Los golpes de Sebastian Vettel a su volante, luego de incrustarse en la barrera de la curva 13, solo reflejaban la impotencia que nace cuando se fracasa en algo seguro. Su desgracia en la vuelta 54 le devuelve el liderato a Lewis Hamilton, que remontó desde la 14ª posición y terminó primero en Alemania. Devolvió el golpe recibido en su tierra natal, mandando a la lona a Ferrari en casa de su piloto estrella. Si Hamilton consigue su pentacampeonato, la historia dirá que tomó forma en el Hockenheimring.
Con esta victoria, el oriundo de Stevenage iguala a Michael Schumacher como el automovilista más exitoso en el GP de Alemania, con cuatro banderas a cuadros. No obstante, el tono milagroso de esta victoria la alza por sobre las demás. Tras la carrera el mismo inglés confesó que rezó para que algo así sucediera. Sus plegarias fueron escuchadas.
La pole de Vettel conseguida a punta de récord del circuito vaticinaba una carrera sin mayores problemas para los de Maranello. El inicio lo confirmaba, con el nacido en Heppenheim escapándose de sus perseguidores desde la misma vuelta 1. Más atrás Hamilton volaba en plan remontada: para la cuarta vuelta estaba décimo; en la 14 ya se ponía quinto.
Para la mitad de la carrera la lluvia amenazaba en el circuito germano, lo que puso a prueba las distintas estrategias de las escuderías. Hamilton, sin temor al asfalto humedo y con información de que las precipitaciones no causarían estragos, optó por neumáticos súperblandos.
Un poco antes Vettel también se detuvo en pits, aunque un mal cálculo lo puso por detrás de Raikkonen. El finlandés, obligado desde boxes, dejó pasar a su compañero tras valioso tiempo perdido y un daño a los neumáticos irreparable.
Y en la 54 vino la catástrofe: Vettel perdió el control en una curva y se fue contra la barrera. Con la voz entrecortada pedía disculpas por radio.
El Safety Car ingresó y se despidió en la 58, dando pie a un reinicio endemoniado. Hamilton aprovechó las paradas de ambos finlandeses para meterse primero y sacar a relucir su habilidad bajo la lluvia. Bottas, segundo, presionaba con todo a su compañero hasta que desde Mercedes le instruyeron que mantuviera la posición. Ya nada importaba: el británico firmaba su primera victoria partiendo fuera del top seis.