Paulo Díaz ofrece disculpas. El defensor chileno se planta enfrente de todo River Plate para reconocer el error que cometió el martes en el partido frente a Colo Colo: el encontrón con Maximiliano Falcón, que determinó la expulsión de ambos y, por consiguiente, su ausencia en la revancha que se jugará el martes en el estadio Monumental de Buenos Aires.
El zaguero de los Millonarios, uno de los referentes del equipo de Marcelo Gallardo, golpeó a Peluca, aunque el juez brasileño Raphael Claus determinó expulsarlos a ambos, por doble amonestación. El enfrentamiento continuó en el camino hacia los vestuarios y se prolongó hasta el túnel, donde la intervención de los equipos de seguridad de ambos clubes impidió que pasaran directo a las manos. En Macul, por cierto, apelaron por la segunda amonestación al uruguayo, aunque las posibilidades de éxito de la gestión son prácticamente nulas.
En conferencia
Díaz compareció ante los medios de comunicación en la antesala del Superclásico transandino entre River y Boca Juniors, que se disputará este sábado en La Bombonera. “Disculpas a los hinchas de River. Ha sido una tontería. Creo que soy un jugador importante. Obvio que otros chicos también pueden hacerlo en mi lugar, pero siempre quiero estar”, declaró el seleccionado nacional.
“Estoy arrepentido. Me pierdo la vuelta, Fue una tontería”, insistió el defensor chileno en el transcurso de la comparecencia ante los medios transandinos.
“Siempre quiero estar en todos los partidos. Pido disculpas a la gente de River. Espero que mis compañeros puedan sacar este partido adelante y pasar de fase”, añadió el jugador formado en Palestino, quien militó en los albos en 2015, aunque sin mayor trascendencia.
Choque intenso
El choque entre Díaz y el uruguayo fue intenso. De hecho, fue visible que, luego de la determinación de Claus, la disputa continuó. Primero, en la salida del campo de juego, donde Falcón siguió insultando al seleccionado chileno y hasta le invitó a pelear una vez que traspusieran el límite de la cancha.
En el túnel, según testigos, continuaron los palabrazos, hasta el límite de que ambos quedaron cara a cara. Sin embargo, no hubo golpes. Primó la intervención de los equipos de seguridad de ambos clubes, que terminaron por contenerles.
La tensión, eso sí, no bajó. Técnicamente, ambos pudieron exponerse a sanciones por la ley de derechos y deberes en espectáculos deportivos, pero las rápidas gestiones dirigenciales de lado y lado evitaron otra situación bochornosa: que Falcón y Díaz hubiesen sido detenidos por personal de Carabineros.
Finalmente, después de compartir con familiares y cercanos, el defensor chileno abandonó el estadio Monumental en el bus que trasladó a los argentinos, en medio de reproches de hinchas que hasta le reclamaron por su rendimiento en la Selección, que consideraron muy lejano al nivel que exhibe semanalmente en el equipo transandino, donde se convirtió en pilar: hace un par de semanas extendió el contrato que le liga al club como el jugador mejor pagado de la competencia argentina.