Turquía dio el gran golpe de los octavos de final de la Eurocopa. Con un juego directo y sin complejos, el equipo del técnico italiano Vincenzo Montella eliminó a Austria, el equipo que más había sorprendido en la Euro 2024, tras ganar 2-1.

El equipo euroasiático no quería irse tan temprano del torneo. Fiel a su estilo, presión y posesión, los otomanos no se amilanaron y fueron en busca de la ventaja ante el equipo sen sensación de la competición.

Algo que ocurrió antes que el reloj llegara a los 2 minutos. Un tiro de esquina servido por el juvenil Arda Güler no logró ser despejado por el germánico Christoph Baumgartner, la pelota quedó picando y el zaguero turco Merih Demiral remató fuerte y arriba para el 1-0.

Una conquista que no hizo más encender al cuadro austríaco. En la jugada siguiente, a sabiendas del error en la desventaja, el mismo Baumgartner intentó un largo remate que se fue muy cerca junto a un vertical.

La presión de los germánicos era constante. A los 6 minutos, un tiro de esquina desde la izquierda del ataque se paseó por la línea del arco otomano, incluso el mismo Baumgartner pifió en el segundo palo cuando la jugada pedía solo empujar el balón.

Instantes más tarde, los dirigidos del alemán Ralf Rangnick volvió a poner a los euroasiáticos contra su arco, pero el cabezazo de Konrad Laimer se fue muy cerca del segundo palo sobre el horizontal.

Tras esa embestida, los pupilos del italiano Vincenzo Montella equilibraron las acciones. Supieron contener a su adversario y aprovecharon la velocidad de sus jugadores para aumentar las cifras. Lo intentó Güler y también Demiral con un cabezazo.

En el último cuarto de hora de la primera parte, el partido no perdió en intensidad, pero ambas fuerzas parejas se anularon y equilibraron para que los euroasiáticos se fueran con la diferencia, al descanso.

Final heroico

Y si la primera parte tuvo ritmo y velocidad, el tiempo complementario vio un partido aún más vertiginoso, todo bajo la intensa lluvia que caía sobre Leipzig que le daba aún más velocidad a la pelota.

Tal como en el comienzo del partido, fue Austria la escuadra que tomó la iniciativa. Primero, con un cabezazo desviado de Michael Gregoritsch y, luego, con un inmenso pase de Stefan Posch que dejó solo a Marko Arnautovic. Sin embargo, el excompañero de Alexis Sánchez en Inter falló ante el achique del golero Mert Günok.

En la jugada siguiente, fue Demiral quien debió sacar de emergencia el tiro de Posch, jugador del Bologna italiano, que tomaba destino hacia la portería turca.

Pero los otomanos aguantaron el vendaval y esperaron su momento. El mismo que llegó en un nuevo tiro de esquina de Gülar que encontró la cabeza de Demiral para el segundo personal y el 2-0 de su selección, justo en la hora de juego.

A esa altura del duelo, el eventual cuadro perdedor intentaba meter balones al área para no irse de la competición. A los 65′, Austria encontró premio a su insistencia con el descuento anotado por Gregoritsch.

En los minutos finales, el dominio de los germánicos se hizo casi insostenible para los euroasiáticos, quienes sintieron físicamente el gasto de repeler la insistencia de su adversario.

En la última pelota, el meta Günok realizó la gran tapada del torneo tras repeler desde la línea el cabezazo de Baumgartner y así dejar a Turquía en cuartos.