Gustavo Quinteros: “Tenemos que limpiarle el pensamiento negativo al plantel”
A menos de dos semanas de asumir, el DT entrega luces sobre sus convicciones, su filosofía de juego y la fórmula para salir de esta compleja crisis. Bielsa, Evo y Klopp también forman parte de esta conversación.
Los primeros días en Chile de Gustavo Quinteros (Cafferata, Argentina, 15 de febrero de 1965, nacionalizado boliviano) han sido frenéticos. El técnico cumple mañana dos semanas al frente de un Colo Colo que está a un punto del descenso y con una gran cantidad de heridos. “Las lesiones han sido lo peor que hemos tenido”, dice. Sin embargo, cree firmemente en el repunte. Mientras se instala de nuevo en Santiago, el campeón vigente del fútbol chileno (aunque como DT de la UC, a la que abandonó tras ganar el título), comparte residencia con sus tres colaboradores transandinos, con quienes analiza los caminos para sacar a flote a los albos.
Ante el escenario de lesiones, ¿con cuatro refuerzos se salva Colo Colo?
Lo más importante ahora es reemplazar a Zaldivia, que va a estar meses sin jugar. Es una posición importante, donde tenemos que tener variantes con jugadores de categoría y que puedan estar siempre a disposición para jugar. Y, sobre todo, si vamos a jugar copas internacionales, hay que tener el plantel completo. Después, tengo que evaluar a todos los jugadores y tomar la decisión en qué posición reforzar al equipo.
Últimamente el club no está sacando partes médicos. ¿Es una orden suya?
Puede ser que todavía nos falta organizarnos mejor con la parte del club que tiene que informar. Nosotros queremos que la gente de Colo Colo se entere de cómo está la situación del plantel, pero también tenemos que evitar en estos momentos dar tanta información a los rivales, porque los rivales, cuando se informa con tanto tiempo de anticipación que hay jugadores que no van a jugar o están lesionados, se preparan de otra forma. No queremos dar ventaja, pero sí queremos informar de la mejor manera.
El camarín de Colo Colo tiene fama de ser complicado. ¿Cuál fue su impresión?
Sinceramente, me pareció todo lo contrario, un vestuario con muchas ganas de revertir esta situación. Trabajan muy bien, siempre al cien. Ahora no lo están haciendo algunos, porque están lesionados. Son muchos, es un equipo completo: once jugadores lesionados y no podemos entrenar con todos, pero van al entrenamiento con muchas ganas, con mucha entrega. Eso es fundamental para empezar a construir algo que sea sólido. Más allá de eso, tenemos que recuperar a todos los jugadores para elegir desde la totalidad del plantel. Y a partir de ahí y de mantener el buen juego los 90 minutos, no tengo duda de que vamos a sacar buenos resultados.
¿Qué importancia le da al trabajo psicológico en este momento?
Es muy importante, y mucho más en estos momentos. Creo que ahora tenemos que limpiarles el pensamiento negativo al plantel y a los jugadores que entran a la cancha. Pensar en que se comienza una nueva etapa, en que tenemos que salir adelante jugando al fútbol. Primero, logrando una preparación ideal para recuperar el tiempo perdido sin entrenamiento, con todos los problemas que eso lleva, y después trabajar en lo mental y anímico para lograr que el funcionamiento futbolístico llegue lo antes posible.
¿Piensa cambiar el sistema de juego?
Me gustaría entrenar dos sistemas de juego: el 4-2-3-1 y el 4-3-3, que estamos intentando hacer ahora y así tener esas variantes para utilizarlas en distintas situaciones de un partido o en distintos partidos. Y cuando el jugador se sienta seguro de que está realizando bien uno de los sistemas de juego, empezar a entrenar el otro, para tener opciones cuando no puedes vulnerar a un equipo o cuando un rival te contrarresta.
¿Qué le dijo a Gabriel Costa, para que cambiara tanto su juego?
