La confirmación de Eduardo Berizzo en la banca de la Selección Chilena ya generó una reacción en la Generación Dorada del fútbol chileno. Y no fue una voz cualquiera. El futbolista que sacó el habla fue nada más y nada menos que un referente de este grupo. El hombre que llevó la jineta de capitán, cuando Claudio Bravo estuvo fuera por líos internos y que genera respeto solo por su nombre. Hablamos de Gary Medel.
“Me parece bien su llegada, porque tengo buenas impresiones de él”, fue lo primero que dijo el formado en Universidad Católica en una actividad comercial. Luego, agregó que “cuando trabajamos en la era Bielsa, era un hombre con una ideología clara y espero que lo haga bien”.
Pero el defensa central del Bologna no se quedó solo en las palabras de buena crianza, porque de inmediato le dio tarea al nuevo jefe. “Ojalá saque buenos jugadores, que tengan una proyección y que lo hagan bien”, dijo el bicampeón de América.
Y acto seguido, añadió que Berizzo “tiene que demostrar todo lo que sabe y dar todo lo mejor para la Selección, porque es lo que nosotros queremos para el futuro”.
La ausencia de sus compañeros
Pero no sólo del reemplazante de Martín Lasarte habló Medel. El nacido en agosto de 1987 también se refirió a la gira que hará el Equipo de Todos por Asia, en los próximos días, y a la ausencia de casi todos sus amigos y colegas en la convocatoria.
“Para mí, es un orgullo vestir esta camiseta, pero cada uno sabe lo que hace con su vida. Algunos quieren vacaciones, descansar, que también está permitido, pero a la Selección nunca se le rechaza”, disparó.
Y expuso los objetivos que se buscarán en las tierras del sol naciente, bajo las órdenes del recién contratado estratega: “Sirve para que los jugadores jóvenes puedan aprender lo que se siente con la camiseta de la Selección, que no es fácil, y para que se ganen un puesto, que es lo que todos queremos”, concluyó.