Gonzalo Jara advierte recién en el inicio de esta entrevista con La Tercera que han pasado más de 20 años desde que se inició en el fútbol. El exdefensor está abocado a preparar su despedida, que se realizará el 12 de octubre, a las 19 horas, en el estadio Bicentenario de La Florida. Asistirán sus compañeros de la Generación Dorada, con los que ganó dos títulos de América. Uno de ellos, Claudio Bravo, también anunció el adiós. “El legado que deja no es solo para la Selección o el fútbol chileno. Es para el fútbol sudamericano y mundial. Podía prestar ayuda al equipo, a la defensa. Fue fundamental. Para mí, Claudio fue pionero junto con Neuer. Para mí, en su momento, fueron los mejores arqueros del mundo. Uno entiende las decisiones del fútbol, pero es nostalgia pura. Se respeta totalmente”, dice de un proceso que también está viviendo.
¿El Gonzalo Jara de 20 años después del debut superó por mucho al que soñaba llegar al fútbol?
Jamás pensé que llegaría donde llegué. Todos tenemos sueños. Los míos no eran conformistas, sino que siempre fueron a corto plazo. Mi sueño era jugar en Huachipato. Era jugar fútbol, ser profesional. Cuando debuté, al ser titular con 17 años, me fui poniendo más metas. Después, era jugar en un equipo grande y así.
¿Cómo podría resumir el paso por la Selección con todo lo que tuvo, con los títulos?
Tuve de todo. Buenos y malos partidos. Hay muchos. Normalmente fui criticado, pero siempre jugué con todos los entrenadores. No me encerré específicamente en una posición y eso me ayudó muchísimo, como hay otros a quienes ser polifuncionales les afectó. A mí, no. Todo lo contrario. Mi carrera en Europa la hice jugando en otras posiciones como lateral, como volante, nunca como central. Mis inicios en la Selección fueron bien criticados, porque también jugué mal y hacía malos partidos.
¿Por qué cree que la gente cargó la mano con usted?
No sé. Yo, estando acá, creo que muchas veces es el periodismo. Me he dado cuenta de que, si uno quiere hablar mal de un equipo o hablar mal de un jugador, es muy fácil. La gente lee y escucha lo que el periodista escribe o habla. Somos muy poco futbolizados.
A propósito de la Generación Dorada, hoy se habla de un equipo que ya está en retirada. En la última lista no está Alexis Sánchez, por ejemplo. ¿Cómo ve una nómina sin él?
Desde el año 2003, en que comenzó Claudio, nuestros cuatro estandartes principales eran Bravo, Arturo (Vidal), Gary (Medel) y Alexis (Sánchez). Son jugadores que dejaron mucho. Es parte del recambio natural. Si bien Alexis no está por lesión, van quedando los más jóvenes. Es algo natural, pero doloroso, sí, pero para el hincha. Como futbolistas, lo asumimos y lo respetamos.
Algunos se están poniendo medios rabiosos, como Alexis en la Copa América.
¿Sabes qué pasa? Más que rabiosos, son demasiado competitivos. Desde chicos. Y cuando iniciamos lo de la Selección, ayudó mucho también la llegada de Bielsa, del profe Bonini. Nos pusieron el chip de que podíamos competir con cualquiera. Alexis, Arturo o Gary no lo van a perder jamás. El otro día, en mi teléfono veía videos que tengo de la Selección en mi última Copa América, que fue el 2019 y se los mostraba a un amigo. Ocho o 10 videos jugando pimpón. Nos llegábamos a pelear. No nos gustaba perder, apostábamos a todo.
Hace un tiempo recordó que a Alexis lo quería matar en un partido...
Ah, sí, pero son situaciones que se producen porque el partido se gestiona de otra manera. Nos podíamos llegar hasta a pelear. Son cosas que nunca van a salir ni se van a hablar, tampoco. No entrenábamos tres o cuatro días para llevar un plan de juego para que cualquiera viniera y quisiera romper el molde. Además, en la Selección había un respeto único. Éramos 23 jugadores, de los cuales 19 jugaban en Europa. Nadie se podía reprochar nada ni podía ponerse sobre el hombro de otro.
En la Copa América, en el partido con Argentina, quedó la sensación de que Chile jugó mejor sin él, más relajado.
El tema de Alexis hoy en la Selección va de la mano con que cuando quieres resolver más cosas que las que tu físico o el partido permiten, no puedes, porque no te da. Hoy, Alexis quiere resolver cosas que ni el partido necesita, más que cumplir su posición. En la época nuestra podía generarse un desorden, que nosotros decíamos que era generalizado. Te lo daban Arturo, que aparecía como un nueve; Alexis, que empezaba por izquierda y venía por derecha. Pero eso lo sostenían nueve tipos con una calidad tremenda. Si revisas el plantel, llegamos a jugar cinco o seis en la Premier League al mismo tiempo. El desorden que se puede generar hoy día en la Selección está bien, pero le faltan tipos para que lo puedan resolver, como sí los tenía una Selección que solucionaba sin ningún problema el error del otro.
¿Hay que empezar a olvidarse de la Generación Dorada?
