Hans Podlipnik está radiante. Camina por el laberinto de túneles, pasadizos, explanadas, escaleras y canchas que dan forma a la Caja Mágica sin dejar de sonreír. Bromea con sus compañeros de equipo, se detiene para saludar a los adversarios y se queda absorto, de tanto en tanto, en la contemplación de las prácticas rutinarias del resto de selecciones. El tenis se filtra aquí por cada rendija. Y el Polaco, que siempre ha respirado tenis, se siente como en casa.
A sus 31 años, el oriundo de Lo Barnechea es el más veterano de la nómina chilena presente en Madrid, pero también el principal doblista del equipo. De eso, de la importancia del dobles, y de los puntos de inflexión (tanto en el tenis como en la vida) se sienta a conversar, entre otros asuntos, el tenista con La Tercera. En la tribuna de la pista central Manolo Santana, precisamente el escenario en donde dentro de dos días el combinado chileno realizará su debut en el certamen ante Argentina.
Desde fuera, se percibe un clima de máxima sintonía entre los integrantes del equipo. ¿A qué se debe?
Es un trabajo de muchos años, desde que nos conocimos todos cuando éramos más pequeños, sobre todo los que vienen más abajo que yo. Es un trabajo que se dio bastante naturalmente, porque por fortuna todos venimos de familias de muy buenos valores y todos somos finalmente personas y deportistas muy humildes, que nos ha costado mucho trabajo llegar donde estamos y todas esas cosas en conjunto nos hacen respetarnos mucho como deportistas y obviamente mantener una amistad.
¿Siempre fue así?
Yo creo que es una linda sorpresa que nos sigamos llevando tan bien después de tantos años y estando en situaciones que son de un estrés mucho más alto, donde hay cosas alrededor que te hacen sentir mucha más presión. Y cuando hay presión, muchas veces uno se bloquea. Pero aún así, con todas esas cosas, hemos seguido manteniendo una muy buena comunicación y una muy buena amistad. Pero yo creo que desde la época de Marcelo (Ríos), Fernando (González), Massú... siempre hubo mucha sintonía.
¿Cómo es la concentración de puertas para dentro?
Bueno, siempre traemos, Nicolás Jarry en realidad, un juego, el Catán, y las Copas Davis pasadas siempre jugábamos en la habitación de alguno de nosotros a ese juego. Esta vez, de momento, no hemos tenido nada de tiempo, pero hoy (ayer), por ejemplo, vamos a ir a la ciudad a hacer fotos. A mí me encanta la fotografía, hace muchos años que es mi segunda pasión, y estoy tratando de inculcárselo a Nicolás Jarry. Él ya lo tomó y se compró una cámara, así que vamos a ir a practicar un poquito al centro para desconectarnos.
Hay entonces una rivalidad fotográfica...
No tengo competencia con él. Estoy a otro nivel.
Citaba antes a Ríos y a Massú, precisamente la dupla técnica del equipo. Son dos personas con talantes muy diferentes. ¿Qué rol juega cada uno?
Creo que somos uno de los pocos países que tenemos un staff de este nivel y tener al Chino y a Nicolás como capitán y como asistente es una fortuna increíble. Es muy lindo ver que los dos están tan comprometidos. Analizándolos individualmente Nicolás es una persona muy apasionada que te inculca esa pasión en la cancha cuando estás compitiendo en situaciones difíciles. Le pone una pasión increíble y eso te levanta el ánimo y te tiene jugando a un 100% de energía todo el partido. Nos conocemos hace muchísimos años y es muy lindo saber y tener la sensación de que pase lo que pase, él va a estar ahí detrás de nosotros.
¿Y Marcelo es un poco el contrapunto, no?
Claro, son dos personalidades totalmente diferentes, pero se complementan muy bien. Marcelo, bueno, no tengo que decir quién es porque todos lo saben. Número uno del mundo, un personaje, no existen dos personas como él. Quizás la gente que está fuera de esta burbuja no lo sepa, pero Marcelo nos mantiene muy alegres a todos, dice cosas muy divertidas y es una persona de mucha piel, de mucha conexión, de hablar mucho. Conversamos y lo pasamos muy bien con él porque nos hace relajarnos y olvidarnos a veces un poco de la tensión.
El martes espera Argentina. ¿Cuáles diría que pueden ser las claves de la serie?
Yo creo que los partidos se deciden en estas instancias por tres, cuatro o cinco puntos, y Christian (Garin) está en un nivel que le puede ganar casi a cualquiera. Argentina en el papel es favorito, pero también hay presiones extra. Argentina-Chile es un clásico, Christian le ha ganado a Schwartzman este año y creo que ellos sienten la presión de ganarnos porque ahora venimos con un equipo que puede hacer pelea y lo saben.
¿Es realmente tan favorito Argentina o se trata de una maniobra para pasarles la presión a ellos?
Bueno, si comparamos los rankings claro que sí. Ellos están más arriba que nuestros jugadores, pero nuestros jugadores son jóvenes, han tenido un gran año y han demostrado que le pueden hacer pelea a cualquiera.
