Este miércoles comenzarán los Juegos Panamericanos Santiago 2023. Dos días antes que la ceremonia de inauguración deslumbre en el Estadio Nacional y cuando aún faltas comitivas por aterrizar en el país. El deporte encargado será el béisbol, quien arrancará en el con los duelos del Grupo A a mitad de semana frente a México (9.30 horas). Un hito para el país, que llega de la mano de una disciplina que busca su desarrollo y que se apoya en una selección multicultural.

Y es que su plantel está compuesto por jugadores de distintas partes del mundo. Hay muchos exponentes que nacieron y se criaron en el norte del país, pero también otros que eligieron a Chile como su segunda patria. Aquellos caminos dan con un plantel que tiene seleccionados nacidos en Chile, pero también Venezuela, Cuba y Puerto Rico. Todos ahora, buscarán la expansión de una disciplina que recién da sus primeros pasos y que evidentemente ha encontrado en la inmigración un aliado importante para potenciar sus estructuras. Sin ir más lejos, tanto el head coach del béisbol (Kaleeb Campo) y del sóftbol (Blas Armando Aguiar) son extranjeros.

Ese es uno de los temas que habla Cristóbal Hiche (40 años) con La Tercera. El chileno es el beisbolista de mayor edad entre los nacionales que estarán en Santiago 2023. Referente del deporte en el país, siendo parte de la selección desde 2011. Nació en Santiago y a los cuatro años comenzó a jugar, potenciado por su padre quien era de Tocopilla, una de las ciudades con más desarrollo de la disciplina en Chile. Participó de las ligas locales y emigró a Estados Unidos, donde jugó en Glendale Community College y en la Universidad de Arizona. Ahora vive en Inglaterra y juega en la liga local británica con el Herts Baseball Club.

“Creo que la migración ha sido importante en el desarrollo. De hecho hay varios de nuestro equipo, que obviamente ya son chilenos, pero que tienen descendencia cubana y venezolana. También hay muchos que lamentablemente no lograron la nacionalidad, pero que han estado viviendo por muchos años aquí en Chile, han sido parte del proceso y son un aporte importante a lo que es el béisbol. La importancia de la comunidad venezolana también ha sido clave”, menciona.

Marcela Pereira, la presidenta de la federación de Béisbol, se suma a las palabras de Hiche. “Con respecto a las nacionalidades, sí, tuvimos algunos impases en el camino, pero lamentablemente en todas las disciplinas y en todas las federaciones sucedió, pero eso no nos quitó las ganas de seguir nuestro trabajo y apoyando a nuestras selecciones”, complementó.

Entre esos jugadores que no lograron conseguir la carta de nacionalidad se encuentra Alberto Díaz, pitcher que estuvo en los equipos filiales de los Cachorros de Chicago, los legendarios Cubs de la MLB. El venezolano vive en Arica desde 2017 donde hace clases de inglés, por lo que en 2022 comenzó su proceso para ser chileno de manera oficial. Pese a sus intentos, la burocracia tardó más de lo que pensaba y se quedó fuera de la nómina.

Hiche también lanza un mensaje para las autoridades deportivas del país. “Para ser también sincero, creo que falta un poco de recursos de parte del Estado. Tener más lugares donde se pueda jugar y fomentar el deporte. Los niños de los inmigrantes, que ya son chilenos, están jugando y se nota. Uno ya ve en las calles, que están jugando el deporte, pero eso tiene que venir con tener las condiciones para poder jugar y eso tiene que ser en un campo de béisbol”, agrega.

Pese a ser directo con las mejoras necesarias, también es enfático en alabar el trabajo que se ha hecho durante la última década, donde a nivel organizacional la disciplina ha crecido evidentemente. “Aunque no somos profesionales, hoy en día la actitud de todo el equipo es profesional, en lo que refiere a las giras, al trabajar más duro, con mayor intensidad. La planificación también ha mejorado. Hace 10 años no teníamos en todas las giras un buen hospedaje o una buena alimentación”, menciona el ingeniero de profesión.

