"No lo puedo creer", tuitea Usain Bolt apenas se entera de la muerte de Kobe Bryant (23 de agosto de 1978). La sensación de incredulidad del atleta jamaiquino es la misma que invade a millones en el mundo. Conocidos y anónimos. Desde el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, hasta los miles de fanáticos que transformaron el nombre de la ex estrella de Los Ángeles Lakers y la NBA en el tema más comentado a nivel mundial. Y que lloraron y seguirán llorando por un buen tiempo la partida de uno de los basquetbolistas más importantes y carismáticos de la historia.

Apenas segundos antes, el mundo se había paralizado. El sitio estadouniedense TMZ había comunicado la muerte del ex basquetbolista de 41 años, en un accidente de helicóptero ocurrido a las 10.01 horas locales (15.01 horas en Chile) en las cercanías de Calabasas, California. La policía del condado también daba cuenta de la tragedia a través de su cuenta en Twitter. Ya no había dudas del desenlace fatal del impacto del Sikorsky S-76, en el que Bryant acostumbraba desplazarse.

El quíntuple campeón de la principal competencia basquetbolística en el mundo, entre otros múltiples logros (ver nota secundaria) murió junto a ocho acompañantes, según informó, horas más tarde, un vocero de la policía. Uno de ellos era la hija del jugador, Gianna María, de 13 años. Se realizan las pruebas de ADN para identificar al resto. En la aeronave también viajaban una amiga de la menor y su padre. El grupo viajaba a un partido de la Mamba Academy, el proyecto de desarrollo integral que Bryant financiaba, como lo hacía habitualmente.

El impacto emocional no solo obedecía a la estatura deportiva de Bryant, sino también a sus cualidades humanas. The Black Mamba obtuvo el Oscar en la categoría Mejor Corto Animado por Dear Basketball, que cuenta en imágenes la carta que escribió para anunciar su retiro de la actividad en 2017.

Cuando se confirmó el deceso de Bryant y sus acompañantes, las reacciones fueron inmediatas y desde todos los ámbitos de la sociedad. En la NBA se estaban disputando dos partidos cuando se conoció la tragedia. En el encuentro entre los San Antonio Spurs (una de las máximas rivalidades de los Lakers en la época en que jugaba Bryant) y los Toronto Raptors, los jugadores consumieron los primeros 24 segundos de juego sin atacarse, en señal de duelo.

En Los Ángeles, en tanto, la desazón era absoluta. Cientos de fanáticos peregrinaron hacia el Staples Center, el coliseo donde Bryant escribió las mejores página de su leyenda en los Lakers para rendirle tributo. El entorno del recinto, cerrado para un evento y donde se realizaría la premiación de los Grammys, se llenó de ofrendas hacia el hijo pródigo de la ciudad que se elevaba para siempre.