Dos días después toca Alemania, un equipo que viene sin Zverev, pero con jugadores sólidos y un dobles afianzado. ¿Cómo ve ese duelo?
Yo creo que muchas veces nos olvidamos del dobles y hablamos de Jarry y de Garin y de los singles que les toca afrontar, pero los puntos más fuertes de Argentina y de Alemania en este momento son los dobles. En Argentina tienen a Zeballos 3 del mundo y a Máximo González, que estuvo casi Top 10 este año. Y lo mismo Alemania, que va con dos jugadores que ganaron Roland Garros (Krawietz y Mies). Si lo ponemos en perspectiva, los dobles son los puntos más difíciles y con los que más chances tenemos de hacer daño también a veces. Con Nicolás (Jarry) ya hemos ganado ese tipo de partidos.
¿Estas llaves al mejor de tres puntos revalorizan un poco la figura del doblista?
Yo siento que el dobles termina siendo muchas veces un punto de inflexión. Yo siento esa presión extra porque quiero hacerlo lo mejor posible para mi país, para mi partner, para el capitán Y para el equipo. Incluso siento más presión como doblista que cuando jugaba singles y muchas veces es porque el dobles es el punto que va a marcar la diferencia o la ventaja en una serie.
¿Le gusta este nuevo formato de torneo?
A mí me encanta. Creo que es una de las pocas oportunidades que hemos tenido los tenistas fuera del Top 20 de ganar un poco más económicamente y eso hace una gran diferencia. Porque con el sistema antiguo era muy difícil sacar algo económico de la Copa Davis. Y la parte económica es muy importante para gente como nosotros, que tenemos que financiarnos todo el año y con pocos recursos. Y esta inyección de recursos nos permite a lo mejor contratar un entrenador, poder viajar durante el año y poder tratar de hacer las cosas mejor. Además es un sistema que se juega en una semana y que resulta menos desgastante para los jugadores.
¿En qué momento de la temporada llegan para usted estas finales de la Davis?
Llego con todas las ganas porque es una competencia que te llena de adrenalina, con mucho nerviosismo y con ansiedad también. Quiero jugar, quiero competir y quiero hacerlo bien. Pero todas esas sensaciones son las que uno extrañará cuando algún día ya no esté jugando próximamente.
Tiene 31 años. ¿El retiro es una idea que le ronda la cabeza?
Sí, me ronda la cabeza. Es algo que estoy pensando y probablemente tenga la decisión muy pronto para compartirla con ustedes. A mis 31 años tengo que decidir, porque yo sé que si quiero seguir tengo que poner muchas ganas, porque el cuerpo ya no es el mismo que diez años atrás. Entonces, son muchas cosas que tengo que tomar en consideración si decido realmente seguir.
Lo dice con un punto de tristeza
No, no, pero yo sé lo que cuesta estar en la elite del tenis mundial. Es muy difícil mantenerse. Es un medio muy competitivo y cuando la gente quiere extender su carrera después de los 32, 33 años, hay que hacer un esfuerzo muy grande y estar preparado físicamente y económicamente para tomar ese esfuerzo. En el tenis uno siempre tiene que invertir en esas dos cosas al 100% y nunca te asegura ningún resultado. Eso es psicológicamente lo más difícil.
¿Cuáles son las aspiraciones de Chile en Madrid?
Nuestra gran meta era llegar aquí, pero ahora estamos en un momento que creemos que tenemos equipo para dar una sorpresa y avanzar a la siguiente fase.
El viernes emitieron un comunicado sobre su sentir respecto de la situación que está atravesando Chile, pero ¿cómo lo ha vivido usted a título personal y qué le parece el anuncio del plesbicito para reformar la constitución?
Encuentro que es una medida necesaria para poder terminar con esta crisis. Lo hemos vivido todo con mucha tristeza. Mucha tristeza por todos los destrozos, por toda la delincuencia y por todas las situaciones extremas que se han vivido, por toda la violencia. Pero, al mismo tiempo, también con orgullo por toda la gente que se mantuvo protestando pacíficamente, que tiene convicciones e ideales intelectuales que los mantienen, gente que busca un cambio y que tiene la capacidad de ejercer su derecho democrático de manifestarse de manera pacífica. Lo encuentro realmente un orgullo porque es un porcentaje muy alto de nuestra sociedad el que siempre se ha manifestado pacíficamente. Y me daría pena que todo esto se olvidase solamente por la violencia, pero creo que la violencia es totalmente condenable y tiene que haber mano dura con la gente que destruyó estaciones de metro y que hizo prácticamente muchos ataques terroristas.
¿Se planteó en algún momento no venir en señal de solidaridad?
No, nunca. Trabajamos seis años para llegar a este momento, sacrificamos muchas oportunidades para poder estar en la Copa Davis, y aparte si no jugáramos sería una sanción de muchos años para Chile y también económica. Nunca me planteé eso. El derecho a representar a Chile como deportista es algo que no puedo tocar.