Lewis Hamilton comienza a poner las cosas en orden. El alentador inicio de Sebastian Vettel junto a Ferrari, tras ganar en Australia y Bahrein, parece una cosa del pasado si es que se observa la tabla de líderes de la Fórmula 1. El británico, harto de conceder ventaja, ya no da tregua y junto a Mercedes ya dominan los primeros lugares del campeonato de pilotos y de constructores.

El gran premio de Barcelona fue testigo de otra exhibición del nacido en Stevenage. Comandó de principio a fin en una ciudad donde no suele ser bien recibido. Su rivalidad con el español Fernando Alonso -terminó octavo- le ha valido una resistencia que ya cede a punta de gran desempeño y velocidad pura.

El inglés se aseguró el primer lugar de la grilla gracias a una jornada clasificatoria impecable. La pole position no sólo le permitió partir primero, sino también evitar el descalabro en la largada, cuando Romain Grosjean derrapó en la tercera curva, dejó la pista llena de humo y sacó de competición a Niko Hülkenberg y Pierre Gastly.

Fue también en el inicio cuando Vettel superó a Bottas y se colocó como escolta exclusivo de Hamilton. El Virtual Safety Car debió ingresar tras el choque múltiple provocado por Grosjean, por lo que la carrera recién se reanudó en la vuelta siete. De allí en más, nadie pudo detener la flecha plateada que comanda el tetracampeón del mundo.

En la vuelta 18, Vettel ingresó a pits para cambiar a neumáticos medios. La ventaja de Hamilton, en ese momento ya era de siete segundos: una muestra de la enorme diferencia entre ambos pilotos.

"Se siente muy bien", señaló el británico tras ganar la carrera. "No sé cómo se vio, pero se sintió especial. Realmente fuerte. Tras asegurar la buena largada, nadie tuvo el ritmo para igualarme. Estaba sacando más de un segundo por vuelta", agregó.

Y así fue. Ya en la vuelta 41, cuando Hamilton registraba una ventaja de 10 segundos sobre Vettel, Esteban Ocon abandonó y nuevamente el auto de seguridad se hizo presente. El germano, aprovechando el accidente, ingresó a pit para renovar neumáticos, pero su equipo demoró el cambio y terminó saliendo cuarto, por detras de Max Verstappen. Una posición que no pudo remontar.

"No tuvimos suficiente ritmo", lamentó el piloto de Ferrari. "Fue un fin de semana decente, pero debemos entende r qué hacer con los neumáticos", finalizó.

Magnífico un-dos para Mercedes, que recupera el dominio absoluto del Mundial. Y pésima jornada para Ferrari, cuyo piloto estrella apenas logró el cuarto lugar y donde Kimmi Räikkönen se retiró por un problema en el motor.