Iquique, 17 de julio de 2016. Un heroico Gonzalo Lama (hoy de 26 años) le da el punto decisivo a Chile ante Colombia y pone al equipo en el repechaje para acceder al Grupo Mundial de la Davis. Todo era felicidad en ese momento. Sin embargo, todos esos sueños se derrumbaron y hoy lucha por volver a jugar sin malestares. "Los últimos tres años estuvieron plagados de lesiones. Fueron tantas que no puedo ni acordarme cuál era cuál. Fue muy difícil, me hicieron perder mucho tiempo y torneos. Jugué sin estar preparado y el último año fue lejos el más complicado, porque corrí riesgos de salud importantes. Tuve dos crisis muy grandes de mi enfermedad de Crohn, estuve casi un mes hospitalizado y perdí nueve o 10 kilos. Tuve dolores, no sabía qué tratamiento seguir. Por suerte ahora estoy con un tratamiento hace dos meses y ha andado impecable", dice, en una soleada tarde en el Club Palestino.
¿Corrió peligro su vida?
Tenía gran parte de mi intestino infectado y, una vez que estás al borde de la peritonitis, tu vida sí puede correr peligro. No sé si estuve a punto de morirme, pero la situación era de gravedad. Fueron momentos difíciles, donde tienes incertidumbre de todo. No sabes cómo va a seguir tu vida. Porque para la segunda crisis, con todo lo infectado que lo tenía, estuvieron a punto de operarme y cortarme parte del intestino. Y ahí cambia tu vida en 180 grados. Por suerte, el doctor tuvo el tino de tratarme con antibióticos fuertes.
Ahí se terminaba su carrera.
Si me llegaban a sacar gran parte del intestino, no tenía ninguna posibilidad de estar cerca de hacer algo competitivo en mi vida. No fue fácil, porque era la primera vez que tenía una crisis de Crohn tan heavy.
Si en estos tres años no hubiera tenido estos problemas, ¿dónde estaría ahora?
Me imaginaría mejor de lo que estoy ahora, pero tampoco me gusta especular. Yo venía bien antes de mi lesión en la muñeca, que fue la primera y donde partió mi debacle física. Estaba 160 del mundo y también hubo muchos errores míos; de apurarme, de no tomarme las cosas con calma, de no dejar que mi cuerpo se recuperara en los tiempos que correspondía. Siempre había una ansiedad, una presión autoimpuesta por estar bien en el ranking y jugar los challengers y seguir compitiendo en las clasificaciones de los grand slams. Cometí errores, pero lo del año pasado ya salió de mi control. Sería soberbio decir cuánto estaría en el ranking. Si top 100 o top 50. Siempre me vi con las capacidades para llegar a esas instancias del ranking, pero creo que es soberbio decirte que estaría ahí si no hubiera pasado todo esto.
¿Lo va a seguir intentando?
Ahora que partí con el tratamiento definitivo del Crohn me he sentido como nunca. Me mejoró mucho las dolencias físicas, que es un síntoma que va involucrado con la enfermedad. Quería intentar estos dos meses para ver cómo me sentía y si seguía o no. Partí jugando a principios de año; el objetivo no era el resultado, sino ver cómo estaba de físico. Por más que me falta, porque perdí fuerza y aire, sí me vi en una posición donde no me duelen cosas que antes sí. Entonces, por lo menos todo este año, lo voy a intentar con todo y a fin de año lo evaluaré. Pero si veo que puedo jugar sin dolores, sinceramente, puedo volver a tener una chance. Incluso, más grande que la que tenía antes, por este tratamiento que estoy haciendo.
¿Lo apoyó gente del tenis?
Solo Jarry me fue a ver a la clínica. También Fernando González, que estuvo muy pendiente de mí y me fue a ver. Además, gente cercana como Marcos Colignon, Horacio Matta, Guillermo Hormazábal, Cristóbal Saavedra. Mis viejos, obviamente...
