Gonzalo Zapata (44 años) se pasea casi con total anonimato por la Expo Running instalada en Espacio Riesco. Solo un puñado lo reconoce, pese a que el atleta de Adidas es uno de los maratonistas más importantes del país. De hecho, este año comenzó el objetivo de completar por tercera vez los seis maratones majors, algo inédito para Chile.
El de Santiago ya lo corrió tres veces y desde 2022 que lo aborda desde otra de sus facetas, porque además de competidor, escritor e ingeniero, Zapata también es comentarista en la transmisión oficial de la carrera. Aprovechando aquello, el fundador del equipo WeMove Run conversa con La Tercera sobre el circuito, las claves y los desafíos que tendrán los 30.000 corredores que hoy se darán cita en la capital.
¿Qué tan complejo es el maratón de Santiago?
El mayor desafío que tiene Santiago es que es imposible tener un circuito plano. Una persona que viene a correr un maratón busca que ojalá el circuito sea lo más plano posible, porque el desgaste muscular con subida y bajada es bastante mayor, entonces tiene ese desafío. Nos vamos a encontrar con un circuito que puede ser rápido, pero en donde hay que saber correr y administrar bien los ritmos, dependiendo de la dificultad de la altimetría.
En ese sentido, ¿cómo explicaría el recorrido?
Para los que corren 42 kilómetros, los primeros 10 son prácticamente todo en subida, entonces es momento de guardar energía. Después hay cinco de bajada, pero ahí llegas al kilómetro 15 y hay prácticamente 13 de subida de nuevo, que es casi todo Vespucio. Normalmente, a esa hora empieza a llegar el sol en la cara, entonces ese tramo se transforma en el gran desafío. Llegando a la zona de Monseñor Escrivá de Balaguer con Luis Carrera, hay 13 kilómetros en bajada. Lo importante es llegar con energía y con fuerza a ese punto, porque por mucho que sea una bajada, si uno llega sin piernas, gastando todas las reservas, esa bajada que en el papel se ve muy linda va a ser una pesadilla.
¿Qué consejo les daría a los corredores?
Es muy importante entender que tenemos solo un estanque de bencina y tenemos que administrarlo durante 42 kilómetros. Hay tanta adrenalina en el comienzo, las personas están con mucha fuerza, ganas y normalmente eso nos puede pasar la cuenta en los primeros kilómetros. Uno dice “como me siento bien, voy a acelerar al principio para asegurar tiempo en mi bolsillo, por si llegara a perder después”. Es el peor error, porque después se pierde eso y más. El ritmo es muy sensible.
¿Qué le parece el recorrido que se instauró desde el año pasado?
A mí me gusta más porque hay más tiempo en bajada. El Parque O´Higgins también permite que la logística de llegada y salida sea mucho más cómoda. El circuito igual sigue siendo parecido, es casi el mismo, solo que se giró y cambió el momento por donde uno pasa en ciertos lugares.
¿Podría ganar nuevamente un chileno y repetir lo de 2022?
Siendo bien objetivo en la respuesta, influyó mucho que no hayan venido atletas élite ese año, porque por pandemia fue un poco más difícil traerlos. Normalmente a Santiago vienen buenos corredores. Este año vienen corredores que están por las 2 horas 6 minutos, 2 horas 8 minutos. Si bien los maratonistas chilenos están evolucionando, Carlos Díaz acaba de batir el récord, falta todavía para ser competitivos a un nivel de keniatas, de corredores africanos que normalmente están corriendo bajo las 2 horas 10 minutos. De todas formas, fue una tremenda noticia y ojalá en un futuro tengamos a los chilenos compitiendo aquí contra los élite.