Al principio del día se preveía que podía terminar en fiesta. Lewis Hamilton, haciendo gala de su destreza, aprovechando los errores del resto y dando cátedra como lo viene haciendo hace más de una década, se quedó con el triunfo del Gran Premio de Turquía y con eso cerró su séptimo título de la Fórmula Uno, igualando a Michael Schumacher como los más ganadores de mundiales. El piloto de Mercedes entra de lleno en la discusión por ser el mejor de todos los tiempos.

Si las matemáticas proponían varias fórmulas para que el británico se consagre, Bottas se encargó rápido de decidir cuál sería la suma. En la primera vuelta el finlandés dio un trompo que le hizo caer hasta los últimos puestos, desde donde tuvo que batallar durante toda la jornada. A Hamilton le bastaba finalizar mejor que su compañero para celebrar una nueva corona.

La pista mojada, la dificultad de los neumáticos para acoplarse al pavimento y las lentas paradas en boxes le dieron emoción a una carrera que tuvo inesperados protagonistas. Durante 30 vueltas estuvieron los Racing Point en la cima, con Lance Stroll manteniendo su puesto de la pole y el mexicano Sergio Pérez cerrando el podio.

Max Verstappen, el tercer piloto que luchaba por la cima, era intermitente en su rendimiento. El holandés también fue cometiendo errores que lo sacaban de la pista y le prohibían pelear por el triunfo. Hamilton, en tanto, hacía una carrera tranquila, manteniéndose sexto y aprovechando las fallas del resto, pues así pudo avanzar y tomar el liderato en la vuelta 38 de 59.

Con la pista más seca y la posibilidad de lluvia esfumándose con el avance de los neumáticos, el británico tenía a su merced no solo el título, que a esa altura estaba más que asegurado pues Bottas seguía perdiendo tiempo y cayendo en trompos involuntarios, sino que olfateaba la victoria del Gran Premio de Turquía. Y cuando Lewis huele sangre, va tras ella.

Hamilton terminó venciendo en la jornada, celebrando su 94ª victoria en la F1, alejándose como el máximo ganador de carreras en la máxima categoría y cerrando su séptima corona a tres fechas por terminar. El podio lo completaron Pérez y Sebastian Vettel. Y Bottas, demasiado lejos para su calidad, finalizó 14ª y sin puntos.

El piloto de 35 años, el nacido en Stevenage, el que empezó en McLaren y se hizo enorme en Mercedes, el mismo que celebró por primera vez el título mundial en 2008, el impredecible e implacable británico que esta temporada dejó atrás los récords de Schumacher y que con esta séptima corona le igualó como los máximos campeones del Gran Circo. “Get in there, Lewis”, el hombre que ya marcó una época en el automovilismo.