Guede abandona el barco
El técnico renunció a Colo Colo tras 21 meses en el cargo y dos días después de la salida de Aníbal Mosa de la presidencia de Blanco y Negro. El nuevo timonel de la concesionaria, Gabriel Ruiz Tagle, detalló que le pagaron dos sueldos de indemnización al staff del argentino.
"Este barco lo llevamos a flote todos juntos o nos hundimos todos juntos", aseguraba Pablo Guede, pleno de convicción, el viernes 6 de abril. Ese día, renunció a la banca de Colo Colo, pero el plantel, con la excepción de Julio Barroso, lo convenció de continuar.
No pasaron ni siquiera dos semanas desde aquel bochornoso episodio cuando el mismo técnico, ése que tan conmovido estaba por lo que definió como "exceso de compromiso" de sus jugadores, abandonó el barco que capitaneaba desde julio de 2016.
Ayer, en el Monumental, el argentino le presentó su renuncia indeclinable al nuevo presidente de Blanco y Negro, Gabriel Ruiz Tagle, quien destronó a Aníbal Mosa el martes pasado, en la Junta Ordinaria de Accionistas. Tras lograr un acuerdo económico, ambas partes sellaron el fin de la relación contractual. El abogado Martín del Río, afín a Leonidas Vial, el principal controlador de la sociedad anónima, fue el encargado de redactar el finiquito.
"Esto viene después del partido de San Luis, donde yo, la verdad, la pasé muy mal. Fue un corte. Entendí que la gente no me quería y lo primero que quería hacer era liberar de esa presión a los futbolistas. Entendí que dejarlo antes de un clásico iba a ser mucho peor. Por suerte lo ganamos y después seguí manteniéndome firme en mi posición. Se lo planteé al presidente al momento en que llegó y llegamos a un acuerdo. Mi salida va liberar al club", sostuvo el entrenador, en una conferencia de prensa que no contó con la presencia del plantel y que tampoco tuvo la parafernalia de algunas jornadas atrás.
Ante los canarios, en la Quinta Región, el Cacique cayó por 1-0 y la barra de los albos exigió su salida con cánticos y una pancarta, lo que melló el ánimo del transandino: "Por supuesto me dolió lo del lienzo. Me pareció muy fuerte. Entiendo que la derrota con Delfín es tremendamente dolorosa, humillante. Dije que no iba a quedarme en un club en el que no me quisieran. Y sentí eso. Ante todo ese escenario, tomo la decisión. Uno es persona antes que entrenador. Ante eso, no pueden decir nada".
No obstante, ¿por qué, después de asegurar que intentaría mantener a flote el barco, optó por marcharse? "Después de la rueda de prensa hasta hoy pasó el clásico y San Luis, entonces, te estoy hablando de una cosa que es más que nada personal y que no entra dentro de lo deportivo. Los chicos lo entienden, pero muchos no lo comparten", señaló. Una respuesta muy confusa.
Desde su entorno, sin embargo, agregan que más allá del desgaste sufrido y de las críticas de los hinchas, Guede no quiso ser la cara visible de un nuevo fracaso en la Copa Libertadores de América. Tras caer ante Delfín, por 0-2, en Macul, las posibilidades de clasificar a los octavos de final eran mínimas. Su gran objetivo era pasar de ronda y para eso le contrataron los refuerzos que pidió, pero la misión estaba muy cuesta arriba. Casi imposible.
"Antes de pensar en mí, en lo egoísta, entiendo que lo mejor para que puedan clasificar en la Libertadores es que yo me vaya. Pueden ir a Delfín y ganar. Entiendo que conmigo había una presión extra", apuntó.
Luego de renunciar, el estratego igualmente dirigió la práctica matinal, en la que le comunicó al vestuario su salida definitiva. Ruiz Tagle detalló los términos de la negociación. "Pablo presentó su renuncia voluntaria. Estamos cancelando una indemnización de dos sueldos mensuales que acordó con la anterior administración (...) Son alrededor de 200 mil dólares para él y su cuerpo técnico", especificó el timonel.
Desde Macul agregaron que se trató de un acuerdo de palabra, ya que en su contrato no existe ninguna cláusula de salida de ese tipo. Según Guede, su salida no tuvo que ver con lealtad a Mosa, pero sí dejó ver sus dudas sobre la nueva directiva: "Puedo decir que Aníbal me entregó todo su apoyo. De los de ahora no puedo decir nada. No sé si el apoyo de la directiva nueva era real. Sí lo manifestaron, pero estuve solo un día y medio con ellos".
Se va Guede, con cuatro títulos, invicto en clásicos, pero con una gran deuda: no haber traducido esos resultados a nivel local en el terreno internacional. No fue capaz. Y en Colo Colo eso se suele pagar caro.
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