Una de las voces más autorizadas para hablar de Universidad de Chile es la de Federico Valdés. Más aún si habla un 14 de diciembre. El otrora presidente de Azul Azul y cabeza de la concesionaria cuando los laicos ganaron la Copa Sudamericana (el 14 de diciembre de 2011), se refirió a la postulación de Gustavo Álvarez a la banca de la U. Y no le gustó nada.
“Vi jugar a Huachipato dos veces, las dos veces que jugó ante la U, entonces no tengo una opinión del técnico por lo que no me referiré a él”, comenzó diciendo en entrevista con radio Cooperativa. Pero enseguida lapidó la aspiración. “Pagar casi un millón de dólares para partir... (son 800 mil dólares). Creo que hay técnicos que por mucho menos que eso están dispuestos a trabajar dos años en la U”, sentenció.
Eso sí, el empresario reconoció que lo más difícil de la gestión de un club es escoger al hombre adecuado para dirigir al plantel. “La decisión más difícil es elegir al técnico. Nosotros tuvimos muy buenos técnicos, y otros no tan buenos. Con José Basualdo nos fue muy mal, con (Arturo) Salah nos fue bien, y con (Sergio) Markarian fuimos campeones. Luego, con (Gerardo) Pelusso llegamos a semifinales de Copa Libertadores, y qué decir de (Jorge) Sampaoli”, recordó.
¿Y si fuera este último el elegido por la actual administración de la sociedad anónima? “Lo veo como un sueño. No me imagino en qué circunstancias hoy Sampaoli pueda volver... no sé en 10 años más. Pero hoy tiene una trayectoria, tiene expectativas de renta que no cuadran con la realidad del futbol chileno”, se sinceró.
Y si bien crítica a su colega Michael Clark por la mala campaña y la calidad de los refuerzos, Valdés no cree que hay mala intención o algún timo dentro de la entidad. “Creo que han contratado mal, eso es un hecho. Han contratado mal y no le apuntan a una, pero no asumo que no hay dolo de por medio. No he visto nada que me permita calificarlo así”, verbalizó.
Acto seguido comentó cómo lo hacían en el momento que él dirigía los destinos del Romántico Viajero. “El poder estaba más dividido y esa dificultad que yo tenía para tomar decisiones me obligaba a llegar con proyectos más pensados y nos terminó evitando hacer contrataciones que hubieran puesto en peligro la estabilidad financiera del club”, vocalizó y concluyó que “a medida que el equipo se va poniendo metas más altas es más tentador comprar al delantero argentino de 5 millones de dólares o ese tipo de pasos en falso que evitamos siempre. El jugador más caro que pagué fue Eduardo Vargas y lo vendimos mucho más caro que lo que nos costó”.