Aterrizó en La Cisterna en abril con la misión de salvar a Palestino del descenso. Y lo salvó dos veces. Claro que el último flirteo con el abismo llegó bajo su propia conducción. Hoy, inmerso en la tercera reconstrucción sistémica y consecutiva de su equipo, a las puertas del inminente tercer round de su particular batalla contra Guede, Germán Cavalieri (40) abre a La Tercera su camarín.
Se han abonado al sufrimiento...
Sí, y no es lo que uno quiere. La gente estaba acostumbrada al Palestino de los últimos tres años que clasifica a Sudamericana, Libertadores, pero se bajó mucho el presupuesto, hubo que empezar de cero y eso lleva tiempo. Si uno analiza a lo que juegan mis equipos, tratan de ser protagonistas. A veces te ponen el rótulo de técnico que sirve para salvar equipos del descenso, pero la realidad es que mis equipos juegan un buen fútbol. Si convirtiéramos la mitad de ocasiones que generamos, ganaríamos por tres o cuatro goles. Es una realidad. Estamos pagando caros los errores defensivos, pero el camino para estar más cerca del triunfo es el de tratar de jugar bien. No me gustan los equipos que lo único que buscan es el error del rival y un contragolpe.
¿Molesta el rótulo de salvavidas?
No es que me moleste, pero creo que los rótulos son malos siempre porque hay gente que no ve más allá. Y es más importante cómo se trabaja o la idea que uno tiene que los puntos o los partidos que ganó.
¿Se puede mantener una propuesta atractiva peleando el descenso?
Mire, nosotros llegamos a Valdivia y a las dos semanas estábamos jugando con línea de tres con un equipo que no había ganado en 11 partidos. Y fue nuestra mejor racha. Acá el secreto está en trabajar y convencer a los jugadores, no en la línea de tres o de cuatro. Hoy los equipos grandes están cuidándose mucho más. No tanto Católica con Beñat, pero en general juegan más al contragolpe y a la jerarquía individual que a tener un buen planteo táctico. El fútbol está cambiando de nuevo, ha vuelto a arratonarse un poquito. Los grandes están jugando a la contra y te terminan ganando. El último campeón ganó así.
¿La UC de Beñat es la excepción?
Maneja mejor lo defensivo, pero tiene una propuesta ofensiva. Pero es que ese tipo de clubes tienen que tenerla. Tienen una diferencia de plantilla abismal, están obligados a proponer y a tener la posesión. No pueden cederle el protagonismo a un equipo chico.
¿Fue ratón Colo Colo el semestre pasado?
No sé si ratón es la palabra. Aprendió de las críticas y terminó jugando de la manera que te permite subsistir el fútbol. Después podemos decir si eso es bueno o malo para el fútbol chileno, pero la realidad es que fue inteligente. Porque acá lo único que se valora es ganar.
¿Traicionó su discurso Guede?
Ese discurso lo llevó a las grandes ligas, a donde llegó; después se amoldó a poder subsistir, a ser más pragmático y más inteligente desde lo defensivo. Salió campeón. Y el campeón siempre es el que huele a perfume francés, siempre es el bueno. Y el que pierde es el malo.
Es imposible no traicionarse, pues.
Es que sólo sirve ganar, la realidad es ésa. Pero el fútbol tiene que ser de otra manera, uno no puede traicionar las ideas. A mí me gustan los entrenadores que no traicionan sus ideas. Pero para eso necesitas tiempo. El proceso ideal es el que lleva Martín Palermo en Unión. Cada vez se ve más claro a lo que juega; te puede gustar o no, pero ha peleado siempre. Y eso tiene que ver con que lo dejaron trabajar.
¿Es usted de los que prefieren morir con sus ideas?
Estoy convencido que con tiempo, si nos dejan trabajar y con estos jugadores, podemos hacer una gran campaña. Pero si no quieres críticas, tienes que ganar. La gente critica con el diario del lunes. Y no juzga el trabajo del DT, juzga sus resultados.
De la crítica también se aprende.
