La 71ª victoria en la carrera de Lewis Hamilton -su sexta en las últimas siete carreras- se desarrolló de manera imperturbable para el inglés. Para Sebastian Vettel y Ferrari, sin embargo, fue un caos. Su sexto lugar le da a Hamilton una ventaja de 67 puntos en el Mundial, algo irremontable si se observa la superioridad con la que está cerrando la última etapa del campeonato. El nacido en Stevenage solo necesita sacar ocho puntos más que el alemán en el próximo Gran Premio de Estados Unidos, para igualar al argentino Juan Manuel Fangio con cinco Mundiales.
Hamilton sabe que todavía falta para alzar el trofeo, pero tras la carrera se permitió un poco de placer al entender que su lucha contra Vettel la acabó ganando él. "Siempre he podido ir frente a frente con mi competidor, y ver quién se quiebra primero es el desafío absoluto. Estabilidad mental bajo presión, quiero más de eso", señaló.
Ciertamente Vettel es quien ha desfallecido repetidamente, en Japón no fue la excepción. Al un-dos de Mercedes en la pole -y que se extendió hasta la bandera a cuadros-, se le sumó el error de Ferrari al elegir neumáticos y su octava posición en la largada. Tras remontar cuatro puestos intentó pasar a Verstappen en la tercera posición, pero su bólido chocó con el Red Bull. Con su Ferrari dañado, el sexto lugar fue todo a lo que pudo aspirar.
En su temeraria maniobra, el oriundo de Heppenheim dio a entender que el título ya lo sabe perdido. Se arriesgó pese a que podía esperar un mejor momento para adelantar. Era el todo o nada y terminó complicándose. Así lo entendió también el jefe de Mercedes, Toto Wolff: "No creo que haya sido un error. Se había colocado cuarto y en ese punto un piloto debe ir por todo o no. La puerta parecía abierta, así que fue".
Las mejoras de Ferrari a su automóvil esta temporada fueron sustanciales, al nivel de llegar a superar a la Flecha Plateada alemana. No obstante, terminaron viendo cómo Hamilton se las arregló para finalizar siempre primero. Lo que en Silverstone parecía una verdadera contienda solo fue una ilusión que se repitió en Spa. Lo demás fue todo del británico.
"Estoy esperando el GP de Estados Unidos, donde puedo ser campeón. Estoy orgulloso y agradecido por la oportunidad que me han dado. Este es el mejor circuito del mundo. Estoy en las alturas, pero espero que no sea la cima", añadió Hamilton que, con 33 años, está a un paso de conseguir el pentacampeonato y quedar solo a dos títulos de la leyenda de Schumacher.
Hamilton será campeón en Estados Unidos si gana y Vettel es 3º o peor. O si acaba segundo y Vettel, 5º o peor. O si acaba tercero y Vettel, 7º o peor. O si acaba cuarto y Vettel, 8º o peor. O si acaba quinto y Vettel, 9º o peor. Y hasta si acaba sexto y Vettel no puntúa (11º o peor). Y si no, aún tendrá tres fechas más para agarrar la corona. En definitiva, es suya.