22 triunfos, 12 derrotas (hoy, martes, cayó en Roma) y un título enmarcan lo que va de 2019 de Guido Pella (28 años). El argentino se ha instalado dentro de los 30 mejores del mundo luego de varias temporadas irregulares. Desde 2015 que es top 100, pero este año consiguió su primer título, en Sao Paulo, donde se enfrentó en la final a Garin, su gran amigo y a la vez su gran rival por ser el mejor arcillero del año (20 victorias lleva el argentino en tierra batida, una más que el chileno).
Jugó dobles en Madrid. ¿Es necesario?
El dobles, más allá de que tiene mucha diferencia con el singles, te da mucho el juego de saque y red. Las devoluciones, la reacción, la pelota viene más seguido... eso intento aprender.
Está teniendo una gran temporada en arcilla. ¿Qué espera de lo que viene?
Seguir trabajando así. De rankings y puntos no espero nada, porque en el pasado me ha costado mucho cumplirlos por la presión que me pongo. Prefiero mantenerlo así, con calma, sentir que estoy jugando bien y que puedo hacer buenos partidos.
¿Es de presionarse?
Sí, sí. El tenis te genera mucha presión. Compites cada semana y si no ganas, pierdes puntos y bajas ranking. Esa presión, sumada a la que me pongo, se me hizo difícil en mi carrera. Ahora prefiero tomarlo más relajado.
¿Ahora disfruta de pelear con los grandes?
Eso me deja contento. Por ahí antes venía solo con la expectativa de ganar partidos, y eso en torneos como Madrid se hace difícil. Estos últimos dos años he cambiado la mirada que tengo sobre el tenis, y me ha ayudado a estar más tranquilo.
¿Piensa en lo que viene de Copa Davis o aún no?
Falta mucho, pero me encantaría jugarla, ser parte del equipo. Ganar singles y dobles es importante para mi confianza y para que el capitán sepa que tiene más opciones. El que esté acá en noviembre va a ser porque tiene un presente muy bueno y está con confianza.
Y un rivales Chile.
En los últimos meses, Chile ha pasado de tener jugadores peligrosos a ser un equipo que tiene muchas chances. Garin está jugando su mejor tenis, Jarry hizo cuartos en Barcelona… es un equipo muy peligroso. Los hemos enfrentado en San Juan, pero ahora en noviembre, por cómo viene la tendencia, va a ser mucho más peligroso, con jugadores con mucha más experiencia. Va a ser un rival durísimo.
Las generaciones anteriores de tenistas chilenos y argentinos eran muy amigas. ¿Pasa eso ahora?
Con Christian entreno preparación física en Buenos Aires, así que lo veo todos los días. Nico vive en Chile y se me hace más difícil verlo. Pero en los torneos, si hay una mesa libre, nos juntamos. Hemos coincidido en restaurantes. Tenemos una amistad muy buena argentinos y chilenos. Es un poco tradición. Hablamos el mismo idioma y en un deporte que es muchas veces muy solitario eso suma.
Pelea con Garin por ser el mejor del año en arcilla. ¿Hablan de eso?
No, él es mucho más chico y me respeta, ja ja. Es muy humilde y me cae muy bien. Por más que le vaya bien, mantiene esa humildad, que para mí es la clave para seguir escalando posiciones. Es un gran pibe, un gran jugador y sé que, con la edad que tiene, tiene mucho para dar. Ojalá que, por el tenis sudamericano y el tenis chileno, siga avanzando.
¿Ya tienen una pequeña rivalidad?
Hay algo, jugamos Copa Davis y la final de Sao Paulo. Por suerte, le gané las dos veces. Pero para la próxima me va a tener muchas ganas y debo tenerle cuidado.
Y va a llegar mejor.
Obvio, lo espero. Es un rival muy peligroso y estas semanas le ha demostrado al mundo del tenis que hay que tenerle cuidado.
¿El mejor año de Pella?
En resultados, claramente sí. Antes sentía que jugaba bien, no sé si mejor que ahora. He tocado antes estos niveles, pero se me hacía difícil mantenerlos. Más allá de haber perdido en Madrid en segunda ronda, desde Montecarlo que vengo ganando muchos partidos. Y eso me da la pauta de que estoy haciendo las cosas bien.
¿Se ha frenando a pensar en el nivel en el que está?
No. Pensar mucho es contraproducente. Estar acá, realmente, lo han hecho muy pocos. Puedo caer en la tentación de relajarme, de pensar que ya llegué. Solo intento ser mejor cada día, estar con confianza y que dure lo que dure. La vida del tenista es muy corta y sacrificada. Trato de disfrutar. Estar acá, en estos torneos, es algo único.