Gustavo Costas (58), el nuevo entrenador de Palestino, es el único DT que logró títulos ligueros en cuatro países de Sudamérica. Una carta de presentación que puede echar abajo cualquier crítica prejuiciosa sobre el fútbol que practican sus equipos. “Mi sueño es pelear arriba siempre y meter eso en la cabeza a mis jugadores”, dice con franqueza al iniciar el diálogo con La Tercera.

Es que el transandino tiene un nombre que inspira respeto. Por eso mismo, su anuncio en la escuadra de La Cisterna no dejó a nadie indiferente. Más cuando se sabe que varios equipos nacionales han intentado ficharlo, sin mayor suerte, como por ejemplo Universidad de Chile. Su trabajo se basa en poder armar equipos competitivos. “Si tú ves mi currículo he sido campeón en casi todos los países y no me caso con ningún sistema táctico”, dice. El argentino, quien desestima el hecho de rebajar su salario para llegar al club, hace un profundo análisis del fútbol de la región y se lamenta por la ventaja que ha sacado Brasil al resto: “Tienen una billetera enorme”. Sobre la Roja, no cree que tenga una ventaja en Calama y tampoco está claro que pueda llegar a Qatar.

¿Qué lo motivó para venir a Palestino?

Había motivación. Hace rato que venían hablando con mi representante. Por eso valoro mucho el interés que tuvieron por mí. Y después está el tema del desafío, a mí me gustan. Sabemos que el año pasado Palestino no anduvo bien, no clasificó a ninguna copa. Es un desafío lindo que tenemos de poder levantar y llevar a Palestino a lo más alto.

Incluso el presidente del club dijo que usted hizo un esfuerzo económico…

No me gusta hablar de lo económico, me gusta hablar de mi trabajo… Estoy agradecido con ellos de que se hayan fijado en mí. Eso lo valoro mucho más que otras cosas económicas.

¿Tenía muchas otras ofertas?

Sí, es cierto. Pero me quería quedar en Chile. Yo tengo hijos pequeños que están en Argentina y me gustó eso de estar cerca de ellos. Chile siempre fue un país al que pude venir antes. Tuve muchas ofertas y por equis motivo nunca llegamos, porque yo estaba en otro club… Este es un país en el que tengo muchos amigos, he venido de vacaciones muchas veces acá. He disputado muchas copas Libertadores contra equipos de acá. Siempre tuve ganas de trabajar acá.

Esta sería su sexta liga en Sudamérica…

Paraguay, Perú, Ecuador, Argentina y Colombia… Tienes razón, no había sacado la cuenta (ríe).

¿El tema del Covid-19 influyó en su decisión de venir a Chile? Se lo pregunto por los números que tiene en la pandemia, mejores que en otros países de la región...

No, en realidad no fue determinante. Sé que acá se cuidan más, está muy bien es ese aspecto y es importante, porque la enfermedad avanza muy rápido y en Chile hay un cuidado que no hay en otros países.

¿Por qué Palestino, que no es uno de los clubes más importantes del país?

Fue el que más de interesó por mí. Eso lo valoro mucho. Tal vez es más difícil, porque puede haber clubes con otra infraestructura, pero estamos trabajando bien, nos están dando todo lo que estamos pidiendo. Ojalá podamos hacer un proyecto bueno para llevar a Palestino lo más alto posible.

¿No es un retroceso venir a Palestino?

Para nada, yo no lo llamo retroceso. A veces uno encuentra desafío y, para mí, cuanto más complicado es mejor. Siempre es sumar, en la vida vas aprendiendo.

La plantilla del club es una de las más mayores de Chile, en cuanto a edad… ¿Eso afecta al fútbol que practican sus equipos?

Sabemos que tenemos que achicar ese margen. Lo habíamos hablado. A mí me gustan los equipos intensos, de mucha dinámica, como es el fútbol de hoy. Bueno, nos vamos a tratar de poner bien en la parte física y técnica. En estos días antes del inicio del campeonato tenemos que ponernos bien físicamente para demostrar en la cancha lo que queremos.

¿Y el tema de edad afecta a esa dinámica?

Hay futbolistas que son inteligentes para jugar y correr la cancha en ese aspecto. Capaz que no tengan la dinámica de un chico de 22 o 23 años, pero tienen la experiencia.

¿Cuál era la importancia de Luis Jiménez en este proyecto del equipo?

El club hizo todo lo posible, pero no lo pudieron retener. Sabemos que perdemos a un gran jugador, un futbolista de selección, con una trayectoria bárbara. Pero bueno, ya sabemos que no lo vamos a tener.

¿La dirigencia estableció alguna meta para este proyecto?

Lo más importante es armar el grupo. Luego, armar el equipo. Después, como todos cuando empieza un torneo, soñamos con llegar allá arriba. Pero primero tenemos que estar tranquilos, ir despacio. Todos soñamos con ser campeones y llegar a la Copa, yo también… No vine a pasear a Santiago… Mi sueño es pelear arriba siempre y meter eso en la cabeza a mis jugadores. Tienes que pensar en grande, de todas maneras.

¿Cómo juegan sus equipos?

