Hernán Rosenblum vuelve al fútbol. Hace un par de años había dejado Ñublense. La asunción del grupo encabezado por Sergio Gioino le obligó a abandonar la gerencia general del club chillanejo. Ahora, asume un desafío mucho mayor: desde ayer es el controlador de Huachipato. El único, pues según el comunicado que publicó la entidad acerera a través de sus canales oficiales, él y su familia adquirieron el total de la sociedad que tenía como rostros visibles a Victoriano Cerda, Marcelo Pesce y Marcelo Ambrosio. El traspaso está en marcha. La anterior gestión, de hecho, ya se despidió de los trabajadores.

Rosenblum atiende a El Deportivo. Está dispuesto a responder todas las consultas. “La verdad es que todos estos procesos son largos. Yo me retiré hace dos años de Ñublense y no pretendía volver. Se dio la opción y se alinearon los astros y llegué a la propiedad de Huachipato. No estaba en mis planes hace cinco o seis meses. Es una oportunidad que se me presentó y se desarrolló en el tiempo”, explica, respecto de su arribo a la institución.

¿Llega solo o con Patrick Kiblisky, con quien coincidió en Ñublense?

A mi me hubiera encantado que Patrick me hubiera acompañado. Es un tremendo controlador de gestión, poco valorado, pero es una persona que trabaja muy bien. Lamentablemente, no me puede acompañar, porque sus actividades actuales son incompatibles. Lamentablemente para mí

¿Se lo ofreció?

Sí, claro. Y a él no le molestaría hacerlo, pero es incompatible con sus actividades profesionales, de negocios. No hay nada. Leí que había una empresa gringa y nada. Tengo a mi familia atrás.

Se habla de una inversión de US$ 25 millones, ¿de donde consigue el dinero?

No es tal, pero no puedo, lamentablemente, entrar en detalles. No puedo entrar en eso. Hay un acuerdo de confidencialidad en ese sentido, que debo respetar. No es real que sean US$ 25 millones. Habría que tener harto patrimonio para meterse en un negocio así. La plata es financiada. Los dineros que uno puede incorporar se obtienen a través de financiamiento. Ni el monto ni el financiamiento lo puedo precisar.

¿Con qué expectativas arriba a Huachipato?

Las más grandes. Lo he repetido toda el día. El modelo deportivo de Huachipato es tremendamente exitoso. Lo conocemos todos. Está dentro de los cuatro clubes chilenos más exitosos de este siglo. Es un honor llegar acá después de 14 años en Ñublense. Las expectativas son altas, muchas. Están a la altura del club.

Hernán Rosenblum, a la izquierda, en su paso por Ñublense.

¿Qué proyecta para el club?

Me encantaría que Huachipato, un modelo exitoso, fuera replicado en todos los clubes. Las fuerzas vivas del club, el fútbol joven, el femenino, son muy importantes. Ojalá posicionarse y consolidar lo que está haciendo. A la luz de los resultados, como dije, Huachipato está dentro de los cuatro más exitoso del siglo. Tiene dos títulos, ha jugado la Copa Libertadores, la Sudamericana y ha dejado una buena imagen. Nos gustaría ser uno de los cuatro o cinco clubes más importantes del país. Para eso vamos a trabajar.

¿Ya adoptó algunas decisiones deportivas?

Es importante señalar que el éxito de Huachipato, un modelo que ha sido ejemplo, más allá de los vaivenes propios de los resultados en la competencia, tiene una razón: una estructura armada. Entonces, eso se mantiene y se sigue trabajando. Uno le va a dar, quizás, una forma o algún diseño distinto. Algo de su sello, como pasa siempre. Sin dudas. Pero lo más estructural sigue exactamente igual. Eso implica que haya un equipo que va a seguir tomando decisiones, que luego van a ir a consulta. Después hablaremos de jugadores, entrenadores. Viene todo un proceso. Lo normal.

¿Jaime García, con quien trabajó por años en Ñublense, es el candidato natural para la banca?

Es una opción. Aún no está definido. Lo he hablado con él. Hay una afinidad y un cariño muy grande. Una lealtad muy grande, también. Es una alternativa que estamos considerando. Sería lindo que nos reencontráramos en un proyecto como este, que tiene grandes expectativas. La vara está muy alta.

Las decisiones clave

¿Le teme a los efectos del cierre de la siderúrgica?

No porque son materias que van por líneas distintas. Huachipato FC es independiente de la CAP y su continuidad no influye en lo más mínimo en club. El hincha de Huachipato está ahí mismo. En lo social es una preocupación desde el día cero. Hay que tratar de ayudar en lo que más se pueda para aminorar los daños. Traemos un tinte bien social desde Ñublense que vamos a poder replicar acá. Uno no puede resolver los problemas totales de la gente, pero, desde el fútbol, puede contribuir. Es lo que intentaremos.

Hay una decisión importante que la gestión anterior había avanzado: la compra del estadio.

Es algo que debemos analizar profundamente. Tengo una impresión de costos, pero no puedo elucubrar valores mientras no ingrese a lo que significa el trato. Hay cifras, pero hay que estudiarlas. No es vinculante a lo que acabamos de hacer, que es el traspaso de las acciones de la sociedad. Lo analizaremos en su mérito. Hoy estamos en otro tema.

¿Cuántos años de arriendo quedan?

Es renovable permanentemente. No hay una fecha límite. Este tipo de análisis no está en la mesa. Se evaluará en su mérito.

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