Pablo Guede goza de un buen momento. El exentrenador de Colo Colo encontró en los Monarcas Morelia de México un lugar que le acomoda y, en poco más de tres meses, tiene a su equipo peleando con buenos argumentos el título del fútbol azteca.

Después de varios idas y vueltas (cesado en Colo Colo y después en el Al-Ahli de Arabia Saudita, entre 2016 y 2019), el argentino llegó a la Liga MX a fines de agosto, para asumir la conducción de un Morelia alicaído, que transitaba entre la irregularidad y la decepción y se ubicaba en el decimoquinto lugar de la clasificación después de seis fechas de competencia. Su antecesor en el cargo, el actual técnico de Everton Javier Torrente, habia sido desvinculado y Guede llegaba con la misión de levantar al equipo.

Todo cambió desde su arribo y, en 17 partidos, logró cambiarle la cara a su equipo. Suma ahora un 66,6% de rendimiento (10 triunfos, cuatro empates y tres caídas), finalizó la fase regular en el séptimo lugar y ya está instalado en las semifinales del campeonato, tras dejar en el camino al León, candidato al título, en los cuartos de final.

Recupera la sonrisa el adiestrador, que en su nuevo elenco encontró en los chilenos Rodrigo Millar y Sebastián Vegas a dos jugadores de confianza, por lo que ambos se han consolidado como inamovibles en la escuadra y, de hecho, tuvieron una activa participación en la ronda de los ocho mejores de la liga.

"El mito de que un técnico debe pasar por un proceso de adaptación para ser exitoso puede quedar en el olvido con el trabajo que está realizando Pablo Guede con Morelia, un técnico argentino que llegó durante el semestre a México para dirigir a los michoacanos, que estaban atravesando por una severa crisis de resultados", reseña el diario azteca Medio Tiempo. "Su arribo generó algunas críticas porque era un entrenador con nulo conocimiento del balompié azteca, pero desde que llegó, el cuadro de Monarcas tuvo una mejoría en todos los sentidos, misma que hoy los tiene instalados en las semifinales del torneo", añade la publicación.

Ahora, eso sí, el desafío será mayor. En la ronda de los cuatro mejores del certamen (5 y 8 de diciembre), se medirá ante el América, buscando meterse en la definición del campeonato. Y todo Michoacán se ilusiona, pues La Monarquía busca el segundo título de toda su historia; el mismo que han esperado durante casi dos décadas, tras su única coronación la temporada 2000.