Carlos Heller se confunde cuando habla. A veces, todavía lo hace como si fuera el presidente de Azul Azul, el cargo al que renunció. También se desligó del directorio de la concesionaria. Han pasado 12 días desde los incidentes en Collao y las amenazas que desencadenaron su salida. "La primera sensación, cuando dices expresidente, ya tienes algo dentro. Han sido días difíciles. Es un proceso que me ha costado asimilar. Había que tomar esta decisión, alejarme de algo que me estaba haciendo daño y también a mi familia. Estoy triste. Es difícil para los que queremos tanto a la U. Hay que dar vuelta la página", dice en una entrevista al programa Salimos Jugando, de radio Infinita.

"Primero tengo que velar por la tranquilidad de mi familia. Amerita tomar acciones legales para que nunca más siga pasando esto en el fútbol. Para que nadie que esté en el fútbol sufra esta amenaza. Voy a tomar acciones legales", añade respecto de los amedrentamientos, que distan del apoyo que recibió de distintos actores cuando se supieron. "Súper cariñosa la gente. He recibido un apoyo súper transversal. De presidente de Colo Colo, Católica, Wanderers, O'Higgins, gente de gobierno, exjugadores, gente en la calle. He sentido el cariño y eso hace más doloroso el alejamiento. También me quedaron marcadas las caras de la gente del CDA, las señoras de la cocina. Esa gente que me ha hecho sentir su cariño y que hace más doloroso mi alejamiento", reconoce.

Luego alude a los cambios que se producirán en Azul Azul. "Presenté mi renuncia a la presidencia y al directorio. Al renunciar un director, hay que hacer una nueva elección de directorio, que debe elegir a su presidente. Pedro tenía la decisión tomada de antes. Por el rally, sintió que no tenía el tiempo para dedicarle a la U. Se está trabajando en bastantes nombres. La junta va a elegir a los nueve miembros, más los dos de la universidad. No quiero aventurarme. Hay gente trabajando en eso", sostiene.

Más tarde, enfatiza que no tiene ganas de volver en el futuro. "Estamos recién saliendo, es un tema duro. Me hubiese gustado salir de otra manera. Por ahora no está en los planes nada". También establece que no se desprenderá de su paquete accionario. "Quiero que quiere claro para los hinchas, accionistas y la gente que no voy a vender ninguna acción. No quiero caer en el oportunismo de gente que quiere comprar barato. Quiero que llegue gente que venga a aportar a la U. No que venga a lucrar. No está contemplado vender. Y no hay absolutamente nada desde el exterior", recalca, descartando de plano la posibilidad de negociar con inversionistas extranjeros.

El empresario le respondió a José Yuraszeck, quien, en entrevista con La Tercera, lo apuntó como "el problema de la U". "Preferiría no perder tiempo en referirme a personas que todos sabemos quienes son. El país también lo sabe. Prefiero no gastar palabras en personas que no me interesan", dice.

El ahora extimonel afronta los problemas económicos que tiene el clu. "Los equipos que pelean algo siempre tienen un déficit económico. Los ingresos del CDF han ido bajando. La asistencia es maravillosa y la valoro, pero no es suficiente para mantener un plantel como el de la U. Es un tema, me preocupa. Hay que hacer un trabajo a largo plazo, con las inferiores. Nosotros administramos pasión. Yo soy hincha y cuando te apasionas caes en contratar más. Los torneos cortos nos perjudicaron en ese sentido. Los largos dan la posibilidad de echar mano a tus divisiones inferiores y no sólo por el reglamento. La U los tiene. No es que no formemos buenos jugadores. Lo que pasa es que las ganas, el apremio, la pasión te llevan", explica.

"No es cierto que la U esté quebrada. Antes la gente de la Corfuch se iba y no pasaba nada. Hoy tenemos los sueldos al día, todo al día. Hemos cubierto en 10 años 4.500 millones a la Tesorería. Somos responsables y debemos seguir siéndolo. Si hay un desfase de caja, hay que echar mano a un aumento de capital, pero en adelante, va a haber que bajar costos. Pero la gente de la U debe estar tranquila. La U no está en crisis", recalca. "Hubo cosas buenas y malas. Al final, el presidente es el responsable. En este caso, soy yo", dice, a modo de resumen de su gestión.

También habla de la controversia por la llegada de Arias y, luego, por sus declaraciones de corte sexista. "A él le tocó llegar, por la forma que llegó. Arias sintió un golpe muy fuerte. Decir una frase desafortunada, quiso decir otra cosa, se le escapó una frase desafortunada. Hay que apoyarlo. Los errores se conversaron, quedaron muy claros. Pediría dar vuelta la página y empezar a hablar de fútbol y que empiece a sacar adelante al equipo que tanto queremos".

