Pablo Guede sabe que rescatar puntos en su visita a la altura de La Paz, donde Colo Colo enfrentará el próximo miércoles al Bolívar, es fundamental. La derrota de los albos ante Atlético Nacional de Medellín en el estreno de la Copa Libertadores en el estadio Monumental, condicionó las posibilidades de avanzar en el torneo continental.
Es tal la relevancia del segundo compromiso internacional para los de Guede, que el DT del Cacique ha pensado en todo para atenuar, o al menos, minimizar los efectos contrarios que implica jugar a 3.600 metros sobre el nivel del mar.
La última obsesión del entrenador albo es el peso del balón. Sabido es que la pelota en ciudades con altitud superior a los 2.800 metros tiene un comportamiento distinto. En 1996, Daniel Passarella, entonces director técnico de la selección argentina, acuñó la célebre frase "en la altura la pelota no dobla". Lo dijo después de que la albiceleste perdió en su duelo contra el combinado de Ecuador, en Quito.
Preocupado por este fenómeno físico, Guede incorporó balones de vóleibol en el entrenamiento del pasado miércoles. Guede solicitó la compra de estas pelotas, considerablemente más livianas que una de fútbol para iniciar una tanda de disparos al pórtico de Agustín Orión. "Nunca he jugado en altura. Mis compañeros me han contado que la pelota se siente más liviana. Esperemos que tengamos un buen partido", indicó el mismo miércoles el volante colocolino Benjamín Berríos, quien podría sumar minutos en el segundo tiempo del duelo ante Bolívar.
Esta variable no es nueva para los jugadores chilenos. Ya en octubre de 2016, en la previa del partido por las clasificatorias mundialistas ante Ecuador, en Quito, el técnico de la Roja Juan Antonio Pizzi utilizó el mismo implemento en sus prácticas. Finalmente, el combinado nacional terminó cayendo por un rotundo 3-0 en la capital ecuatoriana.
Si bien la experiencia de la Roja fue negativa, Guede confía en que este tipo de preparación suma a la hora de enfrentar un compromiso en la altura. Ayer, el DT ordenó quitarles presión a los balones tradicionales con los que se jugará el miércoles contra Bolívar. Dejó de lado los de vóleibol y usó balones con menos aire en la práctica de fútbol que realizó el plantel de Colo Colo en los pastos del Monumental.
Para Guede todo suma. El DT junto a su cuerpo técnico estructuraron un plan de trabajo que además incluye sesiones en cámaras de hipoxia, la que permite simular las condiciones adversas con menos oxígeno a las que se verán enfrentados el próximo 14 de marzo en La Paz. "En las tardes trabajamos en la cámara Hipoxia. Esta máquina te quita oxigeno, simulando las condiciones de jugar en altura", apuntó el juvenil Berríos.
Trabajos especiales
Pablo Guede dispuso, además, una graduación en las cargas de trabajo para sus jugadores. De hecho en el entrenamiento de ayer, Jorge Valdivia realizó un trabajo diferenciado al de sus compañeros y se mantuvo al margen de la práctica de fútbol. Mismo tratamiento recibieron días antes Jaime Valdés y Esteban Paredes.
Guede ha planificado con extremo cuidado el pleito copero ante el elenco boliviano, incluso el DT albo ha probado distintas fórmulas para enfrentar ese compromiso. Una de las estrategias que afina el entrenador es sumar desde el minuto uno al defensa Fernando Meza, quien recibió el alta médica tras la grave lesión que sufrió el año pasado cuando se cortó el ligamento cruzado de su rodilla izquierda en el duelo que los albos jugaron contra Temuco.
Meza actuó en el equipo aparentemente titular, que además considera a los delanteros Octavio Rivero y Esteban Paredes, aunque el goleador albo no fue considerado en la segunda parte de la práctica, donde Guede optó por sumar a César Pinares en la mitad de la cancha.