“¡Rica la cancha!”. “¡Bueno tu bote!”. “Aquí hay un tremendo hoyo, mira”. Cristián Garin (22° del ranking) jugó dos partidos en los cuartos de final del ATP 250 de Santiago. Uno contra el peruano Juan Pablo Varillas (25 años, 171°) y otro con la arcilla de la cancha central del torneo. Lo bueno es que el chileno se impuso en ambos y se instaló en semifinales, a la caza del quinto título de su carrera en la elite del tenis mundial.
La primera raqueta nacional demoró 1 hora 35 minutos en abrochar su victoria. En el marcador, relativamente sencilla, no así en el desarrollo del compromiso. Si bien siempre se vio superior a Garin, el peruano aprovechó las pequeñas lagunas del chileno para meter presión sobre su servicio. Así se explican los dos quiebres que tuvo que recuperar el Tanque, uno en cada set, para luego cerrar el triunfo por 6-4 y 6-4.
Lo cierto es que lo mejor del primer sembrado del torneo se vio cuando estuvo preciso con su saque. Un dato para tomar en cuenta, metió el 71% de sus primeros servicios, con un 74% de éxito en los puntos. Garin optó por bajar la potencia y privilegiar la ubicación, lo que finalmente le ayudó a salir de momentos complicados y que fueron claves para su victoria. Varillas acumuló ocho puntos de rompimiento y apenas capitalizó dos.
En sus pasajes más dubitativos, el tenista criollo se desahogó con el estado de la cancha. Reproches que lanzó a los cuatro vientos. Esa distracción, sin embargo, no fue suficiente para sacarlo del partido. Por más que el jugador del Rímac exigió con certeros golpes desde el fondo de la cancha, al final el peso del ranking y la experiencia al más alto nivel terminaron desnivelando el compromiso en favor del local.
Garin ahora espera rival para las semifinales que se disputan este sábado. Ese nombre se sabrá tras el descelance del compromiso entre el colombiano Daniel Galán (121°) y el español Roberto Carballes Baena (97°). El chileno no brilló como en su triunfo anterior ante Alejandro Tabilo, pero sacó adelante el partido igual. A veces ayuda más ganar jugando sin tener un rendimiento brillante. Ahí se nota la capacidad mental del vencedor. Y Garin, en ese aspecto, se mantuvo muy firme.