Comienza el éxodo en Universidad Católica. A menos de 24 horas de abrochar su clasificación a la próxima Copa Sudamericana y de cerrar la temporada 2023, Guillermo Burdisso confirmó que no continuará en el club. “Ayer jugué mi último partido con esta gran camiseta, se ganó y se consiguió uno de los objetivos”, escribió el defensor que finaliza su vínculo con la UC y no será renovado.
El argentino reconoce que no tuvo la temporada que esperaba. De hecho, pone énfasis en que el arranque del año fue lo negativo para él, ya que las constantes lesiones privaban a Ariel Holan de incluirlo en las oncenas. “No fue el inicio que esperaba pero logre terminar el año de la mejor forma, contribuyendo al máximo al equipo. Esto me motiva a seguir compitiendo dentro del campo con determinación y pasión”, señaló.
El central parte del club de San Carlos de Apoquindo habiendo jugado 1012 minutos en el Campeonato Nacional. Esto se traduce en 15 partidos, de los cuales fue titular en 12. No logró anotar goles y tuvo una cuota de tres tarjetas amarillas. “Me voy agradecido con todas las personas que conforman la UC y me apoyaron desde el primer día. Les deseo éxitos deportivos”, finalizó en la misiva que publicó en su cuenta de Instagram.
Cambios en Universidad Católica
Hace algunas semanas, Juan Tagle, presidente de Cruzados, confirmó que Nicolás Núñez seguirá al mando de la UC durante la próxima temporada. De esta manera, el técnico tendrá la oportunidad de reforzar el plantel. En el curso actual llegó a mitad de año y con muchos problemas en el armado de la plantilla. Las salidas ya comenzaron a oficializarse y espera tener refuerzos en varias zonas.
“Siempre llegar a mitad de temporada es el doble de lo arriesgado, uno no elige a los jugadores y hay que generar vínculos sobre el campeonato. Tuvimos vaivenes, lo podríamos haber hecho mucho mejor, pero lo hicimos en nuestros términos. Dejamos al club mejor de lo que llegamos, es un hecho. Terminamos mucho mejor”, señaló el entrenador tras el triunfo estudiantil sobre Unión La Calera, que sirvió para que la Franja clasifique a la Sudamericana.
“Asumí la conducción de un equipo dañado emocionalmente, y pese a mi poca experiencia, tuve la convicción de que podíamos avanzar. Es el camino, vamos por cosas mucho mejores. La próxima temporada tiene que ser mucho mejor”, complementó.
El estratega está consiente de que las cosas en Las Condes no resultaron. Si bien clasificaron al certamen subcontinental, lo cierto es que hace 12 meses los objetivos que se habían planteado era ir por el campeonato, algo que se les había hecho común en el lustro pasado. Ahora, las metas deben ser estudiadas por la directiva y el cuerpo técnico. Todo tras el balance que se realice de la temporada que finaliza. “Lo hablaré con más tranquilidad al correr de los días y ahora, donde me tocaba estar asumiendo esta responsabilidad de un equipo emocionalmente, con mi convicción de que podíamos, reafirmamos que es el camino y que vamos por cosas mejores. Nuestro club el próximo año tiene que pelear títulos”, apuntó.