Gonzalo Fierro está dolido. Quería seguir un año más en Colo Colo, pero desde el jueves sabía que su ciclo en los albos había terminado. Había recibido la comunicación de parte del director deportivo del club, Marcelo Espina. Fue él quien le comunicó que Blanco y Negro había decidido no extender una relación que duró casi dos décadas. "Estoy un poquito más tranquilo que ayer. La verdad no tengo las palabras para decir en qué está mal el club, los dirigentes o yo, si salgo mal. No sabría decirlo. Quizás en unos días más, con el pasar de los días la amargura va a desaparecer y podré encontrar un poco las alternativas de eso. Pero es triste terminar de esta manera. Sé que uno cuando está en una institución o en cualquier trabajo tiene que cumplir un ciclo y eso siempre en mi mente estuvo, pero creo que la manera en que uno termina, después de haberle entregado tanto a Colo Colo, es lo que más duele", dice el ex capitán del Cacique al programa El que calla Astorga, de Redgol.
El carrilero revela cómo fueron los diálogos con Espina en relación a su continuidad. "Conversé con Espina y le dije que mi intención era jugar todo el 2019 y hacerlo ahí, en mi casa. Y después retirarme. Cuando lo conversé con él, me dijo que estuviera tranquilo, que el tema mío no era tan difícil en comparación con las renovaciones de los otros compañeros, por lo que uno significa para el club, por lo que entregó en el tiempo, pero el jueves tuve la última reunión me comunica que decidieron no renovarme. Eso es lo que más duele, la forma en que uno termina saliendo. Empecé los contactos con mi representante en septiembre para ver la renovación. En octubre quedamos con Marcelo de quedar un año más en el club. No pedí condiciones, ni aumentos, ni ser capitán. Quedamos en que el 24 de octubre nos íbamos a sentar a conversar. Nunca nos sentamos a conversar. Recién este jueves me comunican que habían decidido no renovarme, a dos días de terminar el campeonato", explica.
Sin embargo, pese a conocer la decisión antes de enfrentar a Universidad de Concepción, Fierro dice que prefirió callar. "Siempre la institución está primero. Cuando me tocó irme en 2008 a Flamengo me fui dando las gracias y volví agradeciendo. Cuando salí de la titularidad, la disposición siempre fue la misma. Respeté a compañeros, a cada técnico y trabajador del club. Hasta ayer lo hice de la misma forma. Supe el jueves y me quedé callado. Lo comuniqué después del partido. Por eso la noticia parece sorpresiva. La gente que me conoce sabe que soy respetuoso de la gente que está cerca de mí. Por el otro lado, no respetaron eso. A los ídolos, a la gente que quiere al club, no los respetan como debieran hacerlo", afirma.
También justifica por qué no recibió algún reconocimiento. "El jueves me ofrecieron muchas cosas, entre ellas la despedida, pero no lo acepté. Su intención es que me retire del fútbol. Yo siempre dije que me iba a retirar el próximo año en Colo Colo. Y si no, alargaré mi carrera. Con 35 años, no siento que tenga que retirarme del fútbol. Si hacían algo ayer, iban a quedar como que estaban preocupado hace mucho tiempo de mi situación y no es así. Me lo comunican dos días antes del partido. No fueron claros conmigo. Por eso no acepté un reconocimiento de ellos. Sí es reconocimiento el de la barra, más valioso que el que planteaban los dirigentes. Hace meses, cuando empezaron a hablar de la renovación, hablaron de partido de despedida. Yo nunca lo tuve en cuenta. No me iba a retirar de un día a otro, sin hablarlo con mi familia. La única posibilidad era retirarme en el club el próximo año, no en este. Si me avisaban dos meses atrás, esto sería distinto. Siempre entregué mucho al club. Y lo único que quería era que la gente me respetara, como los hinchas", insiste.
En ese escenario, Fierro dispara contra la dirigencia. "No fueron francos. Eso es lo que más duele. Si lo hubiesen sido, lo hubiese agradecido, pero esperaron y esperaron. Si tienen un proyecto, uno debe saber si entra o no en ese proyecto. Uno merece un respeto. Me voy dolido, porque hay gente que se olvida que fue jugador, que estuvo en ese club. Eso duele. La única razón que me dieron fue que no me iban a renovar el contrato, que el directorio no quería renovarme. No me dieron detalles. Lo que más me duele es eso, el trato. No me meto con la edad de mis compañeros ni nada. Y siempre he podido mirar la gente a la cara, no como mucha gente que en el último tiempo me agacha la mirada. No voy a dar nombres. No vale la pena seguir hablando de esa gente. Sé que hay gente que no me quiere en el club. Me lo guardo. El fútbol da revancha y en un par de años sé que me voy a encontrarme con ellos. Cuando me toque enfrentarme con ellos, podré mirarlos a la cara. No sé si ellos", dice.
También compara su salida con las experiencias traumáticas que vivieron otros jugadores. "Pasó con Mena, Suazo, Henríquez, Sanhueza, Kalule. Ojalá que yo sea el último ex jugador del club al que le pase esto", enfatiza.
Igualmente dice que su vínculo sentimental con el equipo de Macul no morirá. "Soy colocolino y no se me va a quitar por no estar mañana en el club. Voy a seguir siéndolo y apoyándolo hasta cuando ya no exista. Pero si me toca irme a otro club, que va a tener que ser así, voy a entregarme al 100 por ciento, como lo he hecho en Flamengo. Feliz de que la gente pueda entender mi sentimiento. Le agradezco al hincha colocolino, que siempre se portó bien conmigo. Fueron más de 20 años desde que llegué".
Y criticó la gestión deportiva de Blanco y Negro. "Todo viene de una base. El camarín es muy fuerte en cuanto a nombres y experiencia. No éramos amigos, pero nos respetábamos mucho. Eso ayudaba en los momentos difíciles. Viene de otro lado el tema de que las cosas no se estén haciendo bien. Peleas de poder, todas esas cosas tienen a Colo Colo donde lo tienen. No se puede pelear una Libertadores reforzándote con tres jugadores que no son del nivel que quiere el hincha. Para pelear una Libertadores hay que invertir. Cuando las cosas no empiezan bien, terminan mal. Eso es lo que ha pasado en Colo Colo", sostiene.
Las últimas palabras tuvieron como destinatario a Espina, ex compañero suyo a inicio de los 2000. "Espina fue jugador, me conoce, aunque eso no significa que me tenga que tratar de una forma distinta. Me duele que se haya olvidado de que fue jugador. Uno nunca se olvida de ser jugador. El Bichi una vez nos dijo que si lo olvida, se va a retirar del fútbol. Por tener una oficina o tener un cargo distinto, no se puede cambiar", concluye.