Hat-trick a los 42 años: las explicaciones para la sobrenatural vigencia de Humberto Suazo
Chupete le marca tres veces a San Felipe y rompe la barrera del tiempo. Su marca, de hecho, se transforma en inédita para el siglo, incluso a nivel internacional, pero solo viene a confirmar la vigencia de un goleador de raza, que realizó ajustes físicos y futbolísticos para seguir brillando.
El domingo, mientras buena parte de los hinchas chilenos discutía acerca del Superclásico, Humberto Suazo se las ingeniaba para anotarse con un nuevo registro histórico. A los 42 años, Chupete se robaba el protagonismo en el duelo frente a San Felipe y aportaba los tres goles de de la victoria de los canarios sobre los aconcagüinos: anotó en los 8′, en los 49′ y en los 66′.
La marca llama la atención en el mundo entero. De hecho, la publicación BeSoccer le asigna características de hazaña: con 42 años y 306 días de vida, el sanantonino se transforma en el jugador más veterano en alcanzar un triplete en el siglo. El segundo es Dejan Damjanovic, quien lo logró con el Kitchee, Hong Kong, con 41 años y 108 días. Rubén Castro cierra el podio, después de haberlo logrado para el Cartagena, de la segunda división española con 40 años y 328 días.
Su mejor versión
Si los números en bruto ya son impactantes, la lectura del momento de Suazo aporta más elementos para entender su vigencia en una etapa en la que un futbolista ‘normal’ podría, perfectamente, acercarse a la década de un eventual retiro. “Vi el partido. Lo conozco desde chico y lo del otro día puede interpretarse para todos los gustos. Está feliz, se le nota. Eso ayuda mucho. Ahora, físicamente se ve muy bien. Y está disfrutando más que nunca estar dentro de la cancha”, diagnostica Osvaldo Hurtado. El técnico es uno de los que mejor conoce a Chupete: ayudó en su formación en la UC y lo dirigió, también, hace un par de años en Santa Cruz.
Sin embargo, ni siquiera ese amplio conocimiento le resta sorpresa respecto de la productividad de su exdirigido. “Uno se pregunta cómo lo hace, porque realiza piques que normalmente un jugador de su edad no los hace. Una explicación puede estar en el cuidado, ya que la técnica no se pierde. Se puede perder la velocidad, pero no la sensibilidad con el balón”, sostiene. El otro factor es, a juicio del ex símbolo cruzado, atribuible a la inteligencia de Suazo puesta al servicio del juego. “Es difícil de agarrar, porque se mete en el centro del campo, sale, se mete por los costados. Tendría que perderse un hombre en una marca personal y ni aún así, porque toca y descarga. Es inteligencia pura. Con los años se aprende a correr mejor la cancha. Humberto es una prueba de eso”, sentencia.
Licencia para matar
Hurtado no quiere quitarle méritos a la actuación de Suazo, que se suma a otras ya deslumbrantes que realizó el año pasado, también con el equipo quillotano. Sin embargo, irremediablemente, repara en la responsabilidad defensiva. “Uno queda en la línea delgada de restarle mérito, aunque no se trata de eso. Sin embargo, también hay un componente que es la marca. O no se dan cuenta que está, porque no cubren los espacios que llena o hay una pasividad defensiva”, sentencia.
La dificultad para los defensores, en todo caso, vuelve a estar justificada en una virtud de Chupete. “Lo que tiene Suazo es que su mente y el pie siguen estando conectados a la misma velocidad. En la pelota del segundo gol va al rebote dos veces. Eso denota que está plenas condiciones. Y eso es raro en jugadores de esta edad”, analiza.
Hay otro componente clave. “Hay jugadores que corren menos que él. Está corriendo mejor y más que en su mejor momento. Está feliz. Cobija a los más chicos, no hace aspavientos si el balón no le llega. La tele también protege, pero los defensas no llegan a tocarlo, porque se desprende antes del balón. A los 42, un tipo que no sea tan dotado técnicamente no hace esto. En los roces, no está. No lo van a encontrar ahí”, advierte.
Otra cuestión clave es la lectura del juego, también atribuible a la experiencia. “Los goles de Humberto, en general son entre el lateral y el central. En esa zona hay más distracciones para los defensores y el delantero ve la jugada de frente. Si el defensa mira hacia atrás está muerto. Suazo aprovecha eso”, apunta.
Finalmente, Hurtado confirma una convicción. “Cuando estábamos juntos en Santa Cruz, yo siempre dije que estaba para Primera. Ahora, no hace más que confirmarlo”, reluce.
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