Gert Weil vive el conflicto más grave que ha experimentado el atletismo chileno desde distintos roles. Todos, ineludibles. Es el padre de Martina Weil, el esposo de Ximena Restrepo y, por cierto una de las principales figuras de la actividad en toda su historia. Basta decir que dos veces fue el abanderado olímpico nacional: en Seúl 1988 y en Barcelona 1992.
A horas el juicio contra su mujer, al portomontino le cuesta definir desde qué perspectiva el bochorno le toca con mayor dureza “Como papá de Martina, sin dudas, pero también como el esposo de Ximena. Y como exatleta, porque me tocó luchar contra la dirigencia... Y ver esta polarización que se ha armado dentro del atletismo como instaurando una suerte de lucha de clases... ¿Cómo la veo? ¿Afectada? No. También ha pasado un poquito colado que en las declaraciones de Berdine y de Poulette hacen acusaciones durísimas contra ella, contra sus compañeras y eso nadie lo ha sopesado. Ni siquiera Poulette y Berdine”, establece en el inicio del diálogo con El Deportivo.
¿Cree que se mancharon los logros de Martina a partir de todo lo que sucedió?
El logro del atletismo nacional. Desde el día uno sostuve que esta situación era un tema discutible técnicamente y que se les descontroló. Al otro día llamé a Felipe la Fuente Le dije ‘Paren esta cuestión, se está saliendo de madre’. Ojo que los responsables finales hasta el momento han pasado coladitos ¿Quién puso a Marcelo Gajardo ahí? Reveau ¿Quién puso a Raveau y De la Fuente ahí? El directorio de la Federación. ¿Quién es el jefe? El presidente. La cabeza turco ha sido Chelo Gajardo. Y están aprovechando de hacer este supuesto cambio copernicano, acusando a Ximena de algo que no hizo. Yo creo que se ha manipulado. Si lees las declaraciones de Berdine, de Poulette, no son ellas hablando. Son redactadas por un abogado.
Un lío sin fin
El origen de todo este conflicto es la intromisión de Ximena Restrepo en una decisión técnica de Gajardo. ¿Le parece correcto lo que hizo Restrepo?
El error de Ximena fue no haber estado más fría en ese momento y no haber sido más calmada y menos intensa en abordar el tema con los entrenadores. Si ella fue toda la semana, estuvo en los calentamientos con Martina. No sé por qué se sorprenden tanto. Ella era directora deportiva de los Juegos, lo había conversado con el delegado técnico del atletismo para que tuviera la autorización de estar ahí, porque ella iba a fungir como entrenadora. Lo mismo que hizo en Budapest, porque no había ningún técnico de la federación a cargo de Martina y nadie se preocupó de ella, ni en Budapest ni acá. Entonces, ¿intromisión? Te aseguro, aunque no he sacado la cuenta, que estuvo más tiempo a cargo de ese equipo de relevos que Raveau y, tal vez, que Felipe de la Fuente. No es una desconocida. De lo que dice Berdine, que no dimensionó el peso que ella tiene... La Berdine ha estado más de una vez en mi casa, carreteando con Martina. Habla como que no la conociera. ¿Ella no sopesó quién era Ximena Restrepo, la mamá de Martina, la que fue su entrenadora en el proceso cuando fueron hicieron récord de Chile en Yokohama?. Aquí la presentan como la ‘apitutadora’ Ximena, abusadora de poder, en circunstancias de que con el cagazo que se mandaron en Budapest, con la no inscripción, ella perfectamente pudo, si es que es tan poderosa y tan cabrona como dicen, haber inscrito a la Martina.
Al comienzo de esta entrevista hablábamos de la superposición de roles. ¿Ximena Restrepo se extralimitó en algunos de los que tiene? Ella lo admite, en algún sentido.
En todo el sentido. Ella reconoce que su reacción no fue la perfecta. Lo notable es cómo a ella la han condenado antes de presentar pruebas. Si todavía no se ha hecho el juicio y ya están pidiendo sanciones ejemplares. Tú me podrías preguntar por qué salimos a hablar ahora. No sé si tú conoces cómo funciona el tribunal de arbitraje. Lo primero que ofrecen es llegar a un avenimiento, a una conciliación. Y eso es lo que estaba tratando de hacer Ximena cuando se acercó a hablar con Poulette en el Mario Recordón.