Hablé con casi todos los jugadores y voy a seguir hablando siempre con la verdad. A Gabriel le dije que es un jugador de selección, que no tengo dudas de que puede jugar mucho mejor de lo que lo venía haciendo y que le iba a dar toda la confianza para aportar con sus virtudes al equipo. Que tuviera la tranquilidad de que iba a tener opciones para jugar, que solo quería que juegue sin presión y con total libertad. Y la verdad es que el pibe tiene muchas ganas. Entendió el mensaje, es un jugador interesante, que está en un muy buen nivel, y en estos dos partidos estuvo involucrado en casi todos los goles, anotando, asistiendo y creando situaciones.
Otro caso es el de Nicolás Blandi, el gran precio del torneo. ¿Está haciendo un trabajo similar?
Todavía no he podido hablar bien con él, porque entrenó muy poco conmigo para este partido. Solo un día o dos, y ya lo tuvimos que usar para darle minutos y confianza, porque venía de una lesión de 10 días. No está bien todavía, no está preparado para jugar 90 minutos. Cuando esté bien preparado, voy a hablar con él. Hay que darle confianza. Lo mismo que Parraguez, que está lesionado, o Mouche. Son jugadores con los que me gustaría hablar mucho y hacerles entender bien cuáles son los objetivos y lo que yo pretendo de cada uno de ellos. No tengo dudas de que, cuando tengamos a todos a disposición y el tiempo para entrenar, este equipo va a jugar bien, va a salir del mal momento en que está y el año que viene va a ser protagonista del campeonato.
¿A los referentes se les debe tratar de forma especial?
Los referentes son importantísimos, pero lo son siempre y cuando sean ejemplo para los más jóvenes y que desde su actitud y su entrega para el equipo sean positivos. En estos pocos días, todos los referentes han cumplido con esa faceta. No tuve ningún inconveniente. Al contrario, si tengo que hablar de Paredes, Insaurralde o Matías, tengo que hacerlo de la mejor manera.
¿Cómo prepara el partido del martes con Wilstermann?
Queremos mantener esa experiencia de que en la Copa el equipo viene bien. Hay que tratar de mejorarlo y recuperar a la máxima cantidad de jugadores para formar el mejor equipo posible y con más variantes. Vamos a enfrentar a un equipo que se defiende mucho y muy bien. Tenemos que ser capaces de vulnerar una defensa muy cerrada.
Usted salió de Newell’s. ¿Alcanzó a coincidir con Bielsa?
A Marcelo lo conozco en sus dos facetas. Empezó como preparador físico y terminó siendo entrenador de la cuarta división en Newell’s, donde yo jugaba. Lo tuve como PF y no como entrenador, pero compartimos mucho. Cuando se dedicó a ser director técnico, ya se notaba que era distinto y estaba adelantado a todos. Uno palpitaba que iba a ser un gran entrenador. Es un precursor, un genio en el trabajo y la honestidad. Es uno de los que hace digna a la profesión. Si bien tiene un sistema de juego que casi nunca lo utilizo, siempre tendrá una admiración. Fue un maestro para muchos entrenadores. Nosotros empezamos a aprender de Guardiola, de Mourinho, de Klopp, del mismo Pellegrini… Antes era Menotti y Bilardo, ahora son estos entrenadores.
¿Y cómo era Bielsa como PF?
Fue como un adelantado a la época. Trabajaba con elementos que nadie tenía, nos enseñaba muchísimo en todo sentido. En el cuidado, en la preparación... Tengo los mejores recuerdos de Marcelo. Era muy exigente. Hace mucho tiempo que no hablo él, pero si nos encontramos, estoy seguro de que se va a acordar de un montón de anécdotas que vivimos en esos momentos.
¿Recuerda alguna?
Él era tan obsesivo con el trabajo, que tenía un Citroën en ese tiempo y se encargaba de llevar todas las pelotas en el auto. Con palos de escoba hacía las estacas, que en esos momentos no existían, y utilizaba elementos caseros para tener todo el material. Llenaba el auto y casi tocaba el piso en los viajes de la pensión donde nosotros vivíamos hacia el lugar de entrenamiento. Más que un auto, parecía un camión cargado de cosas. La verdad es que la pasábamos muy bien.
