La exigente hinchada de Independiente de Avellaneda está enloquecida. No solo por la campaña del equipo, que tiene cinco triunfos en siete partidos, sino con la genialidad de una de sus grandes figuras: el volante chileno Luciano Cabral.

El exjugador de León de México, quien fue titular ante Instituto de Córdoba, volvió a salir bajo una ovación de Libertadores de América. Esta vez no fue un gol, tampoco una asistencia.

Cuando se disputaba el minuto 53 del partido ante La Gloria, el colombiano Álvaro Ángulo inventó rápida una jugada con el juvenil Diego Tarzia. El argentino se la devolvió en diagonal a la zona donde estaba Cabral, quien dejó pasar la pelota en las piernas para que el cafetalero quedara en posición de tiro.

Golazo del Rey de Copas, en parte gracias al engaño del mediocampista nacional. Así también lo reconoció el árbitro del partido, Yael Falcón quien felicitó a Cabral con un sincero apretón de manos.

Gentileza que el volante devolvió con un humilde movimiento de cabeza. Un par de minutos más tarde, el técnico Julio Vaccari decidió reemplazar al Sargento, exfutbolista de Coquimbo Unido, quien salió ovacionado.

Finalmente, Independiente selló la victoria de 2-0 con una conquista de Federico Mancuello, a los 71 minutos, mediante tiro penal. Suficiente para que el equipo tomara otra vez la punta del Grupo B, a la espera de lo que hagan Rosario Central y San Lorenzo de Almagro.

El gesto del árbitro

El golazo del Rojo