Gritos, trompetas y tackles: un día en el corazón de Selknam
La franquicia nacional debuta hoy en el Súper Rugby Américas, torneo que viene a reemplazar a la SLAR. Para estar a punto, realizaron por cuatro semanas una ardua preparación, la cual tuvo una jornada especial en la Escuela Militar.
Son las diez de la mañana del 7 de febrero y dos situaciones destacan al interior de la Escuela Militar, en Las Condes. La primera es un densa capa gris que cubre el cielo, producto de la mezcla entre el habitual smog que se da en la capital y la llegada del humo generado por los masivos incendios forestales que atacan la zona centro-sur del país. La segunda, un grupo de más de 40 personas que corre, salta y comparte en la cancha principal del recinto. Son forasteros para esas cuatro paredes, pero no desconocidos. Y es que la milicia nacional, cada vez acerca más su relación con el rugby chileno.
Esta vez el turno es de Selknam. La franquicia nacional se encuentra sumergida en una ardua pretemporada de cara al inicio del Súper Rugby Américas. Un torneo que viene a reemplazar a la SLAR y que reúne a los mejores equipos de Sudamérica y a American Raptors de Estados Unidos. De hecho, ese es el motivo que los tiene en la Escuela esa calurosa mañana de verano.
Tras tres semanas de pretemporada en el Parque Mahuida de La Reina, el equipo decidió hacer un entrenamiento en un lugar más cercano a la ciudad e invitar a los fanáticos. El debut estaba a la vuelta de la esquina (juegan hoy a las 18.00 horas, en La Pintana) y querían tener más visibilidad. Eso y la gran relación que tienen con las Fuerzas Armadas (el año pasado la selección nacional vivió un fin de semana como infantes de marina), provocaron ese cambio de pauta.
Y ahí, entre trompetas sonando desde los techos y grupos de estudiantes marchando sobre el cielo opaco, Selknam volvió a vivir una jornada de desgaste y puesta a punto. Se diferenciaban de los uniformados por sus vestimentas y físico. Pero era inevitable no relacionarlos por la entrega y disciplina. Fue muy difícil verlos reclamar o evitar el trabajo. Cada uno estaba ahí para llegar al límite, siempre pensando en que cada tackle que daban o cada corrida por el césped, los acerca un poco más al gran objetivo de 2023: llegar de la mejor forma al Mundial XV. Y es que el mismo entrenador de Selknam lo dice. “Decidimos que no sea tabú, se habla de Mundial, se habla de los objetivos. Estamos preparándolos para eso, pero siempre haciéndoles saber que no va a haber otro objetivo, sino cumplen el primero, que es Selknam. Hablamos de lo lejano, pero sabiendo que lo cercano es lo que me aproxima a Francia”, admite Nicolás Bruzzone.
Es por eso que la pretemporada ha sido exigente. Selknam se encuentra totalmente alineado con los Cóndores y ambos buscan el desarrollo del rugby chileno, por lo que saben que este torneo de franquicias es también una puesta a punto de cara a Francia. Incluso para este año se decidió solo jugar con rugbistas locales y dejar de contratar extranjeros. Algo que no había pasado en las tres ediciones anteriores. “En 2020 fichamos extranjeros para darle un contexto de crecimiento a nuestros jugadores. Para 2021 achicamos ese número y buscamos las posiciones que teníamos. Ya el año pasado fuimos muy específicos y llevamos gente donde necesitábamos realmente rotación por sobre todo. Ahora lo que el programa tenía que hacer, sobre todo con la clasificación al Mundial, era desarrollar a nuestros jugadores y darle la mayor competencia posible”, comenta Pablo Lemoine, entrenador de la selección, quien también estuvo presente en el entrenamiento. Desde las gradas miró toda la jornada. Los calentamientos iniciales, las jugadas tácticas y un posterior partido de tres tiempos entre los jugadores.
Uno de los protagonistas de la jornada fue Matías Garafulic. Con 22 años fue elegido como uno de lo nuevos capitanes de la franquicia, demostrando que su temprana explosión hoy lo tiene como un jugador clave del proyecto. “Ha sido nuestra pretemporada más corta, por lo que te puedes imaginar lo intensa que ha sido. Estamos buscando un juego mucho más fluido, eso es lo que más se ha trabajado. Aparte con mucha motivación porque somos 40 jugadores y solo hay 33 cupos para Francia. Sabemos que esas camisetas no tienen nombre ni apellido, entonces estamos dando lo mejor día a día”, admite el centro de 1,84 metros.
Algo que complementa Bruzzone. “A diferencia de otros equipos, no tenemos partidos de preparación, ni siquiera nos quisimos poner el objetivo, porque lo que nos interesa es guardar esa ansiedad y esa motivación de estar dentro de la cancha para ir construyendo la parte técnica y táctica a través de la parte física a lo largo del torneo”, explica.
Tras casi tres horas de entrenamiento, al final los jugadores terminan su trabajo. Todos están exhaustos, superados por el trabajo y las condiciones de una ciudad poco amigable para hacer ejercicio. Pero no hay malas caras. Incluso hay risas y autógrafos para una decena de hinchas que fueron a verlos preparar el debut en la Súper Rugby Américas. Muchos de ellos también estarán hoy en el Estadio Municipal de La Pintana. El recuerdo de las trompetas, el sol y los grupos de estudiantes marchando por los patios interiores, también.
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