Garin deja a Wimbledon sin chilenos en singles

Transcurridos apenas dos días, Wimbledon se quedó sin chilenos en singles. A la derrota de Nicolás Jarry ante el italiano Andreas Seppi, ayer, se sumó hoy la de Christian Garin (34°) en manos del ruso Andrey Rublev (79°), en un apretado partido, que se definió por 4-6, 6-4, 7-5 y 6-4, en dos horas y 54 minutos.

Desde un primer momento, Rublev mostró su repertorio consistente en profundas devoluciones, las mismas que lo llevaron a ser 31 del mundo el año pasado. En el game inicial, el chileno debió exigirse al máximo para sacarse dos puntos de quiebre de los 26 que enfrentó en todo el partido, lo que demuestra la amenaza que significó el tenista de 21 años.

Si bien el Tanque batalló durante todo el partido, el moscovita, uno de los grandes proyectos de su país, fue el que dictó las pautas. De hecho, en el primer set estaba bien encaminado. Sin embargo, un par de errores no forzados le permitió a Garin meterse nuevamente y quebrar dos veces seguidas para quedarse con la manga.

El pupilo de Andrés Schneiter tuvo un muy buen momento en el inicio del segundo set, pero no logró concretar las oportunidades de break que tuvo. El moscovita recuperó la solidez y con su tenis agresivo presionó hasta que logró el quiebre que le permitió nivelar las acciones.

El incómodo court 9, rodeado de otras canchas por sus cuatro costados, no ayudaba mucho a la concentración de Garin. Además, dudosos cobros, que no pudieron ser corregidos porque no había ojo de halcón, hicieron que el número uno nacional perdiera un poco la paciencia. Rublev, por su parte, no alteró el libreto e hizo que cada juego de servicio del nacido en Arica fuera muy complejo. Así no fue extraño que lograra un nuevo quiebre y se pusiera en ventaja.

En el comienzo del último parcial, parecía que las cosas cambiarían. El chileno logró un tempranero quiebre y se puso 2-0, pero no pudo sostener la ventaja. De este modo, su rival le rompió dos veces el servicio. Y aunque Garin volvió a quebrar, Rublev le devolvió la gentileza y se encaminó definitivamente a la victoria.