Todos los focos estaban en LeBron James en su debut oficial en el Staples Center como jugador de los Lakers, pero fue James Harden quien, con 37 puntos, le robó el trono al "rey" y llevó a su equipo a la victoria por 115-124 en un duelo con aroma a "playoffs".
Chris Paul añadió 28 tantos y 10 asistencias para Houston, mientras que James, más preocupado de generar que de aglutinar juego, concluyó con 24 puntos, 5 rebotes y 5 asistencias.
Los Rockets mantuvieron una vez más la tendencia de los últimos tiempos ante los angelinos, a quienes han doblegado en 19 de sus últimos 25 enfrentamientos y en siete de los últimos ocho choques.
El grupo de Luke Walton volvió a evidenciar sus problemas desde el perímetro y si en su primer partido de la temporada acabó con 7/30 desde el triple, hoy firmaron un 8/32.
Pero no fue un encuentro cualquiera. Era el estreno oficial del mejor jugador de la NBA como líder de la segunda franquicia más laureada de la Liga, una marca universal en busca del esplendor perdido.
El ambiente en las calles alrededor del Staples Center era similar al de unas Finales y los principales edificios de la zona lucían enormes carteles y anuncios relacionados con James. Los más veteranos del lugar aseguraban no recordar una expectación similar desde el primer regreso de Michael Jordan a la NBA, allá por 1995.
Los datos así lo confirmaban: el partido fue televisado en directo en más 179 países y territorios y la franquicia acreditó a más de 250 periodistas para la ocasión.
Lawrence Tanter, "la voz" del Staples, presentó al alero estrella y llegó el delirio. Hasta Jack Nicholson se emocionó. Pero los flashes no intimidaron en absoluto a los Rockets, que salieron como un misil (0-7) antes de toparse con la respuesta de un equipo californiano sólido y motivado (14-14).
Llegó el primer mate de James y el público hiperventilaba. La energía en el pabellón era sobrecogedora, al menos hasta que entraron los reservas y bajaron las revoluciones. A los Lakers se les veían las costuras (1/6 en triples en el primer cuarto, incluido uno que no tocó aro por parte de Lonzo Ball) y no encontraban antídoto para Harden, imparable en ataque con clinic de técnica individual incluido.
Pero la defensa de Josh Hart, la intimidación de JaVale McGee (cuatro tapones) y la entrega de Ingram y Kyle Kuzma dejaban las espadas en alto al descanso (62-66).
El conjunto de Mike D'Antoni emergió de vestuarios con la energía por lo alto y se colocaron 10 arriba (62-72) tras dos triples seguidos, un colchón que lograron mantener los tejanos gracias a la irrupción desde el banquillo de Gerald Green, autor de 13 puntos sin fallo en 11 minutos.
Los Lakers, con su plantel más joven apretando en defensa, le dieron la vuelta a la situación (92-91) y James asumió los galones en un último periodo de alta tensión (108-109), incluida una monumental bronca que acabó con Rondo, Ingram y Paul expulsados.
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Foto: AP.[/caption]
El Staples Center se quedó con ganas de ver a James creciéndose ante la adversidad, pero el alero no estuvo a la altura y se quedó en un 1/8 en tiros en el último cuarto. Enfrente, PJ Tucker aprovechó un grave despiste defensivo (112-117) y Harden sentenció con otro triple (115-122).
El entusiasmo ha llegado a Los Ángeles. Ahora faltan la química y, sobre todo, los triples.