Gustavo Huerta (63) acaba de llegar a Coquimbo. Mañana jueves, Cobresal, la escuadra que dirige, enfrenta a los piratas. Los separan seis puntos, aunque el técnico minero se resiste a poner el foco en la pelea por el descenso y, a falta de cuatro partidos, prefiere ilusionarse con objetivos más ambiciosos. “La dependencia de caer ahí en zona complicada es exclusivamente nuestra. Dependemos de nosotros. Porque estamos con la ilusión de ganar los últimos cuatro partidos. Incluso podemos ilusionarnos con meternos en la Copa Sudamericana, que es a lo que aspiramos. Pero no podemos descuidarnos. Nosotros confiamos en la forma en que estamos jugando. No estamos asustados. Obviamente, cada fecha marcará lo que pase. Pero si ganamos, le sacamos nueve puntos a Coquimbo. Estamos preparados”, declara a eldeportivo.cl.
Me queda claro que no se sienten parte del problema, pero en estas jornadas visitan a Coquimbo y a Colo Colo y eso los convierte en jueces...
Mirando bien, dentro de los cálculos que hemos hecho, con 40 puntos es difícil descender. Después, de lo que venga con Colo Colo, no sé qué irá a pasar. Esperamos estar ahí, buscando la opción de algo importante, una clasificación internacional, quizás. Con tres puntos más, no deberíamos tener más problemas con el descenso.
¿Cómo ve a Coquimbo, su próximo rival?
Bien. Es duro. Todos sus partidos han sido muy parejos. Es difícil. Se está jugando final tras final. Me imagino que será un partido durísimo. La presión es para ambos. Todos queremos algo importante en la parte técnica. No hay que olvidarse de la cantidad de técnicos que han cambiado este año. Entonces, todos queremos quedar lo mejor posicionados posible.
En los dos últimos partidos, no pudo ganar, ¿por qué?
Hemos hecho buenos partidos. Con Palestino fue así, lo mismo con La Calera. En el año también, pero hemos tenido poca efectividad en el arco contrario. Eso nos ha marcado. Sobre todo en casa. Nos llegan una vez y nos convierten. Ahí está el problema.
¿Le inquieta?
Sin dudas. Nos ha marcado todo el año. Hemos tratado de progresar en eso, de trabajar en ese aspecto, pero hay una parte individual también. Cuando uno remarca mucho el tema ejerce presión sobre el jugador y hay momentos en que es mejor darles tranquilidad. No somos un equipo tenso, que esté con la presión encima y que eso influya en los resultado. Los jugadores se llevan muy bien. La convivencia es buena
¿Cómo les vino esta semana normal de trabajo, algo inusual en esta temporada?
Bien. Las prácticas se intensificaron bastante. No hubo tiempo para relajarse. Esperar 12 días para un partido también es complicado. Recuperamos algunos lesionados e hicimos prácticas cortas e intensas. La aprovechamos. Esperamos que eso nos sirva en los partidos que restan.
¿Es decisivo ese factor para explicar la irregularidad de todos en el actual torneo?
No podemos dar excusas y tenemos que asumir los problemas derivados de la pandemia. En 2019 sí que se cometieron pecados, hubo intereses personales. En 2020 no se podía dejar de terminar el Campeonato. Hay que asumir las consecuencias calladitos nomás.