Hace apenas tres años, Christian Garin, entonces 220º del mundo, aparecía por primera vez en el cuadro principal de un Grand Slam. Se trataba de Wimbledon 2017, torneo al que accedía vía clasificaciones, un camino en el que ya había fracasado dos veces antes, aunque en Roland Garros.
Tras ese debut en el pasto londinense, cuando con 21 años cayó contra el estadounidense Jack Sock, número 18 del mundo esa semana, Gago se ha presentado en cuadros principales de ocho torneos “grandes”, en los que nunca ha podido pasar de la segunda ronda.
En Gran Bretaña de 2018 perdió en el debut con el francés Adrian Mannarino (26º); en Australia 2019, en la misma primera ronda contra el belga David Goffin (22º); ese año en París venció al estadounidense Reilly Opelka (59º), pero se inclinó luego contra el suizo Stan Wawrinka (28º); en Wimbledon perdió con el ruso Andrey Rublev (79º); y en el US Open derrotó en cinco sets al local Christopher Eubanks (188º) y se inclinó después ante el australiano Alex de Miñaur (38º).
Este 2020 la participación también supo de llegar a segunda ronda: en Melbourne, eliminó al italiano Stefano Travaglia (74º) y cayó ante el canadiense Milos Raonic (35º) y en Nueva York pasó al local Ulises Blanch (244º) y perdió con el kazajo Mikhail Kukushkin (90º).
En resumen, cuatro victorias y ocho caídas, que le han impedido meterse entre los 64 mejores de cualquiera de los Grand Slam en que se ha presentado. ¿Será la arcilla de este Roland Garros en septiembre y con público restringido la gran oportunidad de brillar en un torneo “grande”?
Se comenzará a saber este martes, cuando desde las 6 de la mañana (de Chile) Garin (19º) se mida ante el alemán Philipp Kohlschreiber (86º), por primera vez en su carrera. El parisino es el único Grand Slam que se disputa en tierra batida, la superficie predilecta del iquiqueño, quien ha ganado en arcilla sus cuatro títulos ATP: Múnich, Houston, Río y Córdoba.
Experiencia en Grand Slam y en tenistas chilenos es Patricio Cornejo, ex capitán de Copa Davis. Para Corazón de Chileno más que la superficie misma, es cómo viene jugando Garin lo que le da más opciones de ser protagonista en Roland Garros. “Lo mejor que le he visto a Garin fue contra Tsitsipas (semifinales de Hamburgo, el sábado pasado). Ojalá le sirva para lo que viene, que le haya dado confianza, es una gran oportunidad", dice el exjugador.
Cornejo agrega que "es cierto que comenzó más o menos nomás en Cincinnati y en el US Open, pero en Alemania jugó muy bien. Es distinto, la pelota es más pesada en Hamburgo, a nivel del mar, y acá son cinco sets, partiendo con un jugador como Kohlschreiber, con harta experiencia, pero debe tener confianza”.
En la segunda fase, el ganador del choque entre el alemán y el chileno se medirá con el vencedor del compromiso entre el local Ugo Humbert, de 22 años, 38ª del mundo y que es favorito, ante el australiano Marc Polmans, de 23 años y 122 del ATP, que se jugará paralelamente en el court 14.
No solo el polvo de ladrillo es un aliciente para su desempeño. El chileno llega a Francia con el mejor ranking antes de un Grand Slam, 19º, la misma ubicación que tenía antes del US Open de hace unas semanas. El nacional tiene mejor posición en el escalafón mundial que seis de los siete jugadores de su parte del cuadro, excepto el ruso Karen Khachanov (15º), quien podría ser su rival recién en tercera fase.
En caso de que Garin llegue a esa tercera ronda, conseguiría el mejor ranking de su carrera, pues escalaría cerca del puesto 15 o 16 y su más alta ubicación fue 18º, en febrero de este año. Si fuera el caso, sería también su mejor Grand Slam y de preocupación pasaría a anécdota que Novak Djokovic (1º) pudiese ser su rival en los octavos de final. Por ahora, el primer escollo será el alemán Kohlschreiber.