Tuvieron que pasar 1.100 días para que Héctor Tapia volviera a dirigir a Colo Colo en el estadio Monumental. Aquel 2 de mayo de 2015 los albos vencieron 3-1 a Santiago Wanderers en lo que fue el último partido de Tapia como local. Ayer, tres años después, el marcador se repite, Esteban Paredes vuelve a convertir un doblete, y el ciclo en vez de finalizar, comienza a tomar forma.

"El esfuerzo de los que empezaron fue tremendo, buen trabajo de Pinares, de Fierro por la derecha. Véjar entró muy bien, la madurez futbolística de Baeza, Valdivia, Valdés, Paredes. El bloque defensivo fue tremendo. Me voy muy contento a pesar de tener lapsos donde no tuvimos claridad. Los jugadores entendieron y sometieron", señaló el entrenador del Cacique tras el encuentro.

El cansancio de los jugadores, tras jugar en Ecuador ante Delfín a mitad de semana, fue un tema que el adiestrador no desconoció: "Antes del partido tenían un cansancio normal. El área médica se mató para recuperarlos, y hoy (ayer) se terminó corriendo de muy buena manera. Seguramente ahora están todos muertos".

Los ocho puntos de ventaja que tiene la UC sobre el conjunto de Macul no desesperan a Tito: "Apelo a la historia del club. Acá me enseñaron que de atrás pica el indio. Cumplimos con nuestra tarea y esperamos que los de arriba se caigan".

Finalmente, sobre Paredes indicó que "todo el mundo sabe lo que es Esteban para nuestro fútbol y para el club. Nos facilita la tarea".