Gary Medel está tan triste como exhausto. Al Pitbull le tocó duplicar los esfuerzos en el partido de la Selección frente a Ecuador, aunque lo que más le duele, con seguridad, es el traspié ante la escuadra de Gustavo Alfaro, que vuelve a sacar a la Roja de los puestos de clasificación directa al Mundial. “Fue un partido muy extraño, ya que recibimos el gol muy temprano. Con la expulsión se hace difícil. Veo lo positivo, el esfuerzo de mis compañeros. No estamos muertos. Vamos a pelear en enero”, establece respecto de la forma en que se encarará el revés.
Incluso prefiere anteponer la actitud con la que afrontaron el duelo. “El esfuerzo fue fantástico. Terminamos jugando con nueve”, dice, en relación al vacío que dejó la expulsión del King y a las desmejoradas condiciones físicas en que terminó Francisco Sierralta, quien solo permaneció en el campo de juego porque la Roja ya no podía realizar sustituciones.
Aprueba Calama
“A Argentina y Bolivia tenemos que sacarles los seis puntos para estar arriba”, se propone, como una forma de mantener viva la esperanza de entreverarse en la cita planetaria que se disputará en Qatar. En ese contexto es que el jugador del Bologna aprueba la iniciativa del directorio de Pablo Milad de que el encuentro ante los transandinos se juegue en altura, una condición que históricamente ha complicado a la Albiceleste. ”Vamos a hablar lo de la localía en Calama. Lo que sea extra para nosotros, lo vamos a hacer”, sostiene respecto de la conversación que sostendrán con la regencia del fútbol chileno para zanjar la sede del próximo encuentro en condición de dueños de casa.
Finalmente, agradece el apoyo de los hinchas. “Somos los primeros que queremos jugar y ganar los tres puntos. Estuvo lindo el estadio. Que nos sigan apoyando”, concluye.