Cardoch dice que se sorprendió, que rechazó el contacto porque entendía que se estaba desarrollando un proceso.
Sí, correcto. ¿Entonces, por qué ella sale a condenarla y pedir una sanción ejemplar si todavía no se ha establecido si es culpable? Las versiones de Poulette y Berdine son como tiro a la bandada. Y no hay una descripción detallada de qué fue lo que dijo efectivamente Ximena. El único que habló directamente fue (Juan Pablo) Raveau. ¿Cuál fue la primera resolución que adoptó en toda esta majamama el Tribunal de Arbitraje? Anular las sanciones ¿Nadie se pregunta por qué? Es más, se empezó a cuestionar la idoneidad del comité y con eso presionaron y volvieron a presentar el recurso ahora ante el Comité. Pero la parte acusadora en este caso dice ‘no, si ya está listo’, ¿De nuevo van a presentar lo mismo y esperan un resultado diferente? ¿Por qué? Eso no se ha hecho. Ellos mismos se quejan. De repente dicen ‘ay, que no se ha llegado al fondo’. Entonces, ¿por qué están pidiendo una condena, una sanción ejemplar?
¿Y en qué se equivoca Ximena Restrepo?
Mira, dale. Es tercera o cuarta vez que me lo preguntas. En que no reaccionó de la forma adecuada. Ella es vehemente, tiene un carácter. A mí me sorprende que se compra tan fácilmente esto de que Ximena es una extraterrestre que llega ahí. Estos cabros han estado en mi casa haciendo asados y pasándola ‘chancho’. Y por eso que nos duele, a nosotros como a Martina, toda esta cuestión. Ella, que es fanática del tema del maquillaje, se puso a revisar cómo se maquillaba a las personas de color. Y eso fue cuando estuvieron en Japón. Y ese es el gran daño que se está haciendo acá, se está generando un cisma en el equipo. Y lo dijo Ximena en su entrevista. Aquí esta cuestión se podría haber... ‘¿Lleguemos a un arreglo? ¿Necesitan disculpas? Porque yo la verdad que estaba un poquito exaltada y todo’. Pero de ahí a que te acusen de que yo soy racista, clasista, discriminadora hay un paso’. Ese sí que es un salto grande.
¿Eso fue lo que más lo que más les dolió?
Obvio. Si en el plano técnico, ya te dije, Ximena tenía el perfecto derecho a estar ahí. Ella estaba fungiendo como entrenador. Cuando llegó Ximena ya estaba el despelote armado. Incluso esa cronología como que no se está teniendo en cuenta.
¿Se quebró para siempre el equipo?
En este momento está quebrado. Ojalá el tiempo cure las heridas. Y habría sido mucho mejor haberlas cerrado antes, con una conciliación, Por último, un ‘ya demos vuelta la página y sigamos adelante’. Pero esto va a requerir más tiempo, sin dudas.
¿Cómo se puede recomponer?
Buena pregunta. No sé. Ximena trató de acercarse a Poulette. Le dijo ‘¿Qué necesitas?’. Entonces pedir el cambio copernicano es un poquito, no sé... sobre todo Poulette, que no estuvo ahí. Poulette está apoyando una acusación de la que no fue testigo. Ella no estuvo ahí. Y tanto que le han dado al tema técnico, que el protocolo.... ¿Por qué el protocolo que era el mismo para la 4x100 que para la 4x400, no se respetó en la 4x100?. A Martina la convocan en mayo a integrar la 4x100. Martina pone una condición: que si y solo si se reconoce de que ‘nadie va a estar en contra, porque yo no tengo marca en 100′. Es más, cuando se armó esta tole tole, aparece una niña, a instancias de no sabemos quién, a reclamar que a ella también la habían discriminado, que la habían sacado de la 4x100. Entonces, Martina dice ‘a ver, ¿en qué quedamos? Y le pide al jefe técnico que la federación salga a aclarar esto. No salía. Ximena le insiste al jefe técnico. El jefe técnico dice ‘sí, yo tengo lista la declaración, pero Juan Luis (Carter, el presidente de la federación) no la quiere sacar’ . Toda esta cuestión me hace sospechar. ¿Qué onda? Nosotros, después de Budapest, no incendiamos la pradera.
Aunque Martina estaba muy molesta en esa oportunidad.
