Sudamérica está convulsionada. Que Boca Juniors y River Plate se enfrenten en la final de la Copa Libertadores se parece bastante a una novela con final feliz. Pero hay un antagonista dispuesto a cambiarle el curso a la historia: Gremio.
El club de Porto Alegre insiste en reclamar por la presencia del suspendido Marcelo Gallardo en el vestuario que el equipo de la banda sangre utilizó en Brasil. En ese contexto, los brasileños presentaron un reclamo a la Conmebol, pidiendo la descalificación del equipo argentino.
"Esperamos el 3-0 para pasar a la final de la Copa Libertadores. El sábado será el fallo. Presentamos pruebas de sobra. La Justicia de la Conmebol tiene que tener efecto. El propio presidente me contó que quiere mejorar la imagen", declara Romildo Bolzan, presidente de Gremio, en conferencia de prensa.
"Tengo mucha seguridad de lo que hizo nuestro equipo jurídico. También debo decirle a nuestros hinchas que no tenemos garantías porque no tenemos control sobre la decisión. Pero estoy diciendo que jurídicamente estamos seguros de la presentación que hicimos con absoluta razón", añade el dirigente.