Si tú ves mi currículo he sido campeón en casi todos los países y no me caso con ningún sistema. Casi siempre uno tiene una forma de jugar, pero miro los jugadores que tengo y después el esquema. Con línea de tres, de cinco, con tres puntas, un 4-4-2… Eso va variando. En un partido puedo cambiar dos o tres veces de sistema. Mis jugadores tienen que saberlo. Vas viendo en el partido, cómo te están atacando o cómo lo puedes lastimar más tú. Equipos que tengan presión alta, que sepan tener la pelota. Saber presionar, porque no lo puedes ejercer los 90 minutos. Cuando descansar con la pelota. Me gustan los equipos intensos.

¿Comparte la idea de que el fútbol moderno es esclavo de los sistemas tácticos?

Nos estamos fijando mucho en los videos, pero el jugador hay que darle más en el campo de juego, tratar de fortalecerlo y darle libertad. A veces los encerramos, que haga sólo algo específico. Fíjate que ahora, por ejemplo, cuesta más tomar a los jugadores en el uno contra el uno. Antes tenías futbolistas que tenían más gambeta. En el fútbol los puedes llenar de táctica, pero todo lo define el uno contra uno. Nos estamos equivocando, dando más prioridad a otras cosas que al jugador.

¿Cuál es su opinión del fútbol chileno, en general?

Mira, yo creo que tanto el fútbol chileno como el sudamericano han retrocedido mucho. Se está dando un cambio, un retroceso y ahora están tratando de levantarse. No hablo solo de Chile, también de Paraguay, de la Argentina misma… La región en su totalidad. Antes se veían distintas clases de juego y hoy estamos pensando solo en correr. Como entrenadores tenemos que ayudar a potenciar a los jugadores y así poder agarrar el ritmo, o la jerarquía, que tenían antiguamente.

Según la Federación Internacional de Historia y Estadísticas, la liga chilena es una de las peores de Sudamérica…

No hay que guiarse mucho por los números. Te insisto, Sudamérica ha decaído mucho. En Argentina, por ejemplo, está River y un par de equipos, hablando de lo netamente deportivamente. En Colombia también.

Una de las críticas es que los equipos chilenos no avanzan en la Libertadores…

Es así. También le pasó a los equipos peruanos, el último que destacó fue Alianza cuando lo dirigíamos nosotros y perdimos con la U acá en un partido polémico, en 2010 (ríe)… Al final la ventaja la sacan los brasileños que tienen una billetera enorme.

Usted se fue muy enojado esa noche en el estadio Monumental cuando cayó con la U…

(Ríe) Sí, nos fuimos de la Copa en un partido que teníamos ganado. Sabíamos que el gol hubo tres jugadores fuera de juego y encima falta al arquero. Hubo de todo, incluso lo habían anulado el gol. Por eso me calenté mucho, porque el juez de línea me dijo ‘usted tiene toda la razón’. Ahí se me salió la cadena (ríe).

Un gol que cobró Gerardo Pelusso, DT de la U…

Claro, lo cobró Pelusso. Lo recuerdo siempre eso.

¿Estuvo cerca de dirigir a la U?

Sí, muchas veces me llamaron y nunca coincidimos porque yo estaba trabajando. Y hace poco también, hablaron con mi representante el año pasado y después no insistieron. Al final ellos se decidieron por un interinato (Esteban Valencia).

¿Nunca lo ha motivado dirigir una selección?

Me gustaría, tuve tres opciones. Todo puede pasar, pero a mi me gusta el día a día con el jugador. Me meto mucho en la vida del jugador, cómo está también fuera del campo. A veces los tratamos como robots y es un ser humano como todos, tiene problemas, familia, como todos.

¿Cree que la selección chilena pueda llegar a Qatar?

Cuando ganaron en Paraguay, yo creí que Chile se había metido. Pero con el último resultado, tras perder con Ecuador, quedó medio tambaleando. Uno no puede perder las esperanzas. Están todos iguales, excepto Brasil y Argentina que levantó al final. A Chile se le puede dar. No hay una regularidad.

¿Cree usted que Chile le pueda ganar a esta Argentina el próximo 27 de enero?

Le puedes ganar, según como lo enfrentás, según cómo llegués tú también. Pero van a enfrentar a una Argentina que ha levantado mucho. Tras ganar la Copa América se sacó una gran mochila y seguro será un partido complicado para Chile.

¿Qué le parece que lo lleven a la altura de Calama?

Eso se lo tienes que preguntar al técnico de la selección… Capaz que saquen una ventaja o la quieran sacar, como hace Colombia llevando a los equipos al calor y la humedad de Barranquilla. La altura es para los dos, tú también tienes que llevar jugadores que se adapten, porque la mayoría juegan afuera. Lo deben de haber estudiado mucho para elegir Calama.

¿Afecta la altura a los futbolistas?

Yo dirigí en altura, en el llano, en todos lados. Y hoy en día se sabe jugar en la altura. Antes ibas a Bolivia y no pasabas la mitad de la cancha. Ahora ganas. Aprendimos a saber qué tipo de jugar elegir.

¿Cuánto le afecta a Chile no tener a Vidal?

Es un jugador importantísimo. Su ausencia se sentirá. Es un jugador ganador, con mucha experiencia. Es un jugador imprescindible.

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