Inglaterra se impuso 2-1 a Túnez en el inicio de su participación en el grupo G de la Copa del Mundo. El cuadro inglés no realizó una buena presentación, pese a un inicio de mucho vértigo y ocasiones claras para anotar, y terminó sufriendo más de la cuenta ante un equipo que tuvo orden y voluntad, aunque no mucho más.
Pero si hubo alguien que respondió a las siempre altas expectativas inglesas fue Harry Kane. El delantero de 24 años, que ha revolucionado el fútbol de su país durante las últimas temporadas, se estrenó en el Mundial anotando los dos goles que le dieron la victoria a su equipo. Marcó primero a los 11', aprovechando un rebote tras un cabezazo ofensivo y luego en los descuentos, cuando el empate 1-1 parecía sentenciado y la moral de todos los ingleses ya decaía.
El ariete del Tottenham (donde suma 140 goles en 213 partidos) sigue despuntando también con la camiseta de la selección. Este lunes fue el capitán de una escuadra con la que, en los 25 partidos que ha jugado, registra 15 goles, siendo el futbolista más influyente del plantel.
Además de los goles, frente a Túnez retrocedió varios metros para interactuar con la pelota y participar de la elaboración. Además, no tuvo problemas para salir del centro del área hacia los costados para, de esa manera, abrir los caminos para la irrupción de los volantes. Con todo, completó una actuación destacada, que le da los primeros puntos del torneo a los suyos y, de paso, ratifica sus credenciales. A Rusia, el delantero inglés de moda llegó encendido.