Una amarga derrota sufrió Christian Garin (18°) en la segunda ronda del Abierto de Estados Unidos. Las sensaciones se combinaron en un partido que perdía fácilmente ante el kazajo Mikhail Kukushkin (90°), un especialista en canchas rápidas. Primero, impotencia, al ver que el duelo se escapaba con rapidez; luego, esperanza, por lograr llevar el encuentro al quinto set; y finalmente, frustración, por no poder aprovechar la ventaja de la última manga y terminar cediendo el partido por 6-2, 6-1, 3-6, 4-6 y 7-5, en tres horas y 58 minutos de juego.

Se sabe que ante rivales que andan finos, lo primero es evitar los errores no forzados. Justamente eso fue lo que no ocurrió en las dos primeras mangas, en las que el chileno careció de esa precisión y lo pagó caro muy rápidamente. En el segundo juego ya había perdido su servicio, con el que tuvo muchas complicaciones. Los derechos planos del euroasiático fueron una pesadilla para el chileno. Así, no fue extraño que lograra un nuevo break y ganara rápidamente el primer parcial.

La falta de confianza del pupilo de Andrés Schneiter fue muy bien aprovechada por su adversario. Falló muy poco, incluso aguantó muy bien los peloteos largos. Una nueva ruptura al inicio de la segunda manga puso aun más cuesta arriba el desarrollo del encuentro. Pasaban los minutos y crecía la frustración por no encontrarle la vuelta al encuentro. Más encima, otras vez evidenció complicaciones con sus servicios, sobre todo con el segundo con el que ganó una escasísima cantidad de puntos. Otro quiebre en el sexto game liquidó definitivamente el capítulo.

Kukushkin comenzó a fallar más de la cuenta con su servicio y Garin no bajó los brazos y logró el ansiado quiebre. Sin embargo, la ventaja se esfumó en el juego siguiente, cuando el nacido el Volgogrado recuperó la ruptura. Pero el chileno perserveró y volvió a romper para encaminar su recuperación, quedándose con la tercera manga. Esa resurrección también se prolongaría al cuarto parcial, donde Gago llegó a estar 4-1 arriba. Y si bien, el kazajo igualó, el tenista nacional logró un nuevo break para encaminar el duelo a un último capítulo.

Mientras su adversario acusaba problemas físicos, el nacido en Arica crecía en confianza e, incluso, lograba un nuevo quiebre en el parcial decisivo. Todo parecía bien encaminado, pero ahí aparecieron los primeros fantasmas. Su contrincante emparejó nuevamente y él empezó a frustrarse. Era el comienzo de un final, que se vio empujado por un par de errores no forzados que terminaron sepultando la posibilidad de instalarse por primera vez en la tercera ronda de un grand slam.

Después de su paso por la burbuja estadounidense, Garin viajará a Europa para iniciar la temporada de arcilla y ratificar el buen rendimiento que tuvo hasta antes de la pandemia.