Aunque no es profesional, hoy Felipe Haase puede decir que es parte de la liga de básquetbol más competitiva en la que un chileno ha jugado. El osornino de 2,06 metros fue reclutado por South Carolina, el actual subcampeón de la NCAA, la liga de básquetbol universitario de la que principalmente se nutre la NBA.

No es menor el paso que dio este joven que ya en 2016 destacó en la selección nacional U-18, durante el Premundial de Valdivia, donde la escuadra criolla incluso complicó de sobremanera al todopoderoso Estados Unidos.

Haase comenzó a figurar en EEUU gracias a sus actuaciones defendiendo a la Escuela Cristiana de Miami, como parte de la competencia secundaria del país del norte. Ahí se consagró como el Jugador Más Valioso de la competencia y del Juego de Las Estrellas de su división. Por lo mismo, además de South Carolina, lo buscaron también desde las universidades de Purdue , Missouri, Pittsburgh y Louisville, todas la primera división de la NCAA.

En agosto, Haase se unió a los trabajos de los Gamecocks, bajo la dirección técnica del prestigioso entrenador cubano-estadounidense Frank Martin. "He entrenado pesas y físico, más que nada. Cada día me siento mejor, más cómodo. Hemos entrenado todos como un equipo, pero todavía estamos en proceso de adaptación", explica Haase desde Columbia, la capital del estado de Carolina del Sur.

El gran objetivo de Felipe es alcanzar un nivel que le permita jugar en las mejores ligas del planeta. Y, por qué no, en la misma NBA. Para eso trabaja, para eso dejó a su familia en Chile y partió solo a Estados Unidos en busca de un sueño.