No tuvo rival. Lewis Hamilton se quedó con el Gran Premio de Singapur sin oposición alguna. Dominó de principio a fin escoltado por Max Verstappen y Sebastian Vettel que simplemente no pudieron acercársele. Su 69ª victoria en la F1 le deja a 40 puntos por sobre el alemán que ve, impotente, cómo el británico se dirige a su pentacampeonato.
Porque el inglés está imparable y así lo demostró al inicio de la carrera. Fue una largada limpia para los tres primeros: el Mercedes salió disparado por delante del Red Bull y Ferrari que lo perseguían. Entre estos dos últimos autos se generó una batalla por el segundo lugar que el holandés fue capaz de mantener gracias a su habilidad y, también, por el ingreso del Safety Car tras un choque entre ambos bólidos de Force India. Sergio Pérez se disculpó por radio señalando que ni siquiera vio a Esteban Ocon acercarse; su compañero, cuya carrera se había terminado, no estaba tan dispuesto a perdonar.
En una carrera tan apretada la estrategia de los pits fue clave, y en ella siempre salió ganando Mercedes y Red Bull. Ferrari vuelve a caer en sus propios errores luego de que Vettel se detuviera y cambiara sus neumáticos hipersuaves por unos ultrasuaves, que eventualmente no durarían toda la carrera y le forzarían a realizar otra parada.
Para la mitad de la carrera y ya con todos los pilotos habiéndose detenido una vez, Hamilton lideraba. Verstappen secundaba y tercero llegaba el alemán, desesperado. Y así fue hasta el final de la carrera: en cada vuelta el británico extendía su diferencia con respecto a Verstappen que, a su vez, hacía lo mismo con Vettel.
Así quedó el Mundial:
Piloto/Puntos
Hamilton (MER): 281
Vettel (FER): 241
Räikkönen (FER): 174
Bottas (MER): 171
Verstappen (RED): 148
Ricciardo (RED): 126