Definitivamente este es el año de Christian Garin (47°) y la arcilla comienza a convertirse en su feudo. Así lo confirmó está madrugada ante el argentino Diego Schwartzman (24°) en el ATP 250 de Múnich, imponiéndose en una hora y 24 minutos por un categórico 6-1 y 7-5, para avanzar a los cuartos de final del certamen.

El número uno nacional tuvo un inicio arrollador, superando en todo aspecto al transandino, quien lo había derrotado el año pasado en Copa Davis. Eso sí, la diferencia entre ese partido y el de hoy fue abismal, ya que en general el juego del nacido en Arica mostró características muy sólidas, pese a que el primer servicio apenas fue de un 46%.

Tres quiebres consecutivos sentenciaron el primer set, en una verdadera exhibición de clase. Pelotas potentes y anguladas dejaron sin opción a Peque, quien no le encontraba la vuelta al partido.

Bajo esas circunstancias, Peque se vio obligado a levantar el nivel en el segundo para evitar una derrota catastrófica. Por momentos, lo logró. De hecho, estuvo buena parte del parcial con un quiebre arriba. Sin embargo, el pupilo de Andrés Schneiter no perdió el rumbo y emparejó las acciones. Incluso, pudo cerrarlo en el décimo juego, cuando tuvo tres match points, pero finalmente logró sellar su victoria en el duodécimo, luego de forzar el error de Schwartzman, cuya pelota se fue larga por pocos centímetros. Un profundo grito de alegría fue la reacción inmediata de Garin, quien sabe muy bien que estando con confianza su techo no tiene límites.

En cuartos de final, Christian Garin se medirá con el alemán Alexander Zverev (3°), reviviendo la final juvenil de Roland Garros 2013, que quedó en manos del chileno. El jugador local, que cayó la semana pasada en Barcelona ante Nicolás Jarry, viene de derrotar al otro pupilo de Schneiter, el argentino Juan Ignacio Lóndero (80°), por 7-5 y 6-1.

Un victoria ante Sascha, dejará al Tanque con un pie y medio en el top 40 y le permitirá asegurar el mejor ranking de su carrera.