El jueves pasado, parte del directorio de la ANFP y los ejecutivos de Chilevisión concretaron a través de la firma de un contrato, la cesión de los derechos comerciales y de televisación de las clasificatorias mundialistas al Mundial de Qatar en 2022.
El negocio se cerró por 120 millones de dólares, cifra que superó los históricos 106 millones que desembolsó Mega para la ruta a Rusia. En Quilín están contentos y satisfechos por eso mismo.
Eso sí, en el ejercicio se incluyó un actor que no estaba en los planes iniciales: Mediapro. La empresa española, una de las líderes a nivel mundial como proveedor de servicios técnicos para la industria audiovisual, hace tiempo que quería ingresar en el fútbol chileno. De hecho, en la época de Sergio Jadue ya lo había intentado. Sin éxito.
Esta vez, el gigante español creado en 1994 iba con todo, y por eso se asoció con Chilevisión, logrando quedarse con la licitación por sobre Canal 13 y Mega, que iba por otro periodo. De hecho, de los 120 millones de dólares con que se cerró la operación, el grupo hispano aporta con el 80%, es decir 96 millones de la divisa norteamericana. El canal nacional, en tanto, pondrá los US$ 24 millones restantes, correspondientes al 20% del total. Es una figura similar a la de Megasports y Mega en el anterior ciclo, donde el primero aportó el 100% del capital y el segundo la pantalla para emitir los partidos de la selección chilena, tanto de local como de visita.
En el acuerdo actual se establece que Mediapro se quedó con los derechos de comercialización nacionales e internacionales de la Roja. Así entonces, quien quiera que desee formar parte de la Selección como sponsor oficial deberá negociar con ellos. En ese mismo sentido, la compañía de TV cable que quiera a la Selección, también deberá negociar con la empresa española para adjudicársela, tal como ocurrió entre Fox Sports y Megasports, quien le cedió a la norteamericana los derechos de los duelos de local del Equipo de Todos.
A partir de este acuerdo con MediaPro, Chilevisión participará proporcionalmente de la comercialización publicitaria del combinado nacional y buscará potenciar su pantalla al contar con uno de los productos más atractivos para los televidentes. El canal perteneciente al grupo Turner buscará capitalizar a través de programas satélites y estructurando una parrilla programática que gire en torno a una de las marcas más importantes del país.
En tanto, el gigante español Mediapro necesitaba de un aliado. Los hispanos no tienen canales de televisión en Chile para exhibir sus contenidos. De ahí entonces la necesidad de asociarse, en este caso, con CHV. Lo que hace la empresa europea es producir contenido (los mismos partidos de fútbol). Ellos tienen los fierros' como se dice en la jerga televisiva, que no es otra cosa que los camiones, cámaras y todo lo necesario para llevar a cabo la transmisión de un partido de fútbol.
El ingreso de Mediapro a Chile, dicho está, era buscado hace largo tiempo por la empresa. Entrar a Sudamérica ya lo intentaron en otras oportunidades y hoy ya tienen una sede en Rio de Janeiro y otra en Buenos Aires. Este gigante español, que además posee oficinas en latitudes como Bruselas, Lisboa, Singapur, Londres y París, entre muchas otras, en diciembre, junto a ESPN (otra vez bajo la figura de asociarse con un canal), intentaron adjudicarse los derechos del fútbol argentino, que finalmente quedó en manos de Fox y Turner.
El monto invertido en la adjudicación de los derechos televisivos y comerciales de la selección chilena parecen ser una cifra marginal comparándola con los 2.000 millones de euros que la compañía proyectó como ingresos para este 2017 con la producción de más de 2.500 eventos deportivos.
Entre los productos más atractivos que posee Mediapro se cuentan la liga española, la Fórmula 1, la Champions League, Europa League y la Eurocopa, entre otros. A modo de ejemplo, Mediapro, a través del canal BeinSports, se adjudicó la competencia española por 1.900 millones de euros, pudiendo exhibir un paquete de ocho partidos por jornada, además de toda la Copa del Rey en exclusiva, menos las semifinales y la final, hasta 2019.
El actual contrato firmado entre la ANFP y Chilevisión le permitirá a la dirigencia que encabeza Arturo Salah equilibrar las arcas de la asociación e ir solucionando las deudas de arrastre generadas en el periodo de Sergio Jadue. Además de saldar los compromisos adquiridos principalmente con los seleccionados nacionales por concepto de premios en la última Copa Confederaciones y el cierre de las Eliminatorias.
Cabe recordar que la ANFP anticipó la licitación de los derechos de TV de los partidos de la Selección, para así generar dineros frescos. "El monto es superior a lo que teníamos anteriormente", había comentado en su momento el timonel de Quilín. En esa ocasión, a principios de agosto, había explicado que la afinación de detalles tomaría cerca de 60 días, lo que se produjo sin muchos inconvenientes y que llevó a firmar el jueves el acuerdo. Punto a favor para Salah en medio de la crisis deportiva que se vive por haber quedado fuera del Mundial.