Juan Luis en ningún momento, estando allá, se le acercó a decirle algo. Sacó una declaración pública diciendo ‘aquí vamos a investigar. Y aquí el culpable es Kurt Contreras, el gerente general’. Y el gerente general saca un comunicado, con membrete de la de la federación y todo, diciendo ‘No, yo nada que ver A mí el cuerpo técnico no me dio la información’. Y pregúntame dónde está ese gerente general. Sigue ahí mismo. Y el gerente técnico también.
¿Cómo se toma Martina todo este enredo? Quiero ser directo con la pregunta, porque usted ha mencionado lo de Budapest, que suma a lo de los Panamericanos. ¿Ella ha llegado a cuestionarse la representación de Chile a partir de todo este lío?
Eso se lo tienes que preguntar a ella. No la he visto muy cómoda. No la he visto para nada cómoda. No sé. Por de pronto, Martina ya no está en el equipo. Si me hubiera pasado a mí, yo sí, me lo cuestionaría. No, no lo ha comentado.
Porque aquí es su figura la que en definitiva está en el medio.
Todo lo contrario. Ella, incluso, está temerosa de que si la involucramos mucho en nuestra defensa, la pueda afectar. Ya le perdió la confianza a la dirigencia totalmente, porque ve que la exponen y la tiran al matadero con una facilidad pasmosa. En la última entrevista a Emol TV de Juan Luis, cuando le preguntan por los candidatos a París, habla de que Carlitos Díaz ya hizo la marca directa, pero la que está mejor aspectada es la Martina. Y no la menciona. No queda otra que percibir que hay algo montado
Se puede dar esta dicotomía bien rara de que ella va a tener que competir y defender a la gente que está cuestionando a su círculo más cercano.
¿Qué fue lo que te dije hace un rato?. Nuestro ánimo siempre fue conciliar, porque se van a seguir viendo. Vamos a seguir involucrados en el atletismo. Si esto de meter esta idea de clasismo, de lucha, es pésimo. Por eso que el deporte, y Ximena también lo dijo en su entrevista, es democrático. ¿Tú podrías decir que el cronómetro es injusto?
No, porque es objetivo.
Entonces, ¿dónde quedan el origen social o las dificultades que tuviste para llegar ahí?
Se llegó hasta hablar de racismo.
Es grave. Y por eso es que Ximena también hace una defensa diciendo ‘oye, yo crecí, me crie en un país multirracial’. Sus mejores amigas de la época del atletismo son sus compañeras de equipo, que son negras. En Estados Unidos, en la universidad, ella era la única blanca en el equipo de velocidad. Y para qué hablar en Colombia. Las blancas en los equipos de atletismo de la época eran excepcionales. Además, se me olvida un detalle. Juan Luis en un encuentro en España con la Ignacia Montt y Martina les dijo ‘oye, ustedes no esperen nada de apoyo de la federación; ustedes vienen de familias ricas’. Eso también es clasismo.
Un problema familiar
Finalmente, como núcleo, ¿cómo esperan esta audiencia?
Tengo que confiar en el sistema. Por eso no salimos a dar nuestra versión antes. Pero, por lo que pasó en las últimas semanas y porque, en el fondo, el juicio se ha hecho por los medios, salimos. Espero que lo que se haya hecho no haya sido con el ánimo de pautear al tribunal. No me gusta esto. Lo encuentro pésimo. Sé que en esta época la sociedad contemporánea está hipersensible, sobre todo con este tema de las redes sociales. Tenemos casos como el del actor Cristián Campos, ya lo condenaron. Incluso al alcalde Jadue, que sale a reclamar ‘oye, pero un momento, ya me acusaron, me condenaron y todavía no hemos hecho el juicio’. Y ese ambiente que hay es pésimo, sobre todo en el deporte. Al deporte siempre lo hemos tratado de mantener fuera de esta chimuchina.
A Ximena Restrepo. ¿Ya la condenaron?
Los medios sí. Y las redes sociales para qué hablar. Espero que saques realmente lo que yo he estado diciéndote ahora y seas lo más ecuánime posible.
Esta es una entrevista, no se preocupe por eso. ¿Ximena Restrepo es inocente, más allá del juicio público?