En Bolivia conoció a Evo Morales. ¿Qué impresión le dejó?
Tuve la posibilidad de dirigir a la selección de Bolivia y Evo Morales siempre organizaba partidos de fútbol e invitaba a todos los que participamos de la clasificación al Mundial del 94: Etcheverry, Platini Sánchez, a mí… Jugábamos partidos, compartíamos y la verdad es que nos apoyó mucho. También, Jaime Paz Zamora, el Presidente cuando empezó la Eliminatoria (para Estados Unidos), nos dio un apoyo enorme en todo sentido. Es increíble cómo el fútbol mueve pasiones y a los presidentes, al igual que en Ecuador, donde conocí a Rafael Correa.
Usted es un buen lector. ¿Qué está leyendo ahora?
Últimamente estaba leyendo libros de Simeone, de Bielsa. También he estado mirando series de entrenadores de fútbol, de la NBA. Me gusta leer muchas cosas de motivación, utilizarlo en el día a día con los jugadores. Y últimamente estoy mirando mucho fútbol para llevar a los entrenamientos algunas situaciones de partidos.
¿Para usted cuál es el mejor técnico del mundo?
Por cómo evoluciona el fútbol, me gusta Klopp. Creo que ya pasó la época del Barcelona, de la posesión indefinida y toques. Ahora es el fútbol más dinámico, de ida y vuelta y transiciones. Creo que Klopp es de los mejores. También me gusta el Cholo Simeone, que es más defensivo y saca resultados de una manera que quizás no comparto tanto, pero hay que reconocer que es muy estudioso en lo táctico. Y, por supuesto, que hay que respetar lo que hizo Guardiola con el Barcelona y Mourinho con el Inter.
¿Vio a la Selección?
Con Rueda tuve una relación en Ecuador. Es un grandísimo profesional, un señor. En Ecuador le fue muy bien, clasificó al Mundial. A Chile lo vi bien. Por momentos, muy bien. Lamentablemente, por distintas situaciones, en minutos finales perdió puntos y eso duele, pero creo que está en buen camino, más allá de que pudo sacar un solo punto. Ha mostrado un buen fútbol y a un Alexis totalmente enchufado, que volvió a su mejor nivel. El equipo con caras nuevas se ha renovado en algunas posiciones y lo ha hecho bien. Ojalá que en los próximos partidos sigan mejorando.
¿Lo llamaron de otros lados aparte de Colo Colo?
De un equipo de Paraguay; hubo posibilidades de México de equipos que llamaron, pero terminaron poniendo interinos hasta fin de año y la opción se iba a dar en diciembre. También me llamaron de Arabia, pero no tenía ganas de volver. Hoy me interesan los proyectos deportivos, siempre pensé en agarrar un equipo que me pueda dar la posibilidad de salir campeón. Ojalá podamos el año que viene completar un plantel que pueda pelear el campeonato.
¿Se fue de Universidad Católica por una oferta o por el estallido?
No fue por el estallido. Había incertidumbre sobre si los equipos chilenos iban a poder jugar copas internacionales y llegó una oferta importante de México, que se hacía cargo de una cláusula de rescisión que Católica me puso, y había que tomar decisiones. Siempre tuve la ilusión de dirigir en México. Fue muy difícil, porque encontré en Chile un país que me gustó mucho, que da muchas seguridades y cercanía con Argentina, donde tengo a mi familia. En México lo sufrí mucho, después nos agarró la pandemia con mi esposa y uno de mis hijos y quedamos separados por mucho tiempo de la otra parte de la familia. Eso me dolió muchísimo. Siempre le di la prioridad a volver a Sudamérica. Salió lo de Chile y ni lo dudé. Dejé opciones económicas más importantes pensando en la familia y en la parte deportiva.
Y si se le presenta una situación similar a lo de la UC, ¿tomaría la opción?
No, porque acá en Colo Colo no tengo una cláusula de rescisión. Tengo contrato hasta diciembre de 2021. Este es un momento muy complicado y no tengo duda de que vamos a seguir unidos. Pero la idea mía es formar un equipo el año que viene que sea capaz de pelear el campeonato.
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