La temporada de refuerzos ha sido un completo fracaso para Blanco y Negro. Matías Fernández, Carlos Carmona y Lucas Barrios, tres jugadores solicitados por el técnico Pablo Guede para reforzar a Colo Colo, no llegarán a Pedreros. Una situación que tiene tenso e inquieto al entrenador albo, que se fue de vacaciones sin referirse de forma concreta a su continuidad en el cuadro blanco.
Una interrogante que cada vez toma más fuerza en el estadio Monumental, ya que el argentino, si bien está ilusionado con jugar la fase de grupos de la Copa Libertadores de América, no quiere fallar como ya lo hizo en febrero pasado, cuando quedó eliminado ante Botafogo. Por lo mismo, solicitó nombres de primer nivel, tal como lo hacía Héctor Tapia durante su período, para armar un equipo competitivo. El problema es que esa oncena soñada se cae a pedazos y la inquietud del DT va en franco aumento.
Apuntan desde Macul que los llamados del entrenador transandino son recurrentes en el Monumental, inquieto porque a nueve días del inicio de la pretemporada el Cacique no tiene ningún refuerzo asegurado. Y la promesa del directorio fue tenerle el plantel listo para el lunes 8 de enero, con incorporaciones de peso para competir en la Libertadores y en el Torneo Nacional.
Eso sí, si la disconformidad del DT llega al máximo y decide renunciar, tendrá que pagarle a ByN la suma de US$ 1 millón, lo equivalente a su sueldo anual. Esto, porque tiene contrato hasta diciembre de 2018, ya que su vínculo se extendió automáticamente al cambiar el formato del campeonato de corto a largo.
Guede ha seguido a la distancia los frustrados fichajes de los albos. Primero, el presidente de la sociedad anónima, Aníbal Mosa, se excusó en Luque, Paraguay, de no haber logrado el fichaje de Fernández, culpando al Necaxa. "Lo de Matías lo acaban de descartar ellos mismos. Nos hicieron una propuesta muy descabellada, nos pidieron seis millones de dólares más una cantidad de sueldo y exigencias que el fútbol chileno no puede", sostuvo.
Con Carmona, en tanto, hubo diferencias económicas insalvables, además de una propuesta de renovación de contrato para el volante de parte del Atlanta United. Y el último tropezón se terminó de sellar el viernes en la noche, cuando llegaron Mosa y Pablo Morales, director de ByN, de un viaje relámpago a Buenos Aires con el delantero Lucas Barrios totalmente descartado, según el timonel, por sus altas pretensiones económicas. Pero según La Pantera la realidad fue otra: el dirigente se echó para atrás a última hora y porque nunca lo quiso realmente.
"Accedí por el hincha a juntarme con esta persona (Mosa). Faltaba la firma. Lo esperé dos horas en la recepción. Llamo a mi empresario y me dice que Mosa 'se tiró para atrás'. Hizo creer a la gente de Colo Colo que venía por la firma… Estaba todo armado. Es un día muy triste para mí. El presidente dijo que no se habían dado las cosas por mi situación, porque había pedido algo y es totalmente mentira", reclamó Barrios en Fox Sports.
"A la gente no hay que mentirle. Este tipo está jugando con todo el pueblo colocolino. Es una lástima que un presidente trate a un jugador como un papel. Te voy a decir esto: Inventó una estrategia para quedar bien con las personas", cerró molesto el ex Dortmund.