Los sacrificios y esfuerzos que ha hecho un equipo que no es profesional para competir en unos Juegos Panamericanos son evidentes. “La lucha que hemos hecho es inmensa. Ninguno de nosotros es profesional y tenemos que hacer muchos sacrificios deportivos, mientras también hacemos nuestros propios trabajos. Algunos vivimos en otros países, otros dentro de Chile, algunos en el norte, en Antofagasta, Tocopilla, Santiago. Entonces las distancias son muy largas como para juntarnos todos los fines de semana. Se ha hecho un proceso de varios años, donde hemos tenido oportunidades, pero uno siempre espera que hubiese sido más, sabiendo lo dura que será la competencia internacional”.

Esos problemas de logística se acrecentaron con las obras de los Juegos Panamericanos. Antes de la construcción del nuevo estadio en Cerillos, la única cancha de béisbol estaba en el Estadio Nacional, la cual fue cerrada cuando comenzó la reconstrucción del espacio capitalino. “En ese proceso de un par de años, no había canchas aquí en Santiago y la gente tuvo que entrenar en un estadio de fútbol. Condiciones que no eran las adecuadas y que trajo ciertos problemas. Había que hacer giras internacionales, que aumentaban los costos y acortaban los tiempos que podíamos estar ahí. En el béisbol se necesitan una gran cantidad de partidos”, señala.

Justo el tema de la infraestructura es algo clave para la Federación. Pereira lo deja claro: “Es importante dejar un legado, es importante que sigamos manteniendo nuestros campos de juego, porque a nosotros se nos quitó en su momento del Estadio Nacional y ahora llegamos a Cerillos. Es importante mantener eso”, sostiene.

Una casa nueva para un deporte en alza

Los Juegos de Santiago 2023 también serán la instancia en donde el béisbol inaugure su nuevo hogar. Un estadio completamente nuevo, instalado en el Parque Bicentenario de Cerrillos. El terreno de hecho, estuvo en medio de la polémica a inicios del año pasado, cuando el club de fútbol Universidad de Chile tuvo reuniones con los ministerios de Vivienda y Bienes Nacionales para construir ahí su estadio.

Fueron semanas de tensión y declaraciones cruzadas, las cuales finalmente terminaron con los azules sin su ansiado estadio y con el béisbol con nueva casa. Decisión en la cual Miguel Ángel Mujica, presidente del COCH, tuvo un rol clave, presionando por respetar los acuerdos iniciales.

También todo esto llevo a que el béisbol tuviera que salir a defender sus intereses y poner sus cartas sobre la mesa. Autoridades y jugadores, graficaron la realidad de un deporte en crecimiento total dentro del país. Más de 5.000 personas lo practican, hay federaciones en nueves ciudades y más de 150 clubes en Chile.

El béisbol está arraigado en Chile mucho más que antes. Están equivocados cuando dicen que no lo juega nadie. Hoy hay mucha gente que lo practica. Los inmigrantes lo hacen. Han elevado mucho el nivel y me atrevería a decir que le han dado mucha calidad. Ha venido gente que juega en buenas ligas. La mayor parte de la selección femenina venezolana de sóftbol está en Chile, por ejemplo. Estamos por seleccionar a seis jugadoras venezolanas. Entonces, es obvio que el fútbol tiene una gran repercusión, no podemos negarlo, pero también es cierto que el béisbol y el sóftbol han ido creciendo y que se están transformando en deportes importantes”, sostuvo en aquella oportunidad, Juan Carlos Barrera, ex presidente de la Federación de Chile.

Marcela Pereira, en tanto, se refiere a los nuevos campos en los que están practicando la disciplina. “Con respecto al campo, es un campo que se nos están entregando tres canchas. Consideramos que están bien, no te puedo decir que están excelentes, lamentablemente, porque no hemos participado y no hemos tenido la posibilidad de jugar en el campo, pero eso se va a ver después, ya mañana”, cerró.