Diego Maradona no lo está pasando bien. El exfutbolista argentino, que siempre tuvo todo lo que quiso a la mano, ahora debe lidiar con un problema que complicaría a cualquier padre: la imposibilidad de asistir al matrimonio de Dalma, la mayor de sus hijas.
El lío surge porque Al Fujairah, el equipo que dirige el transandino en Emiratos Árabes Unidos, está peleando por el ascenso a Primera División y uno de sus rivales, Al Ittihad Kalba, lo superó en la tabla de posiciones. En ese escenario, la escuadra del Diez está obligada a ganar para recuperar el segundo puesto.
Ni siquiera si tomara el único vuelo disponible entre Dubai y Buenos Aires, Maradona llegaría a tiempo a la fiesta. Y, peor aún: según Olé, si se llega a ausentar del partido, quedaría cesante.