Sí. Uno crece mucho cuando las cosas van mal, porque cuando todo va bien, a veces uno compra el mensaje de que hace todo bien y no termina siendo objetivo en el análisis. Cuando pierdes, empiezas a ser más objetivo. Pero no por las críticas, que la mayoría son sin fundamento o malintencionadas. Porque, ¿qué pasa si al equipo le digo el daño que nos puede hacer el rival y de qué manera y pierdo 3-0 en las jugadas que les dije? Dicen que no planteo bien el partido. Pero si gano 3-0 y los tres cambios hacen los goles, soy un fenómeno haciendo los cambios. El análisis es muy poco objetivo. Se miente mucho en el fútbol. Hay mucho mito. El que más gana es el que más vale y el otro no sabe nada.
Tres victorias, cuatro empates y ocho derrotas en el Transición. Pero la dirigencia decidió renovarle...
Sí. Y valoro que ante la adversidad de los resultados se haya confiado. Eso habla de que el análisis no pasa sólo por el resultado.
¿Colo Colo es el mejor o el peor rival posible en este momento?
Desde lo motivacional, bueno, es el campeón. Pero también es malo porque viene funcionando bien.
¿Algún plan anti Paredes?
Vamos a poner un francotirador. No es sólo Paredes, porque cuando lo tienes bien marcado aparece Valdivia, Valdés, te rompe de segunda línea Baeza... Es un equipo con jerarquía y variantes en todas sus líneas. Se puede dar el lujo de armar el segundo o el tercer equipo y sigue siendo parejo o mejor que el tuyo.
¿Saldrá a proponer Palestino?
Los dos partidos que jugamos con Colo Colo intentamos proponer e hicimos muy buenos partidos. Uno terminó 0-0 y el otro 1-1. En los dos tuvieron un penal. Esperemos que no tengan penales en este partido.
Está empatado con Guede.
Estamos empatados con Colo Colo, un equipo grande y muy poderoso.
¿Les enviaron espías esta vez?
Esperemos que no. Cada vez que veíamos un avión o algo, tocaba el silbato por las dudas y frenábamos la práctica. Esperemos que no, que el fútbol sea un poco más limpio.
¿Su relación con Guede es buena?
No hay relación. Ni buena ni mala. Circularon cosas que nunca escribí ni puse, porque nunca tuve cuenta de twitter. Y después te cuentan que eso sale del círculo íntimo del supuestamente agredido. También sabemos que hay jugadores de Colo Colo que han querido venir acá y no se les ha dejado. En el fútbol se sabe todo, pero la relación ni es buena ni mala. Fui fiel de mi parte siempre, nunca traicioné. Estoy muy tranquilo de cómo me manejo y cómo soy.
¿Obstaculizó Guede la llegada de jugadores a Palestino?
Hay jugadores que querían venir y no han llegado. Y otros que los convencieron para no venir. Eso habla de que no hay un cariño hacia la institución o hacia su entrenador. Y me parece que no está bueno.
Este año se cumplen 40 del último título de Palestino. ¿Qué hay que hacer para volver a pelear uno?
Con las diferencias económicas que hay es difícil que un chico, con presupuesto bajo, pueda salir campeón en un torneo de 30 fechas. Todos queremos salir campeones, pero yo no puedo volver a cometer el error que cometí el año pasado cuando dije que el equipo iba a pelear la clasificación a las copas. A la gente le gusta que le mientan, que les generen una falsa ilusión, pero mi objetivo es hacer una mejor campaña que el año pasado.
¿La hinchada está con el equipo?
Más o menos. Muchas veces creo que algunos están esperando que una incorporación falle para silbarlo, para putearlo, para decir que para qué lo traemos. Porque siempre está rondando la idea de que hay negocio entre el entrenador, los gerentes y los representantes. Y Palestino es un club que representa a un pueblo que lucha y que está unido para luchar y yo muchas veces no estoy de acuerdo con las críticas de los hinchas, me parecen injustas. Acá han venido jugadores como Farías o Lanaro que los han puteado desde la primera fecha, y uno terminó marchándose a Europa y el otro a Católica. A mí eso no me gusta. Me gustaría que se apoyase más.