Más de una semana esperó Pablo Guede para referirse a sus convulsionados últimos días en el Monumental. Ayer, a través de una "carta abierta al pueblo colocolino", el técnico entregó su versión sobre algunas informaciones publicadas en los medios de comunicación, las que calificó como falsas. La prensa no fue el único blanco del argentino, sino que también el propio club y quienes filtran información.

"Me dirijo ante ustedes con la única intención de aclararles que las especulaciones de la prensa, una vez más, son todas falsas (...) Con el presidente del club estamos en constante contacto, conversamos y discutimos un sin número de temas relacionados con Colo Colo pero jamás le he entregado ni mencionado mi renuncia", aseguró el argentino.

Si bien en Blanco y Negro dicen desconocer si el DT se irá después del Torneo de Transición, inclusive siendo campeón, desde Pedreros aseguran que el adiestrador se lo comentó prácticamente a todo el mundo.

Según Guede, no ha charlado con otros clubes. "Desmiento tajantemente las supuestas conversaciones con clubes de México, Asia, Estados Unidos e incluso con el Málaga, todas mis energías y fuerzar están orientadas al único objetivo que tenemos por delante, salir campeón con Colo Colo", agregó.

Por otro lado, el transandino negó que quisiera leer una carta el jueves pasado en su conferencia de prensa para atizar al arbitraje nacional, del que se ha quejado constantemente. El desmentido llegó siete días después de que El Deportivo revelara el episodio, que es confirmado por numerosas fuentes del club. "La única carta que tuve en mi poder fue la de mi ayudante técnico Gustavo Grondona, carta que íbamos a presentar al Honorable Tribunal de Disciplina, debido a la imposibilidad que tenía Gustavo para asistir a su citación, sin embargo, una vez que el abogado del club nos informó que él mismo podía representarlo ante dicho Tribunal la carta fue eliminada", sostuvo.

Lo extraño es que Guede no desmintió el fuerte encontrón que sostuvo con Aníbal Mosa, timonel de ByN, a raíz, justamente, de la carta que pensaba leer en dicha conferencia. El titular de la concesionaria, junto con otros funcionarios del club, obligaron a desistir de su idea al técnico, para evitar un incendio mayor al que ya existe con los jueces nacionales. Aquella falta de piso molestó al ex Palestino, quien inmediatamente después de la conferencia le preguntó irónicamente y de mala forma a Mosa si le había gustado su comparecencia ante los medios de comunicación. El hecho irritó al presidente de la sociedad anónima y provocó la primera fractura de la idílica relación que habían tenido.

Curiosamente, el estratego tampoco se refirió a la pataleta que protagonizó al día siguiente en el recinto del Cacique, cuando, furioso y enrabiado por la filtración de su duro choque con el empresario puertomontino, reprendió fuertemente a los funcionarios del club, insultándolos a viva voz. "Los gritos de Guede se escuchaban por todas partes, hasta en el estacionamiento de los jugadores. Estaba fuera de sí", apuntan en Macul. La rabieta fue tan grande que el técnico incluso rompió una puerta del recinto, entre otros elementos. Ayer, tampoco se refirió a este punto en específico.

Por esta razón apuntó sus dardos a la propia gente del club. Guede aún ve fantasmas y sapos. "No me interesa quién ni cómo filtran información desde el interior del club a la prensa, pero les puedo asegurar que para desestabilizarnos necesitan mucho más que esto, los que buscan hacernos daño tienen mucho trabajo", advirtió, casi como declaración de guerra.