¿Inocente de qué? Especifica. Porque en las declaraciones, en las acusaciones, en las denuncias, aparecen cosas muy al voleo. Berdine y Poulette dicen es que aparecieron mamás y papás o familiares. Lo mismo puedo decir yo. Apareció un papá llamando por teléfono, para que saquen al entrenador que sacó a su atleta del equipo. O que Raveau diga ‘mira, esto es clásico de las niñitas que vienen de esos colegios’. ¿Qué están tratando de tapar con esto? Que hubo un pésimo manejo técnico, no hubo liderazgo. Pregúntale a la Violeta (Arnaiz), a la Steph (Stephanie Saavedra), a la Fernanda (Mackenna). Ellas estaban destrozadas. Cuando Ximena llega a la pista, no sabía quiénes estaban en el relevo. Se encuentra con Martina. Martina le dice ‘mamá, está la cagá’. Se encuentra con la Fernanda, ‘puta Xime, esto es un despelote’. Sigue caminando, se encuentra el Chelo Gajardo, cabizbajo, sentado en una silla, y la Violeta llorando. La Berdine en ese momento no estaba. La Poulette, tampoco. Y ahí cuando le dicen ' es que me llamó por teléfono, me echó Juan Luis’. Dice ‘esto no puede ser’. Y parte a hablar con Raveau y con De la Fuente. La decisión de reintegrar a Berdine y de meter a la ‘Feña’ Mackenna ya estaba tomada. Ella no pudo influir en nada. Y eso todo como que lo manejan, como que no respetan la cronología. De lo que se acuerdan todas es que en ese momento estaban tocando Taylor Swift en el Mario Recordón, a todo volumen. Había ruido. Y así y todo, todos escucharon.
¿Cómo lo están viviendo?
Es duro como familia. Lo dejó entrever Ximena en la entrevista. Yo le di a este país le di bastante en el atletismo. No creo que Ximena haya llegado donde ha llegado a punta de andar puteando a la gente, insultando, abusando, discriminando. A ser la primera mujer vicepresidenta de la World Athletics en un mundo machista total. Entonces, ¿dónde se pegó Ximena para haberse transformado de, un segundo a otro, en un monstruo discriminador, racista? Eso nadie se lo ha preguntado.
¿Qué hay?
Hay una intención detrás. No sé si para tapar algo o realmente aprovecharse y buscar no sé, porque están perdiendo todos. Y como que no sopesan las verdaderas consecuencias de esto y el mal que le están haciendo a estas niñas. No sé por qué la Poulette estaba tan segura de que iba a ser titular. ¿Quién le aseguró eso? Ojo, de nuevo, el cronómetro. En las dos carreras previas que hubo a la competencia de los Panamericanos, Fernanda fue más rápida que Poulette. Se trató de hacer un control previo. Ella se negó a hacerlo. Berdine ni siquiera apareció. La razón era que el entrenador, el jefe de área, no le autorizaba a hacer ese control. Le preguntan al gerente técnico por qué hizo un control para la 4x100 y no para la 4x400. ‘No, es que era muy desgastante’. Entonces el haber corrido la final de 800 antes de la 4x4 te deja en top shape para correr la final de la 4x4, para hacer tu mejor marca en la 4x4. Entonces, el mismo argumento técnico lo usan para un lado, pero no para el otro, ¿Por qué pusieron a la Fernanda y no a la Violeta, si, supuestamente, la Violeta tenía la quinta mejor marca y la Fernanda, la sexta? Es por lo mismo que un entrenador, no sé, el Nico Massú en la Copa Davis, por mucho ranking que tenga alguien, si lo ve mejor al otro, lo va a poner. ¿Por qué habría puesto yo a la Fernanda, por ejemplo? Por la experiencia que tiene. Ha demostrado siempre correr muy bien internacionalmente por Chile. La Violeta sí podría haber sido una apuesta más. Estaba más descansada. El entrenador, claro, de nuevo… aquí el ambiente del atletismo es muy, muy reducido. Hay muchas relaciones aquí. Eso lo dije yo, usé una palabra, de hecho me la censuraron en mi entrevista, pero hay relaciones muy cercanas. En ese sentido, Ximena, ¿qué interés tenía?. La única segura en ese relevo era la Martina. ¿Qué interés podría haber tenido en empeorar ese relevo para el lucimiento de Martina? Todo ese razonamiento, por ese lado, nadie lo ha abordado. Vamos a condenar. Vamos dándote. Eso es una lata. Ahora como que nosotros somos los extraterrestres que venimos a liquidar todo. Duele mucho.