Heller resalta el desgaste que significó dirigir Azul Azul . "Cuando uno llega, llega con todo el entusiasmo. Me hubiese gustado ganar mucho más. A la gente de la U le puedo decir que le dedique 24/7, siete días a la semana a la U, con la pasión que requiere. Mi gran deuda es el ámbito internacional, la Libertadores. Competir hoy a nivel internacional es duro. No estuvimos a la altura. Hemos fracasado en ese sentido, pero hay que analizar qué pasó. Debimos haber avanzado un par de fases. Cuando estuvimos en la fase de grupos ganamos en Brasil, a Vasco, y también sufrí la derrota más dolorosa. Hay un tema de ansiedad, de presión que nos vamos autoimponiendo. Hay dos momentos muy claros. Haber traído a Martín Lasarte, ese campeonato que logramos con un rendimiento histórico para la U, con un 86 por ciento de eficiencia, un torneo que terminó al rojo. Esa fue una de las grandes alegrías, pero me queda una rutina una Copa Chile ganada en La Serena ante nuestro archirrival. Me paré, me fui al baño, volví. Fue uno de los momentos más felices que viví. ¿Autocrítica? El haberme sobre entusiasmado como hincha, hablar del estadio antes de que estuviera completamente amarrado, decir quería ganar la Libertadores..."

El ex presidente azul destacó el rol social que intentó darle a su gestión. "Hubo que hacer estas sociedades anónimas para administrar los clubes y eso alejó a las entidades que dieron origen a los clubes. Uno de mis legados fue haber generado cercanía con la Universidad, con reuniones, cercanía, entradas, canjes, alumnos de kinesiología haciendo prácticas. El otro legado es Sueño Azul, que se hizo cargo de temas país, como la inclusión. Se empezó reuniendo a niños con capacidades distintos en torno al fútbol. Hoy los apoyan voluntarios hinchas de la U. Se ha hecho cargo, también de seis o siete iniciativas, visitar gente en los estadios, hay convenios con Make a wish. Es un tema muy profundo. Hay jugadores que cooperaron constantemente. Hemos ido a pintar canchas, labores sociales realmente bonitas. Otro: en todas los directorios se me pedía más participación de los hinchas. Así se creó el Consejo Azul. De esos consejos salieron ideas. Y otro más: haber reunido a los exjugadores, que crearon una corporación, qu juegan, se reúnen. Yo sé que la U es ir al estadio, ganar, hacer goles, pero este tema social es uno de los legados", enfatizó.

Y abordó, también, la gran cantidad de técnicos que tuvo en el club. "Los resultados vuelven a mandar. Cuando fuimos por Beccacece, el 99 por ciento de los hinchas estaba de acuerdo. Hoy, Beccacece suena en la Selección. Paqui, uno de sus ayudantes está en La Calera. El personaje, su juventud y la prensa no le dieron espacio para funcionar. Pero yo creo que era el técnico, el estilo que la U necesitaba. Hoy lo está demostrando en Defensa y Justicia. Va a seguir creciendo. Se fue por la puerta ancha. Después, necesitábamos traer una persona que pusiera paños fríos. Llegó Hoyos, partimos bien, fuimos campeones, tal vez no jugando cómo queríamos, pero fuimos campeones... Después de haber sufrido el 6-1 en La Calera y el 7-0 en Brasil, no quedó otra alternativa que se alejara de la U. Kudelka fue una apuesta por un técnico joven que estaba rindiendo en Argentina, pero no pudimos sacarle provecho. Fue lamentable cambiar tanto técnico, hay que ver por qué ha pasado eso".

También habló del peso que significa para los jugadores que llegan vestir la camiseta azul y propuso una solución. "No es llegar, ponerse la camiseta de la U y jugar la Libertadores en 15 días.  Hay que incorporar gente de la U que les explique a los jóvenes qué significa jugar por la U. Hoy los jóvenes se van muy temprano. Tienen que madurar y dar más en sus clubes. Como Vidal, Sánchez, Aránguiz, Salas, Zamorano y Medel. Hay que trabajar ahí para evitar caer en cambio y cambio".

Su última reflexión abordó su gran deuda: el estadio. "Se va a seguir trabajando mientras se pueda. Es mi gran deuda. Buscamos más de 40 locaciones. Estuvimos tan cerca y después tan lejos, porque nos pegan el portazo en la cara. Mientras viva, no estará cerrado el tema. No estoy ofertando nada. Pero ha sido muy difícil", sentenció.