Todavía pueden estar. Arturo y Gary pueden seguir jugando en la Selección sin problemas. Charles demostró que estando bien ahora en la U lo puede hacer. Ahora, está bien, me encantaría que sigan siendo citados, pero en algún momento, si el entrenador los necesita medio tiempo, 40 minutos o 30 minutos, el jugador también tiene que ser responsable y consciente de aceptar las reglas. Yo creo que Gareca está más que claro. Lo tienen que sostener referentes. Quizás tendríamos que dejar pasar un Mundial, pero quién está preparado para decirlo.
¿Dejaría pasar un Mundial para generarlo?
Para dejarlo pasar tienen que jugar los jóvenes: Morales, Palacios, Cepeda, Vásquez, Aravena, Tapia, Kuscevic, Sierralta. Si en la ANFP, que son los que manejan el fútbol, la Selección, quisieran eso, lo tendríamos que respetar. Yo desde este lado, estando en la televisión, mi análisis tendría que ser ‘vamos a darles tiempo, vamos a dejar que trabajen’. Es difícil, sí.
¿En qué posición en la Generación Dorada se pone?
La vida me puso en el tiempo justo donde se gestó todo. Teníamos cuatro superclases. Podemos poner a Charles. El resto éramos los que teníamos que acompañar. Yo sabía que, si Gary, Alexis, Arturo y Claudio jugaban al 100%, yo tenía que jugar al 120, al 130. La gente muchas veces dice, ‘uy, así es fácil’. Y no, no lo es. Hay que convivir con la presión, con el nivel que uno llegó a tener. Y, después, llevarlo a la Selección, que era lo más difícil. Hay muchas selecciones que tienen muy buenos jugadores, pero colectivamente no trascienden. Nos reíamos siempre con Gary, porque nos molestaban y nos decían ‘ustedes defiendan’, pero hay que defender con la mitad de cancha libre atrás, mano a mano contra Neymar, Messi, Agüero, contra Ronaldinho.
¿Qué le dijo a Cavani cuando lo sacó del partido en 2015?
Sabíamos que ellos no iban a querer que se jugara. Que se iban a tirar, que tras cada falta iba a haber una pelea. Ellos nos sacaban en cara que eran campeones del mundo, que nunca habíamos ganado nada, que ‘son chilenitos cagones’. Era eso nomás. Putearnos, decirnos ‘nunca van a ganar nada, cagones’. O ‘están todos metidos atrás, no salen a jugar, lo único que quieren es que termine el partido’.
¿No es cierto, entonces, que le provocó aludiendo a la detención del papá?
No, no.
Después viene el famoso ‘dedo de Jara’.
No fue algo en especial, o, bueno, hago el gesto que hice. Finalmente, no es lo que lo molesta. Se molesta y putea por cómo se va expulsado. Yo creo que es por una estupidez, o sea, calentarse y tratar de pegarme como me pegó. Él se calienta, se termina yendo expulsado por una estupidez.
¿Es un estigma o una marca registrada?
Me da vergüenza. Sé que la gente me recuerda muchas veces por eso, pero soy más que eso. Por eso me da vergüenza. Me lo van a recordar toda la vida y feliz de que así sea, porque el partido se logra, se gana, se pasa, y mucha gente me lo reconoce, pero no es algo que me llene de orgullo.
¿Cómo quedó la relación con los hinchas de la U?
Bien. Jugué en un lugar en que siempre quise jugar.
Usted siempre fue hincha de la U...
Sí. Mi sueño era jugar en la U. Mis tíos son hinchas de la U. Tengo tíos que me llevaban a la barra, de chico. En Las Higueras, en Collao. Mi sueño era jugar en la U, pero entiendo al hincha. El hincha te critica porque quiere que ganes. Había muchas expectativas no solo por mi llegada, sino por el plantel de la U. Teníamos muy buenos jugadores, pero también estuvimos en una época en que Colo Colo tenía muy buenos nombres. De hecho, el último campeonato que tiene la U es el nuestro. Conmigo, con Beausejour, con Monzón, Lolo Reyes, Johnny Herrera, la Gata Fernández, Felipe Mora.
¿Cómo fue verse enfrentado al lienzo que decía ‘fuera zorras’, por usted y Beausejour?
A mí no me provocaba nada. Yo tuve problemas hasta en Colo Colo, cuando se habló en su momento, en la época de Barticciotto, lo de los ‘camilleros’. Ahí tenía 23 años... de dónde. No es que no le tome el peso. Soy tan cuero de chancho… Sufre la familia. Mis papás, mis hermanos. La gente no sabe qué tan hincha de la U soy. Me hubiese encantado lograr más. De hecho, logré más cosas en Colo Colo que en la U. Salí tetracampeón con Colo Colo y en la U gané solo un título. Me duele haber perdido una final de la Copa Chile con Wanderers, en Conce, en mi ciudad, con todos mis amigos, con mi familia en el estadio. Sin dudas, me duele… En mi carrera, solo en dos equipos me sentí seguro de que siempre íbamos a ganar: en la Selección y en el Colo Colo del Bichi. Me sentí superior. Pero de la U soy un agradecido también.