar en un vestuario con jugadores, que son millonarios. Es lo mismo que yo quiera opinar de medicina. No puedo hablar con propiedad. Nadie de ustedes sabe lo que es estar frente a un plantel y tomar decisiones. Los técnicos somos los que nos hemos dedicado. Por eso uno se dedicó a esto. Todo lo que tenga que ver con críticas lo hemos mamado toda la vida. Quédense tranquilos, porque no tengo ningún tipo de problemas”, agrega.
De lo que está seguro es de que las adversidades han sido muchas. Una, la descarta de plano: la de los eventuales incumplimientos económicos que denunció un medio peruano. “Con la Selección estamos al día. Si le tengo que hablar de cómo me siento, estamos cómodos en todo aspecto. Económicamente siempre cumplen”, dice.
A lo que apunta es a algún percance futbolístico. Como la imposibilidad de contar con Alexis Sánchez, por ejemplo. “Alarcón está bien. Vamos a esperar hasta último momento para ver si lo considero de arranque. Nos gusta. Fuimos la selección más golpeada. En lesiones, en algún problema, con las bajas. No es un motivo de excusa. No es mi intención. Creemos en los jugadores que tenemos. Si tienen 19 años, si tienen 30, si es la primera vez, porque creemos. Es lo que demanda a un jugador de selección. Confiamos en que van a estar a la altura de la circunstancias”, afirm.
El cambio de rutina
El entrenador revela, además, el cambio que ha experimentado su renuncia por los resultados de la Roja. “Si tengo que hablar de Chile, tengo que decir que me tratan muy bien. Las críticas son razonables, las acepto, pero en todo lo demás, perfecto”, dice, inicialmente, respecto de la relación con el país.
Sin embargo, reconoce que ha tomado ciertas medidas. “No soy de salir mucho en este momento. Paso más en el departamento y en el trabajo. A veces el termómetro me indica que es difícil en este momento. Soy respetuoso del momento”, apunta, en relación a la preocupación generalizada respecto del rendimiento de la Selección.