¿Le genera una decepción eso?
Ya no. Uno, cuando lleva tantos años en el tenis, se da cuenta de que el tenista en general es egoísta y es una cualidad que desarrollamos por lo que hacemos. Obviamente, no es algo grato. En ese sentido, trato de trabajar mi ego. Tampoco me esperaba mucho, pero sí algo esperé dada la gravedad.
¿Y por lo mismo salió a respaldar a Jarry?
Obviamente. Trato de no hostigarlo mucho con mensajes, le trato de hablar dos veces a la semana. En el momento en el que está 30 del mundo, ganando ATP y siendo protagonista del circuito, todos están. Igual se enojó conmigo un poco por haberme alejado, pero creo que estos son los momentos en que necesita que la gente se acerque. Y dada mi experiencia, estos son los días donde más se te alejan. Entonces, me gustaría ser alguien que él recuerde que estuvo para él y en quien pueda confiar.
¿Cómo lo hace para no tener problemas con el dopaje?
Ahora los remedios que estoy tomando no aparecen en el antidoping, pero antes tenía un tratamiento por el que tenía TUE (Therapeutic Use Exemption, por sus siglas en inglés), donde debía informar.
¿Lo de Jarry fue un descuido?
No, el caso de Nico fue mala suerte. Se tomó unas vitaminas contaminadas. Puede pasar.
¿Cómo está después de tener depresión?
Tengo mis momentos, como cualquiera. En ese minuto estaba muy mal, fue durísimo. Se dio mucho por las lesiones. Está comprobado que el dolor constante en un ser humano produce depresión. Voy al psicólogo, pero dejé de ir al psiquiatra. Yo siempre he sido de mucha energía, pero era tanto que en un momento no me quería levantar del dolor que sentía. Entonces, vas cayendo en un círculo donde no hay salida y no le ves sentido a nada por más que tengas familia, un techo y donde comer.
¿En estos tiempos de para pudo ver lo que pasa en Chile?
Sí, y es lamentable que no nos hayamos dado cuenta antes. Nico Jarry lo dijo en una entrevista. Nosotros, que hemos vivido con privilegios toda la vida, jugando tenis, hoteles, todo bien, cagados de la risa y hablando puras hueás, no nos hayamos dado cuenta de lo que realmente está pasando... Y este estallido nos sirvió para darnos cuenta de eso. Nunca vamos a tener la conciencia social completa, porque nunca hemos vivido la situación que viven otras personas. Pero no puede ser que se suiciden ancianos porque la pensión no les alcanza para nada. Es algo muy fuerte. Las historias que uno escucha... Y da rabia no haberse dado cuenta antes, como nos hemos dado cuenta ahora.
¿Fue a marchar?
No fui.
¿Qué le parecen las marchas?
Me parece perfecto el tema de las marchas. Me recrimino no haber ido, pero igual uno se siente medio car'e raja, porque después llegas a la casa y dices "lo tengo todo". Pero me parece perfecto, es la gente manifestándose. Y también está la otra cara de la moneda: no puede ser que la gente salga a marchar y no sepa si va a volver sin un ojo o con heridas brutales. Eso me hace mucho ruido. La represión policial ha sido brutal y hay gente que ni siquiera se da cuenta de eso.
¿Y los destrozos?
El tema de los metros obviamente está mal, pero me hace mucho más ruido el tema de la represión. No sé. Están las demandas sociales, pero siento que esta lucha contra Carabineros tomó vida propia. Es una manifestación aparte.
¿Cómo se sale de la crisis?
Tomando medidas para que esto no sea tan desigual. Quizás ver a Europa.
¿Votará en el plebiscito?
Sí, voy a votar por el apruebo y convención constitucional.
¿Cómo llega a esa conclusión?
Es que llego a eso, porque el rechazo está muy ligado a una constitución hecha entre cuatro paredes, con muy pocas personas y no con todo el mundo involucrado, como debería ser.