Christian Garin (95º) iba por su partido consagratorio en Copa Davis. La ventaja que le daba la victoria de Nicolás Jarry en el primer turno ponía al número dos de Chile en una buena posición para ir en busca del segundo punto ante Austria, por un cupo en el nuevo Grupo Mundial.

A pesar del favoritismo en el ranking y una victoria por 6-1 y 6-0, cuatro años antes, la segunda raqueta nacional sabía que tenía que superar viejos fantasmas si quería derrotar a Dennis Novak (154º). Los nervios y la ansiedad hicieron su aparición en Salzburgo, en un encuentro que comenzó muy parejo y en el que incluso el criollo dispuso de un punto de quiebre en el primer juego.

El europeo intentó buscar las líneas desde un inicio y el nacido en Iquique se vio bastante incómodo, ya que sus tiros parecían dañar mucho menos que los de su adversario. Así fue como el local logró un quiebre en el cuarto game. Y aunque devolvió la ruptura en el séptimo y hasta alcanzó a tener un punto de break en el noveno, Garin cometió un par de errores no forzados que lo llevaron a ceder el primer parcial, por 6-4.

A esas alturas se pensaba lo peor, pero el pupilo de Andrés Schneiter no estaba dispuesto a seguir sufriendo y de entrada consiguió arrebatarle el saque a su rival. Por momentos se soltó y ganó algo de confianza en su juego, mientras Novak empezaba a ofuscarse, pero terminó siendo solo un espejismo. Una doble falta y una caída en el momento más inoportuno le permitieron al europeo igualar las cosas.

Garin caminaba por la cornisa. En el octavo game salvó cinco puntos de quiebre para sobrevivir, pero todo le costaba el doble. Nunca logró sentirse cómodo y terminó cayendo nuevamente por 6-4, poniendo fin a su invicto de 15 partidos en arcilla y dejando enormes dudas sobre su capacidad de aguantar la presión en una instancia decisiva.

El 1-1 obliga pone a Chile en una compleja situación. Lo más probable es que Nicolás Jarry juegue el dobles y el singles, para intentar cerrar la serie.